En busca de Posada con Tepeu

Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

La tradición de las posadas evoca en Navidad la escena de José y María embarazada en busca de un techo para parir al Niñito Jesús.

Bayoán demostró su dominio de los instrumentos de cuerdas y vientos. (Foto Jaime Torres Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Nadie los recibió y Emanuel, el Dios con Nosotros, nació en un humilde pesebre, a la intemperie, estremecido por el frío de la madrugada y acurrucado en un pajal, cerca del calor de la mula y el buey, según el relato bíblico.

Las Posadas, que en comparación con las Misas de Aguinaldo, no se celebran con frecuencia en Puerto Rico durante las semanas y días previos a la Navidad, inspiraron la más reciente jornada de las Noches de Peña que el colectivo familiar Tepeu suele presentar en el café-teatro de la Fundación Nacional para la Cultura Popular en el Viejo San Juan.

La cita fue el pasado domingo, ante una entusiasta concurrencia, incluso de padres y madres con sus pequeñines, como complemento del recital días previos de Ars Vocalis y entremés a las presentaciones del Taller Musical Retablo (el próximo jueves 26) y José González y Criollo Clásico y el  tradicional Atardecer Navideño con Danny Rivera, en cartelera para el domingo 29 del mes en curso.

Primeramente, es menester reconocer la contribución de la familia de Tepeu a la cultura nacional. El azteca Enrique Ríos Cortés y la boricua Mayra Celis Escribano Román unieron sus vidas hace más de 40 años y de su amor nacieron sus hijos Arturo Otlahui, Enrique Bayoán, Gabriela y un taller artístico-musical expuesto con lustre en tarimas y estudios de grabación, aportando una discografía selecta, incluso con discos nominados al Grammy Latino, como el grabado con la Camerata Coral de Puerto Rico.

El joven pianista Ernesto Amaury Gutiérrez Ríos ofreció al público varios temas del repertorio clásico. (Foto Jaime Torres Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

La presentación de la Posada Navideña, con la pequeña Julia Telva, que se ha unido a la agrupación, será recordada por su diversidad musical y su enfoque didáctico, latente en ritmos folclóricos nacionales, centro y sudamericanos, con el correspondiente despliegue de instrumentos como el cuatro venezolano, la zampoña, el charango, el bombo, el cajón y otros que Bayoán y Otlahui dominan a la perfección y que solicitaron a los niños de todas las edades que luego identificaran y si atinaban recibirían un cedé de Tepeu.

Fue un atardecer mágico, íntimo y revelador musicalmente hablando. Mientras no pocos desfilaban hacia la Fortaleza para observar y retratar la decoración navideña, Tepeu integró a niños y adultos en una función sencilla, en la que presentaron otra perspectiva musical de la Navidad en la tradición de las posadas.

De los cantos para pedir Posada, a un repertorio folclórico de Puerto Rico y otros países, como Venezuela, Bolivia y Nicaragua, los presentes se deleitaron con las melodías “Aguinaldo criollo”, “Casitas de la montaña”, “El Cristo de la Palacagüina”, “Esta bella noche” y “Niño Jesús”.

Durante el intermedio presentaron a su joven pariente Ernesto Amaury Gutiérrez Ríos, quien con el piano acústico de la Fundación, donado por la familia del cantautor Humberto González, hizo galas de sus conocimientos y bagaje como intérprete de la música académica con melodías el “Scherzino Mexicano”, “Une barque sur ocean” y la “Fantasía, Op. 28” de Félix Mendelson.

Arturo Otlahui marcó los cantos latinoamericanos con el bombo leguero. (Foto Jaime Torres Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Tepeu regresó con otro selecto manojo de canciones navideñas locales e internacionales, como “Villancico Yaucano” de Amaury Veray, la versión original de “La botellita”, y “La peregrinación” y “Los Reyes Magos” del argentino Ariel Ramírez, finalizando la función con la esperanzadora “Que llueva la paz” del boricua Rei Ortiz.

La Posada Navideña alcanzó su clímax con la cadencia plenera del trío Ruge León de Ponce, integrado por Fabián Rivera, Nicole Vargas y Alexander Irizarry, que selló la jornada con “Son borinqueño” de Juan Ángel Nogueras, una composición popularizada por la Tuna de Cayey, que reafirma la puertorriqueñidad.

Luego, en el patio interior de la Fundación Nacional, los presentes disfrutaron de refrigerios y bocadillos mientras los niños se divertían intentando romper una piñata repleta de delicias típicas donadas por Dulces La Fé.

Las próximas presentaciones de Tepeu se celebrarán este viernes 20 a las 7 pm en Euforia Lounge en el Mall de San Juan y junto a otros talentos del patio el 4 de enero como parte del Japi Trikin Dei Party en La Respuesta en Santurce.

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