‘Straight’: íntimo y en detalle

Por Alina Marrero
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

Producciones Aragua contó con un equipo de excelencia lanto en lo artístico como en el montaje técnico. (Foto Alina Marrero para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Producciones Aragua siempre queda bien. Florentino Rodríguez, elegante y determinado, procura para sus producciones, la excelencia. El repertorio de Aragua es diverso: infantiles, espectáculos para Navidad, dramas, comedias y no se subestima ni el público ni el medio. Rodríguez, quien está al tanto de lo que pasa en el teatro en todas partes, se esmera con lo que va a presentar. No nos extrañó, entonces, que seleccionara para un montaje la comentada comedia “Straight”, de los dramaturgos norteamericanos Scott Elmegreen y Drew Fornalora, y que para el mismo, procurara una comprobada directora (Sonia Valentín), actores indudablemente talentosos y disciplinados (Laura Isabel Cabrera, Jorge Castillo, Jonathan Cardenales), uno de los mejores diseñadores de luces de nuestro país (Quique Benet), un experimentado escenógrafo (Felix Vega), una acertada vestuarista (Elba Delgado), una traductora de inglés a español de experiencia (Lynnette Salas) y un equipo de producción a la altura de sus expectativas. Florentino le dio a su producción una promoción buenísima, la cual nos provocó curiosidad.

“Straight” tuvo su estreno Off Broadway en 2015, con mucho éxito. Después, estrenó en México y España, entre otros países. En Puerto Rico estuvo en cartelera desde el 7 al 16 de junio, en la Sala Carlos Marichal del Centro de Bellas Artes de Santurce, con funciones viernes, sábado y domingo. Asistimos a la función del sábado 15 de junio.

La trama se transporta de un contexto sajón a Puerto Rico. (Foto Alina Marrero para Fudación Nacional para la Cultura Popular)

La trama de la obra expone un triángulo amoroso cuyo eje gira conforme el conflicto de un hombre mayor que sostiene una relación amorosa con un hombre joven, a la misma vez que con su novia de muchos años. No es la primera vez que este hombre mayor se siente atraído por otro hombre, pero es la primera vez que se atreve a sostener una relación homosexual, aunque no contempla terminar la relación con su novia de tantos años. El joven sabe de la existencia de la chica, y suponemos que la chica lo sospecha, pero no se muestra ese conflicto en la acción y hasta nos pasa la idea por la mente de que a ella no le molestaría. Llega el momento en el cual la presión de ambos amantes lo empuja a tomar una decisión. A pesar de que el hombre mayor reconoce estar más cómodo con una persona de su mismo sexo, la decisión que toma es la más convencional.

La opinión de la crítica internacional sobre el texto, riñe. Se ha dicho que “Straight” es “una pieza brillante y muy bien escrita que invita a la audiencia a considerar la sexualidad en una forma nada tradicional”. Por otro lado, se ha dicho que parece “una comedia predecible de la década de 1980”, con sugerencia de elenco de actores de aquel momento para garantizar el éxito.

Jonathan Cardenales logró una actuación estelar. (Foto Alina Marrero para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Confesamos que este texto no nos dejó fascinados. Nos decepcionó que no propusiera algo novel. No obstante, gracias a la luz que nos abraza al otro lado de la incomodidad que puede provocar lo que tenemos delante, y al recordar que no es requisito para el teatro, ni tampoco su misión, ofrecer soluciones a nada en la vida, ni decir algo nuevo, decidimos mirar la situación lejos del juicio personal. Precisamente porque no salieron con algo nuevo, entendimos que los dos autores, están diciendo lo que se tiene que ser dicho en estos momentos, y lo hacen con la valentía de saber que pueden enfrentar juicios como el nuestro. La obra tiene otros puntos a su favor. Los parlamentos son buenos y la ruta de la intención está tan definida como los personajes. Los autores logran que no adivinemos el final, hasta el final. Los tres personajes, tres criaturas cobardes antagonistas de la felicidad, se comportan como demasiados ciudadanos actuales del planeta. Y podrían ser antipáticos desde el punto de vista moral, de baja autoestima. El hombre mayor está justo en el medio de lo “¿mejor? de dos mundos” y ha hecho de su egoísmo su forma de vida. El hombre joven homosexual, da la sensación de “ocho loco de la vida” y oculta su homosexualidad a su familia. Ella, científica dedicada, mujer brillante y altamente capacitada, ha aceptado durante años, una relación con un hombre a quien solo ve dos veces en semana y quien no quiere, no digamos casarse, ni siquiera vivir con ella. Sin embargo, los personajes son simpáticos. Sucede que todo ocurre con tanta naturalidad que nuestra humanidad se expone, y eso puede molestar.

Laura Isabel Cabrera tuvo un desempeño “brillante” en su personaje de “Emily”. (Foto Alina Marrero para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

La trama de esta obra, que originalmente ocurre en Boston, fue trasladada a Puerto Rico para este montaje.

El logro sobresaliente de este montaje fue la intimidad y el detalle en el desarrollo de los personajes, resultado, sin duda, de la interacción de los actores con la inteligente dirección de Sonia Valentín. La directora se mantuvo constante de principio a fin en su tráfico escénico realista y en las transiciones entre las escenas. Aplaudimos la selección del tema musical “Things Have Changed” de Bob Dylan, trabajado con acierto por Chenan, cuyo título puede interpretarse como una ironía. Valentín debería, tal vez, considerar otra mesa de comedor. La altura de la mesa imposibilitó, para un gran sector de la sala arena a tres lados o semi arena (entre ese sector, el que quedaba justo delante de la escenografía, donde estábamos), la visión de una importante escena que ocurrió en el piso.

Nos dio gusto ver a uno de nuestros mejores, Jorge Castillo, en su magnífica interpretación del banquero Benni. Desde su regreso a Puerto Rico, Jorge no ha dejado de estar activo y esperamos verlo más. Como Emily, Laura Isabel Cabrera tuvo un desempeño brillante, bellísimo. Imposible no enamorarse de ella. La estrella fulminante de la noche fue Jonathan Cardenales, por su imponente presencia, por su voz, sus movimientos y sus maneras, muy bien trabajadas y sinceras. Tomó las riendas de un personaje hermoso y triste, dado que, de los tres personajes, es quien tiene más posibilidades de perder en la trama.

Jorge Castilló acertó como el banquero “Benni”. (Foto Alina Marrero para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

La combinación de las luces y la escenografía nos dieron la sensación de estar metidos dentro de una pintura de Vincent Van Gogh. Esto fue sumamente placentero.

Completan el equipo de producción Patricia López en el maquillaje, Guisseppe Vázquez en la utilería, Rafi Claudio en las fotos publicitarias y Javier del Valle en el arte gráfico, la publicidad y los medios.

Felicitamos a Aragua por esta producción y por todas las que sabremos desarrollarán con profesionalismo. Agradecemos a Florentino Rodríguez apostar al buen teatro en tiempos donde la confusión que produce una crisis podría hacer cambiarnos de parecer.

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