Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El puertorriqueño Jorge Dieppa decidió trasladarse a Nueva York en 2002, porque “entendía que debía expandirme más y tenía el deseo de seguir en teatro, pero involucrándome más en el proceso creativo”, esto a pesar de que en Puerto Rico llevaba una carrera ascendente.

Dieppa, quien se graduó de ingeniería mecánica de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez, se enamoró del teatro durante sus estudios universitarios y luego se mudó a San Juan. Fue al disfrutar de “Lion King” cuando quedó prendado del aspecto creativo en una producción. Hasta se consiguió un libro sobre el “making of” del famoso musical. Fue en 1995, cuando después de pasar alrededor de un año en el taller de actuación del Programa de Actores Jóvenes del Ateneo Puertorriqueño, que despuntó en teatro.
“Me moví a Nueva York buscando estudiar una maestría. Originalmente, solicité información en varias universidades. Me radiqué durante un año en lo que hacía todos los trámites y terminé quedándome. Me aceptaron en un programa en Brooklyn College”, relató el Actor Novel en 1996, de acuerdo con el Círculo de Críticos de Teatro de Puerto Rico, por la obra “Melodía salvaje”, del dramaturgo Roberto Ramos-Perea. Además, la oficina de Educación Superior le otorgó el premio como Joven Destacado en Teatro en 1999.
Jorge Dieppa actuó en Puerto Rico en muchísimos proyectos como “Los hijos de nadie”, “Los Díaz de Doris”, “Cuando despierta el amor” (telenovela de WIPR TV), “Plaza vacante”, “Sudor amargo” y “Vampiros” (película), sin embargo, en la Ciudad de los Rascacielos prefirió el diseño de escenografía, aunque ha demostrado su calidad histriónica en alguno que otro proyecto. “El foco es diseñar en teatro”, recalcó el artista, que dejó por decisión propia a un segundo plano su carrera como histrión.
Admitió que nunca le ha gustado de la carrera actoral que se esté pendiente a participar de audiciones y tener la preocupación de si lo llaman o no para una producción.
Jorge Dieppa se ha dedicado al diseño de escenografía en Nueva York desde 2008, mayormente en teatro, pero también en algunos cortometrajes.
En estos momentos, trabaja en la obra “Adiós, Flora”, que estrenará de manera virtual del 20 al 24 de octubre, en vivo desde la ciudad de Nueva York en una producción de Boundless Theatre Company. Dieppa comparte el crédito de productor con María Cristina Fusté. La pieza será protagonizada por Laura Isabel Cabrera, Gerardo Ortiz y María Bertólez. “Soy el diseñador de escenografía y estoy involucrado en el diseño de la producción. Estoy desarrollando con la productora el aspecto virtual de lo que verá la audiencia. Parte de este concepto es que no queremos perder la teatralidad. Queremos que se vea que es una obra de teatro, aunque (se disfrutará) por Internet”, afirmó.
-¿Considera que es un gran reto presentar la obra a nivel virtual?
-“Hay mucho reto, porque a la larga estás haciendo dos o tres producciones, como quien dice. No solo diseñas la escenografía de la obra de teatro. Tienes que meterme a otro aspecto que no somos muy expertos que es la cuestión virtual. Ahora estamos obligados (por la pandemia del Covid-19) a usar esas herramientas. Una cosa bien diferente es utilizarla para hacer teatro. No somos los únicos. Todo el mundo en teatro está tratando de adaptarse, de utilizar esa herramienta para seguir creando. No esperar cuándo se abrirán los teatros nuevamente. El artista tiene que seguir creando. Si esas son las herramientas que tenemos, pues hay que aprender a usarlas. ¡Es un reto! Quien no estaba en eso, está perdido. Uno se tiene que obligar a aprender a utilizar esas herramientas en este sentido para una creación teatral”.

-¿Cómo ha sido abrirse paso en este mercado?, cuestionamos.
-“No es tan fácil. Es cuesta arriba, primeramente por la economía, Cuando uno decide este tipo de carrera lo que uno gana no es suficiente. Uno tiene que hacer maromas. Hay que tener muchos trabajos para pagar la renta. Es una ciudad más cara; el lenguaje. Uno tiene que conocer gente. Todo depende a quién conozcas. A veces la suerte juega en muchos aspectos. Si tienes la suerte de conocer a la gente adecuada, tu carrera puede crecer. Cuando no, puedes quedarte estancado muchos años”, respondió Dieppa, quien en su país laboró, además, en el Proyecto Dramático de Radio de 940 AM de WIPR.
-Extrañas el escenario como actor?
-“Yo lo extraño, no voy a decir que no. Extraño mucho actuar, pero uno de los proyectos que quiero desarrollar es encontrar un balance en que yo pueda crear mis proyectos y si tengo que actuarlo, lo hago… Me gusta también la creación. También me interesa codirigir”, aseguró.
Jorge Dieppa no visita el País desde el azote del huracán María (septiembre 2017), sin embargo, permanece atento a todo lo ocurre, principalmente con la clase artística. “Me duele bastante. La situación que estamos viviendo es muy difícil y se ve en todos los aspectos de la vida. Le toca más a uno cuando casi todos mis amigos son de teatro. Ver gente que de la noche a la mañana no tiene trabajo es algo bien duro. Uno no se debe rendir, hay que seguir creando y buscar la manera. A lo mejor esto es una gran prueba (la pandemia) y el teatro va a ser otra cosa. Hay que tener eso en la mente… Vamos a regresar y hacer teatro de nuevo. Yo soy uno de los que quiero. Extraño volver a hacer teatro como se hace teatro. No el teatro sin tener una audiencia al frente. Hay esa energía entre el espectador y el actor…”, enfatizó.
El artista aceptó la ventaja de la red Internet. “Estas herramientas de teatro virtual y usar el Zoom tienen una ventaja de que puedes mostrar tu trabajo mucho más allá de lo que hacías antes. No estás atado a que gente venga solamente a ver lo que presentas. Hay gente que está viéndolo simultáneamente en distintas partes del mundo. ¡Eso es una gran ventaja! Pero, se pierde esa energía…”.
A nivel profesional, para Jorge Dieppa lo más duro es saber que en Nueva York no planifican abrir las salas de teatro hasta 2021. “Muchos están hablando hasta verano, lo que es bien duro. ¡Durísimo! Eso impacta la economía completa de la ciudad, el turismo”, culminó diciendo.