A la luz ‘Crónicas del Verano del 19’

Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

En unas 174 páginas, el periodista puertorriqueño Carlos Rubén Rosario plasma el hecho histórico del llamado verano del ’19 que provocó la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló Nevares ante el reclamo de un pueblo combativo. Este proyecto le robó el lugar a otros que tenía en agenda, pero lo hizo con el objetivo de que sea utilizado como referencia por futuras generaciones.

El arte de portada del libro estuvo a cargo de Jorge Vargas. La foto icónica que aparece publicada es de Fabián Rodríguez Torres. (Foto suministrada)

El experimentado comunicador publicó “¡Ricky renuncia!: Crónicas del Verano del ‘19” justo al cumplirse un año de las manifestaciones que desataron la caída del mandatario. Aunque planificaba imprimirlo en Puerto Rico no pudo ser por la pandemia del Covid-19, que atrasó hasta su salida al mercado. Además, se vio imposibilitado de realizar la presentación en Caguas. Tuvo que recurrir a la plataforma Amazon para poderlo publicarlo en julio, aunque prefería que hubiera sido antes.

Rosario aclaró desde el inicio de la entrevista con la Fundación Nacional para la Cultura Popular que no es político. “Cuando toco el tema es porque entiendo que trascendió la política y es parte de la historia de nuestro País. Digo eso porque en una página que me levantó mi familia me estoy enfrentado a las críticas de personas que son afines a Rosselló y para mí es nuevo. ¡Me han dicho de todo!”, sostuvo.

Subrayó que el valor de su libro es el minucioso detalle, lo que quizás un periodista pudo haber obviado en un artículo. El texto cubre desde las incidencias de la juventud de Ricardo Rosselló Nevares sin ser una figura pública, su incursión en la política, su mandato como gobernador -marcado por el manejo de la crisis tras el paso del huracán María en septiembre de 2017- los arrestos de funcionarios de su administración, la aparición del escandaloso chat de 889 páginas, las protestas en reclamo de su dimisión y la crisis constitucional. “Yo lo puse porque cada línea tiene su valor”, sentenció.

Al escribir “¡Ricky renuncia!: Crónicas del Verano del ‘19” surgió en el autor una doble culpa. La primera como puertorriqueño viviendo en el estado de la Florida al ver en vídeo todo lo que sucedía. También la culpa, “hasta las lágrimas, de no poder estar allí”. Eso le dio fuerzas para asumir el reto de completarlo. “Esta generación vio lo que pasó, pero cuando mi nieto quiera saber lo (ocurrido) y tenerlo todo en un mismo lugar, que pueda tener el libro en la mano. Entiendo que eso no lo van a cubrir los libros de historia en el detalle, sí someramente. La otra culpa es escribir desde la diáspora. Pero, acá estamos muy activos. Yo jamás me he desconectado de la Isla. Aquí hubo mucho movimiento y una comunidad muy unida”, añadió.

-Al empezar a ver o escuchar las conferencias y seguir las noticias sobre esta situación, ¿llegó a pensar desde el principio que iba a tener tanta repercusión que tumbaría a un gobernante?
-“Creo que sí… A veces uno tiene cierto olfato en este asunto. Hubo un momento en que desconcertó. Él se acuarteló. Yo menciono en un momento dado que Ricardo Rosselló pasó a ser de Ricky el enajenado, a Ricardo el atrincherado. Cualquier cosa pudiera haber pasado. Eso lo menciono en el libro. Hasta que el Congreso con facultades especiales pudo haberlo sacado de gobernador evitando cualquier cosa que estos levantamientos populares se fueran a mayores consecuencias. El Congreso tenía esa facultad… Pensé como una posibilidad la renuncia de él, pero también estaba el recurso del residenciamiento. Como todo puertorriqueño y como testigo, pensé que pudiera haber pasado cualquier cosa, no tanto la renuncia. Había toda una gama de posibilidades”.

