Por Vicente Toledo Rohena
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El hilo conductor y la tertulia gira en torno a la poetisa carolinense, Julia de Burgos (1914-1953). La investigación y documentación dan las pruebas a la poetisa, escritora, artista y líder cultural boricua de Nueva York, Carmen D. Lucca, que busca romper con viejas retóricas catalogadas por ella de “falsedad en la narrativa sobre la vida de Julia”. Lo que abre la puerta de su intelecto y la lleva tras las pruebas presentadas en el libro ‘El diario de Julia y otras verdades sencillas’. La que define como la verdad sobre Julia de Burgos y pretende romper la retórica falsa y reciclada que han contado a través de los años.

Y ¿Cuál fue ese primer contacto con la poetisa nacional?, Lucca respondió: “Cuando estaba en la universidad fue que tuve ese contacto con Julia. Estudiando un curso sobre autores puertorriqueños. Me acerqué verdaderamente a su trabajo. Con anterioridad estuve combinado la poesía de Julia con elementos musicales, algo que hice también con Sylvia Rexach aquí en Nueva York”.
Luego se internó poco a poco más en el verbo de la palabra de Julia, lo que define como un modo de curiosidad intelectual.
“Comencé a leer más de su obra y trabajos. Encontré que en las introducciones de los libros sobre ella, siempre se repetían las mismas cosas… me molestaba el asunto de la narrativa de esas introducciones. El comentario del alcoholismo, la tragedia que presentaba al lector una mujer fracasada, dolida del amor; y algo en mí decía que no era así. Se le hacía una injusticia a una mujer que había aprendido a amar a través de su obra. Se me antojó que ella me hablaba. Que no debía darle veracidad a lo que estaba escrito. A la falsedad en la narrativa sobre Julia”.
En 2010 salió un sello postal en honor de Julia, y decidió como líder del quehacer cultural realizar una presentación en Nueva York que coincidió con la de Puerto Rico. Con los sellos en mano, película, lecturas y un poco de canción enmarcado en nombre Julia, la presentación fue un éxito; y la noche brilló con la asistencia de ocho parientes de la poetisa nacional.
La dinámica colaborativa de los familiares de Julia fue una positiva y de mucha conexión con la escritora. “Somos familia por parte de Julia. Han dicho que la persona que ha rescato a Julia de esta narrativa infame he sido yo. Fue un trabajo arduo. Llegaron personajes que vivieron en el tiempo de Julia y material importante que me llegó. Narrativa y material que quisieron regalarme que en otros libros no habían aparecido. Se comenzó a regar que Carmen D Lucca hacia un trabajo sobre Julia, dedicada y no la ficción… sino documentación”.
Una situación que impulsó a Lucca a dar el paso en pro de reivindicar a Julia fue “la introducción de Jack Agueros, quien hizo la traducción más extensa del trabajo de Julia. Logró recuperar 203 poemas que estaban regados por diferentes lugares y los preparó en una colección llamada ‘Canción de la verdad sencilla’, pero volvió a reciclar la narrativa de la mujer caída. La imagen de los que la vieron por El Barrio. Me indignó más, cuando él puso que la había visto de niño en Harlem, una mujer rodeada de borrachos y con una bebida dentro de una funda de papel. Se me subió el malestar y dije no, tengo que comenzar este trabajo y corregir esa narrativa”, afirmó la escritora.
En el libro, Lucca emplea narrativa de información veraz que consiguió de sobrinos y familiares; fotos y otros recursos investigativos que amplían sus pruebas. Ese material investigativo se fue enriqueciendo desde 2010, cuando escenificó la celebración sobre el sello postal.
La primera edición de su libro ‘El diario de Julia y otras verdades sencillas’ se publicó en 2016; y fue presentado en la Biblioteca Pública de Nueva York. Una segunda edición se lanzó ahora en 2020, a pesar de la pandemia.
Entre las riquezas que plasma el libro de 444 páginas se encuentra la libreta del diario de Julia. Una libreta de la que se rescataron 17 cartas escritas del puño y letra de la poetisa. Además recoge amplia investigación y presenta fotografías; muestra documentación de certificado de nacimiento, defunción, matrimonio, investigación acerca de la enfermedad de Julia y formula hipótesis nunca antes expuestas.
Un libro escrito con pasión y rigurosa investigación.
“De esa libreta alteraron nombres y tacharon cosas. De la libreta original sacaban hojas y destruían páginas. De todo lo que investigué la libreta original debió tener entre 45 a 50 páginas. ¿Quién sabe por qué? y ¿cuál era la razón?…”.