El joven trovador Guersom Báez Fonseca, natural del Municipio Autónomo de Caguas, se alzó como triunfador en el Concurso Nacional de Trovadores que se celebró recientemente en el pintoresco pueblo de Comerío.
El segundo premio lo obtuvo Víctor González del Valle, de Coamo; Jovino González Rodríguez, de Ciales, se alzó con el tercer lugar; Roberto Silva Gómez, de San Lorenzo, cuarto finalista; el quinto lugar fue para Humberto Martínez Rivera, de Aibonito y el sexto premio fue para Alberto Ortega Figueroa, de Orocovis.
Entre los nueve trovadores que compitieron para el título estaban: Jerry Rodríguez Flores, de Lajas, Víctor M. Reyes Figueroa de Aguas Buenas, e Irvin Santiago Díaz, de Morovis.
Previo a la final del Concurso Nacional de Trovadores se celebraron dos semifinales: una el 18 de agosto en la Plaza de Recreo de Morovis y la segunda el 14 de septiembre, en la Plaza del Quinto Centenario en San Juan.
Participar en estos concursos es un gran reto para los trovadores improvisadores, ya que se requiere un gran dominio de la décima espinela, que es una estrofa de 10 versos de ocho sílabas, cuya rima debe ser exacta o perfecta. Se evalúa además el vocabulario y el uso de figuras poéticas de parte del trovador y cómo elabora la estrofa con el pie forzado (el verso) que se le suministra.
El ICP inició los Concursos de Trovadores improvisadores en 1956, pero se instituyó formalmente para el año 1969 celebrando concursos regionales y luego el concurso nacional en San Juan para escoger el campeón de la trova.