-A un año del verano del ’19, ¿los políticos aprendieron la lección?
-“No. ¡No! El camino es largo. Se aprendió el poder de la voz en la calle. Los puertorriqueños perdimos el miedo a la calle de una vez y por todas. Pero, no por eso se va a medir el triunfo o el fracaso de esta expresión del pueblo en la calle. ¡Se aprendió el poder de la voz en la calle! En ese caso fue interesante, porque no hubo una convocatoria de ningún líder, ni político, ni cívico. Fue el mismo pueblo mediante las redes sociales. Entiendo que el activismo popular se ha fortalecido. Nos dimos cuenta de esos meses después, cuando surge lo de los almacenes de (suministros dañados) en Ponce, mediante la voz del periodismo ciudadano que levantó ese hecho… El camino es muy largo. Es muy difícil decir ahora algún tipo de veredicto sobre eso. Se habló de enmendar la Constitución para que haya un cargo de vicegobernador, de una segunda ronda de elecciones que pudiera haber sido un filtro para un nuevo ejecutivo. Yo entiendo que se debe educar al elector, salir del bipartidismo. Debe haber menos abogados entre los políticos y más administradores. Entiendo que un administrador en la gobernación sería ideal. Claro, un administrador con una asamblea legislativa que pudiera responderle. Aquí está el problema del partidismo… Que se penalice el despilfarro; con penas grandes. Cuando haya un despilfarro de dinero, contratos onerosos, que se penalice. Que se pueda volver a ver el dinero no en pagar contratos, sino en educación, salud, seguridad, infraestructura. Que haya un Puerto Rico que los que están allá se sientan orgullosos del país en que viven y los que están acá puedan tener la opción de regresar”, puntualizó por vía telefónica desde el estado de la Florida.

Antes de responder si Ricardo Rosselló Nevares es viable para otro puesto político, Rosario señaló, “todas las menciones que hago de él en el libro (son) como testigo de lo que estaba pasando. No se le añadió, no se le quitó. En eso respeté mucho al personaje. ¡Yo no soy político!”. Acto seguido, expuso su punto de vista sobre lo cuestionado. “Rosselló pidió perdón. Pidió perdón porque lo pillaron, sino jamás hubiese pedido perdón ni él ni los que estaban con él. Pagó por lo que hizo. La vergüenza, el rechazo de los suyos y del pueblo… Y más fuerte que todo eso, el encontronazo con su familia, el precio que tuvo que pagar su esposa y sus hijos de salir del País. La vergüenza de su padre (el exgobernador Pedro Rosselló), que yo toco eso someramente diciendo que debe haber vivido un encontronazo. Eso lo está pagando, estar fuera de Puerto Rico. La vergüenza de cargar con el precio de lo que hizo”, precisó.

En la parte final del libro, Rosario se aparta de la crónica y publica una reflexión. En esta entrevista con la Fundación Nacional para la Cultura Popular, el periodista entiende que “Ricky se debe dar la oportunidad de reflexionar, de perdonarse a sí mismo. Cuando él logre eso y deje pasar un tiempo razonable, no te digo que vaya a aspirar a un puesto político porque no creo que lo logre. Pero sí debe acercarse a la Isla como puertorriqueño. No creo que haya ningún puertorriqueño que haya sido desterrado. Entiendo que el único que se puede sentir así sería Ricardo Rosselló. El pueblo debe respetar eso. No estamos a tiempo ahora”.

El arte de portada del libro estuvo a cargo de Jorge Vargas. La foto icónica que aparece publicada es de Fabián Rodríguez Torres.

El rol de la clase artística –

-¿Considera que la clase artística de Puerto Rico fue fundamental en todo lo que sucedió?
-“La clase artística no fue protagonista. La clase artística ayudó muchísimo a la convocatoria y fue determinante. El pueblo cree más en sus artistas que en sus políticos. Independientemente si eres fanático o no de un artista, hay que reconocer que ellos fueron fundamentales en la convocatoria de esos hechos”, expresó.

-Si los artistas se hubieran mantenido al margen, ¿el llamado verano del ’19 lograba el mismo impacto?, insistimos.

-“En esa revuelta hubo dos hechos trascendentales. Viéndolo desde la distancia y desde el espacio del tiempo, los dos hechos fueron la marcha del Capitolio al Viejo San Juan y el paro general. En los dos eventos, aunque la convocatoria fue espontánea y no se puede decir quién convocó, es harto conocido que en uno de ellos René Pérez tuvo un papel protagónico, aunque no se le puede adjudicar todo a él. En otro fue Molusco (el locutor Jorge Pabón)”, sostuvo. Mencionó que en la crónica del libro están Tommy Torres, Bad Bunny, Karla Moroig y Ednita Nazario, por mencionar algunas figuras, que alzaron sus voces. Destacó que los artistas se crecieron al exteriorizar su capacidad de indignarse.

Más proyectos en camino –

Carlos Rubén Rosario escribe historias de vivencias personales, por lo que entiende que este período del Covid-19 sería oportuno hacer una recopilación.

Además, planifica publicar una crónica novelística basada en un caso judicial muy sonado en el País, ya que cuenta con muchos apuntes. No quiso abundar al momento.

Rosario no descarta que el libro “¡Ricky renuncia!: Crónicas del Verano del ‘19” pueda llegar a ser una obra de teatro musical; por lo pronto puede adquirirlo en Amazon https://amzn.to/3hwtVMB).

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