Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Parecía un escenario distinto; otra esquina; una calle diferente; un espacio de esperanza.
La confluencia de las arterias sanjuaneras del Cristo y la Fortaleza, que para amplios sectores del pueblo hoy son las del Corrupto y la Resistencia, era un desierto en comparación con las recientes jornadas de manifestaciones populares que clamaron por la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló.

A medida que se acercaba la hora cero del mandatario, fue fácil llegar allí para participar de un hecho inusual: la celebración de la Eucaristía a la memoria de los artistas y personalidades públicas fallecidas durante el año pasado y a la vez celebrar el vigésimo tercer aniversario de la Fundación Nacional para la Cultura Popular, fundada por el periodista Javier Santiago el 1ero. de agosto de 1996.
No se pudo lograr acceso por la entrada principal porque media docena de efectivos de la policía limitaban el acceso. Entramos por el Restaurante La Danza y caminando por la cocina conectamos con la Fundación, cuyo escenario nuevamente se convirtió en un templo en que Cristo Eucaristía se hizo presente, derramando gracias insospechadas en la periferia sanjuanera.
Con la excepción de la viuda de Jesús Garced Soto “Papillón”, la periodista Lyssette Santiago, y familiares de Avelino Muñoz Stevenson, no asistieron los deudos de figuras como Victoria Espinosa, Jerry González, Alfredo Herger, Aníbal González Irizarry, Frances Cardona, Luis E. Santiago, Joe Quijano, Freddie Marrero, Marta Font, Arnaldo Roche, Raúl Marrero, Santos Nazario, Rafael Viera, Eva La O, Myrna Arocho, Irma Nydia Vázquez, Rafael ‘Pilo’ Suárez, Ramón Luis Otero, Maricusa Ornés, César Hernández, Andy Montañez Jr., Rafael Hernández Colón y Alberto Cortez, entre otros.
Fray Jimmy Casellas, sacerdote franciscano que desde hace alrededor de cinco años celebra la misa en la Fundación, oró por el eterno descanso de cada uno de los que han partido a la eternidad en los últimos 12 meses.
La celebración inició con el coro de Georgina Portalatín, Lucy y Liza Soler, pasando a la liturgia de la Palabra, con un salmo responsorial interpretado por la soprano Melliangee Pérez, que resultó un sublime canto al cielo que tocó la fibra espiritual de los presentes.
Que deseables son tus moradas
Señor, de los Ejércitos.
Dichosos los que viven en tu casa
Alabándote siempre.
Tras la lectura del evangelio de Mateo, sobre la parábola del Reino de los Cielos y los justos e injustos, Fray Jimmy recordó en su homilía que no existe dicotomía alguna entre fe y cultura.
“Lo he dicho muchas veces y lo seguiré repitiendo muchas veces más: la fe y la cultura van tomadas de la mano. No están distanciadas y muchísimo menos están batallando una contra la otra. Este lugar nos demuestra cada vez más cuantas presentaciones y cuanto arte no se ha dado en las cuatro paredes de este recinto, pero también cuanta espiritualidad no se ha reflejado, aparte de las misas, y mucho deseo de que se viva en Puerto Rico en la armonía de la fe y la creatividad de la cultura. Las dos son necesarias. Si apagamos o distanciamos una de las dos, vamos a estar incompletos como nación, como individuos y como institución también”.
Casellas, además, puso en perspectiva la cita política a la que la historia confronta a Puerto Rico, en la presente coyuntura de acontecimientos de descomposición gubernamental y emancipación popular.
“Todas estas situaciones que todavía suceden deberíamos tomarlas, me atrevo decirlo, como un reto de Puerto Rico al mismísimo Puerto Rico; para los que aquí vivimos y tomamos esto como nuestra Patria. Son dueños de su tierra, de su cultura y de su fe. No dejen que algunos tontos e incautos la quieran llevar a otro sitio. Ustedes son los dueños y deciden a dónde va, cómo va y quién lo va a llevar”.
