Por Javier Santiago
Fundación Nacional para la Cultura Popular

Comerío se vistió de gala y en un abrazo de pueblo celebró en la noche del jueves su dedicatoria del XXIX Festival Jíbaro Comerieño a Antonio Rivera, Tony Mapeyé, y su Orquesta Criolla Nacional, por su incansable labor en pro de la cultura puertorriqueña.
En un Centro Cultural Cirilo W. Meijers atestado de público, el pueblo comerieño, junto a su oficialidad y organizaciones comunitarias, se unió a visitantes y amigos del arte en un emotivo acto de reconocimiento que conmovió a los homenajeados en más de una ocasión.
Ocho jóvenes de Ballet Folkórico Nuevas Raíces, comenzaron la agenda artística delineada para Mapeyé. A lo que un joven cantor complementó interpretando con voz clara y potente “La Borinqueña” y el himno de Comerío. Este último, con su letra precisa, describe a la perfección el “jíbaro sentir” de esta comunidad campesina. De ahí que llamara la atención de muchos visitantes al escuchar a los parroquianos del lugar cantar sus estrofas a coro.
La maestra de ceremonia, Liz Delia Martínez, inició entonces el protocolo de manera ejemplar. Segmento a segmento mostró su agilidad y dominio al saludar de forma amena una extensa lista de invitados, complaciendo – y cumpliendo – con toda la oficialidad programática.

Punto seguido, el Padre Pedro dio muestras de su elocuencia minutos antes de realizar la invocación del acto. Habló de la grandeza de la gestión socio cultural que se hace en Comerío, la cual se evidenciaba en el acto delineado por el Comité Organizador del Festival Jíbaro Comerieño.
“Un pueblo que tiene la mirada puesta en el futuro con los pies bien puestos en el presente”, dijo en tono enérgico el sacerdote al elogiar la evidente integración en equipo del sector civil comunitario con la administración municipal.
El alcalde Josian Santiago entonces tomó la palabra para destacar los méritos del homenajeado. Reconoció “la buena vibra” que se había creado en el ambiente ante el anuncio de la dedicatoria a Tony Mapeyé, a quien describió como un hombre “sinónimo de solidaridad; de espíritu desprendido”. Y de inmediato leyó la Proclama Oficial del XXIX Festival Jíbaro Comerieño, cuyo mensaje fue hilado en versos por el trovador Eduardo Villanueva.
El Mandatario Municipal bajó de la tarima hasta el lugar donde se encontraba Rivera y sus compañeros de grupo. En un abrazo le entregó la Proclama Oficial y una hermosa obra de arte hecha en madera por el artesano Ricardo Núñez.
Para los presentes se leyó entonces una semblanza de la trayectoria de Tony Mapeyé, la cual fue sellada por emotivas palabras, recordando su gesta de compromiso político social. “Cuerdas de sangre, cuerdas de defensa de esta nación puertorriqueña”, dijo uno de los presentes al destacar que más allá de la labor artística, también está el ejemplo patriótico de reafirmación de identidad nacional que siempre le ha acompañado.

Tony subió entonces al escenario para aceptar la dedicatoria del XXIX Festival Jíbaro. Compartió los honores con “todos los integrantes de Mapeyé durante los pasados 40 años”. Y expresó la satisfacción que siente por la labor realizada hasta este momento.
Los gestos de afecto y admiración fueron innumerables para el músico y sus compañeros de labor. Hubo entrega de obras de arte, mensajes de grupos comunitarios, abrazos de amigos en las lides artísticas… De hecho, la oficialidad del Gobierno Estatal también se sumó al acto con mensajes del actor Marcos Carlos Cintrón en representación del Director Ejecutivo del Instituto de Cultura Puertorriqueña, y la del ex alcalde de Loíza, Eddie Manso, quien leyó la proclama senatorial a la Orquesta Criolla Nacional presentada por el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz.
Los Hijos de Mapeyé: un cierre de excelencia
Cumplido con los protocolos, el programa artístico pasó a coronar la noche con la presentación del colectivo Los Hijos de Mapeyé. Compuesto por Eduardo y Ricky Villanueva, Raúl Maldonado, Moisés “Mocho” Ramos, Nelson Cintrón, Neftalí Ortiz hijo, Joseph Torres y Mónika y Christian Nieves, el grupo hizo un breve pero muy preciso recorrido por la aportación de Mapeyé al pentagrama musical.
Dirigidos por Christian Nieves, la excelencia de cada uno de los integrantes se probó contundentemente en un viaje musical donde todos tuvieron la oportunidad de lucirse por igual.
Los arreglos originales, la selección de compositores y temas fueron marcando un ritmo ascendente al son de seises, guarachas y hasta un danzón.

Las voces de Mónika, Jospeh, Ricky y Eduardo – brillantes por separado y en conjunto – se remontaron a temas grabados por Mapeyé como bien fueron “Ni la alquilo, ni la vendo”; “Linda borinqueña”; “Acuse de recibo” y “Ahora me despido”.
El calibre vocal de excelencia se complementó igualmente con temas instrumentales – como “Palo de pan” de Juan Peña – en los que el conjunto comandado por el maestro Christian Nieves realizó una ejecución “de lujo”.
Cabe señalar que durante toda la actividad, el montaje audiovisual realizado por José Daniel Rodríguez, fue más que atinado al entrelazar gráficamente datos con imágenes de las cuatro décadas de trabajo de este importante colectivo musical.
La noche terminó en alto, con la interpretación de un ardiente y cadencioso seis chorreao al cual le siguió el punto culminante: el abrazo de los integrantes actuales de Mapeyé con el relevo generacional representado por Los Hijos.

Los saludos y pases de instrumentos a los actuales maestros fue, además de emotivo, un toque sublime que representó el respeto y agradecimiento de la nueva generación a quienes han dado la batalla contra viento y marea por afirmar la identidad nacional desde el pentagrama musical. Definitivamente fue este el momento feliz que coronó una noche sumamente emotiva para Tony Mapeyé y su grupo.
Así Comerío – en pleno – se lució de principio a fin con una actividad ejemplar no solo en lo artístico sino también en su organización impecable. Y con este acto memorable e histórico del jueves, marcó su anticipo de otra edición del Festival Jíbaro que el próximo fin de semana – del 7 al 9 de junio -se celebrará en este pueblo reconocido por todos como “Cuna de Trovadores”.