Un ‘Junte’ atinado para la Patria

Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

No hubo mejor ofrenda a la Bandera, en vísperas de su efeméride, que el concierto “Un Junte para la Historia: 20 años después”, celebrado anoche con Haciendo Punto en Otro Son, Moliendo Vidrio y Fiel a la Vega ante una discreta concurrencia en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.

Aún en la modalidad intermedia del Choliseo, la función no se vendió a capacidad, pero los presentes disfrutaron de un espectáculo de calidad, muy nostálgico, con dos de las agrupaciones emblemáticas del movimiento de la Nueva Canción puertorriqueña.

Desde el principio, cuando se conceptualizó hace dos décadas la primera puesta en escena, pensamos que, sin restarle méritos a los Fieles, era necesario incluir a Taoné, con Pepe & Flora Santiago, Noel Hernández y a hacer lo posible por tener, como invitados, a El Topo, Roy Brown y Andrés Jiménez ‘El Jíbaro’.

Son las tres agrupaciones representativas de la canción protesta y del neo folclor boricua surgidas a partir de la década de 1970. Fiel a la Vega, por supuesto, tiene su relevancia: desde el rock, Tito Auger, Ricky Laureano, Jorge y Pedro Arraiza han denunciado, como en el reggae lo hace Cultura Profética, los vejámenes de la colonia y los procesos de transculturación que, casi 122 años de la invasión norteamericana, cada vez nos alejan más de nosotros mismos y de la misión en el concurso de los países y naciones libres y soberanas del mundo.

Si bien el movimiento de la Nueva Canción fue una respuesta de resistencia cultural y de reafirmación nacional ante las ofensivas de la derecha, décadas después de la organización Haciendo Punto, Moliendo Vidrio con el Pecho y Fiel a la Vega; décadas después del lanzamiento de sus discos y recitales en caf¬é-teatros y salas de conciertos su música es más urgente y necesaria que nunca porque los estragos de la colonia son más dramáticos en 2019, a causa de las políticas neoliberales impuestas miserable e inmisericordemente por la Junta de Control Fiscal, que en la década del 70.

Anoche, en vísperas del Día de la Bandera, la función fue oportuna para descubrirnos en el espejo del inmovilismo y la falta de consenso; también en el del almanaque que, implacable, pasa factura en años y canas, y en el de la necesidad de más voces juveniles que asuman como un relevo la agenda descolonizadora mediante el arte que en su momento asumieron Haciendo Punto y Moliendo y en años más recientes los Fieles.

El concierto fue estructurado en cuatro partes: Haciendo Punto, Moliendo Vidrio, Fiel a la Vega y el junte de todos al final.

Con un repertorio muy bien pensando y con la infalible dirección musical del pianista Ángel David Mattos, Haciendo Punto (Irving García, Silverio y Josy Latorre) evocaron el pasado con sus interpretaciones de “La vida campesina” y “Ensillando mi caballo”, intercaladas con poderosos textos de conciencia, como “Sal a caminar” de Roy Brown, “Qué vivan los estudiantes” de Violeta Parra y “Los caminos” de Pablo Milanés, complementados con “Asunto de dinero” junto al poeta del hip-hop Medina Carrión y un cierre estremecedor con “La muralla” de Nicolás Guillén.

El segmento de Moliendo Vidrio reunió a Emanuel ‘Sunshine’ Logroño con Carmen Nydia Velázquez y Gary Núñez durante un recorrido por sus primeras canciones, como “El tambor” y “De Ciales soy”, y sus conceptos “El Josco”, adaptación musical del cuento “Santa Cló va a la cuchilla” de Abelardo Díaz Alfaro, y su acercamiento a la obra de El Jibarito Rafael Hernández, recordado anoche con la danza “Oh, Patria”, interpretada a dúo por Peter Torres y Maribel González.

Con su explosiva artillería rockera y desenmascaradora lírica, los cuatro Fieles estremecieron el Choli con canciones que no caducan, como “La prosperidad”, “Septiembre/Río Piedras” y “Salimos de aquí”, cuyos mensajes gozan de actualidad, en tiempos en que se le rinde culto al capital, que devora conciencias y patrimonios.

El espectáculo, producido por Ender Vega y BAS Entertainment, reunió al final a los talentos del Junte con un puñado de canciones proféticas, emergentes, sabias, alentadoras e indispensables, como “Boricua en la luna”, “Las mujeres de mi Patria”, “Mujer de 26 años”, “El Wanabi” y otras reservadas tras el encore, como “Pueblo unido” y “Mañana por la mañana” con Plena Libre.

De un “Un junte para la historia: 20 años después” se espera una reposición durante el año electoral que se avecina. La función de anoche se celebró prácticamente en Navidad por la cantidad de actividades musicales libres de costo celebradas anoche alrededor de San Juan y en otros pueblos.

Aun así fue atinada su puesta en escena previo al Día de la Bandera. Incluso, es un excelente taller para parte de los músicos del patio y una puerta al pasado del compromiso de un movimiento artístico que, a pesar de las canas del alma y las inconsistencias ideológicas de algunos, siempre es bienvenido por la causa libertaria de la Nación. Ni hablar de su significado como signo de celebración de la emancipación de la mujer y el despertar del pueblo durante el inolvidable verano de 2019.

Ojalá que se repita… y con Taoné.

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