El sacerdote franciscano aprovechó para aclarar la diferencia entre política y partidismo.
“Eso es lo que significa un pueblo y lo que significa verdaderamente política, que viene del griego ‘polis’, que significa ciudad […] No es cuestión de partidismo ni de bandera, sino es defender y estructurar una ciudad para que sea de beneficio para todo el mundo. Seamos verdaderos políticos, amantes de nuestra ciudad, la cultura y la fe. No permitamos que los caprichos de algunos y los intereses económicos de otros hagan que una nación tan preciosa y única como la nuestra se pierda en el vacío”, anunció proféticamente el presbítero franciscano.
La liturgia continuó con la Oración de los Fieles, oportuna para que Fray Jimmy orara por los gobernantes de Puerto Rico. “Para que efectivamente entiendan que la voluntad de un Pueblo no es el beneficio de unos pocos, oremos al Señor”, dijo Casellas al invitar a los presentes a orar por intenciones particulares. Varios pidieron por un buen inicio del año escolar, por los policías, por el 23 aniversario de la Fundación y el descanso eterno de la patriota Lolita Lebrón, cuyo noveno aniversario de fallecida se conmemoró el 1 de agosto.
Tomados de las manos, todos rezaron el Padre Nuestro. Finalizada la misa con la bendición sacerdotal, como de costumbre, los fallecidos fueron recordados por los presentes.
Un sobre blanco con un papel en su interior, con una cita o breve semblanza del artista a mejor vida, fue entregado a las personas, quienes lo leyeron a manera de recordación, seguido de un fuerte aplauso.
“El Reportero fue una de sus plataformas de lanzamiento como cronista deportivo. Fungió como director de deportes para radio y televisión en WIPR y fue parte de los equipos noticiosos de Tele Once, Univisión, Telemundo y el desaparecido Canal 24. Pero en su labor social se dedicó a la Fundación Cabecitas Rapadas de la cual fue cofundador y presidente. Recordamos a Avelino Muñoz Stevenson”, leyó la teatrera Adriana Pantoja.
“Actor, locutor, maestro de ceremonias y animador. Este coameño hizo la transición de la radio a la televisión y fue diverso en su quehacer artístico. Trabajó en cine, novelas y obras de teatro. Sin embargo, su labor artística se complementó con las leyes y también desarrolló una carrera como fiscal. Recordamos a Santos Nazario”, enunció Padre Jimmy.
Leídas las semblanzas, la soprano Melliangee Pérez selló el acto de recordación con la interpretación de “Creo en Dios”, acompañada al piano por Lucecita Soler. Una versión que de seguro se tradujo en luz para las almas de los fenecidos.
Luego, el director ejecutivo de la Fundación, el quijotesco y perseverante periodista Javier Santiago, agradeció la asistencia a la misa y reafirmó su compromiso con la cultura y la gesta de documentar el acontecer artístico de los boricuas en y fuera de Puerto Rico.
“Es un momento en que estamos bajando un poquito la diapasón y pidiéndole a Dios que todas estas cosas lleguen y se pongan en su sitio. Y que podamos producir los que estamos aquí y queremos al País que podamos seguir levantándolo. Con la memoria de todos los que se han ido, pero que dejaron todo su esfuerzo, nosotros seguimos en la Fundación contra viento y marea. Vamos a seguir para el 24, el 25 y todos los que vengan”.
Al final, este medio intercambió impresiones con la experimentada periodista deportiva Lyssette Santiago. “Javier Santiago y grupo, que aunque sé que no tiene mucha gente, los que están con él, han hecho dos cosas bien importantes: una, consagrarle a Dios el arte y la cultura de nuestro País. Y la segunda, dar a conocer a muchas de las personas que han muerto este año y están ligadas a nuestra cultura y arte popular. El Padre Jimmy es un gran sanador y una persona que es un gran puertorriqueño que ha venido a bendecir y a sanar. Yo, por lo menos, de esta actividad salgo muy contenta y agradecida a todos en la Fundación”, concluyó.