Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
La Cultura honró este fin de semana la memoria de la inolvidable líder nacionalista Lolita Lebrón.

En la efeméride de su centenario, se celebró a su honor la Romería para la Paz y la Libertad, que partió de la Plaza de la Convalecencia en Río Piedras, recorriendo sus inmediaciones por la Avenida Ponce de León hasta finalizar con un acto artístico en la Casa Cultural Ruth Hernández Torres.
La poesía, el teatro, la música y las artes plásticas fueron instrumentos útiles para recordar a la mujer convertida en mito y mártir de la causa libertaria de Borinquen el 1 de marzo de 1954 durante su ataque al Congreso de Estados Unidos, en compañía de Rafael Cancel Miranda, Andrés Figueroa Cordero e Irving Flores.
En la estación del Tren Urbano, la actriz Georgina Borri interpeló sutil y tiernamente a los presentes con el despliegue de paso dramático sencillo, pero contundente: la reconstrucción de la Nación.
La reconocida actriz utilizó telas multicolores con las siluetas geográficas de los 78 pueblos del archipiélago, mostrando al final la configuración gráfica de la nueva Patria.
Tras el peregrinaje con consignas y la lectura de versos inspirados en su gesta, los participantes disfrutaron de una cena en la Casa Cultural Ruth Hernández Torres.

Luego, conforme a lo planificado por Poetas en Marcha, Las Lolitas en su Centenario y el Comité de Solidaridad con Cuba, encabezado por Milagros Rivera, la jornada en honor de Lolita Lebrón continuó con la poesía revolucionaria del rapero Mala Cara (Nelson Monterola), de un verbo contundente y punzante.
“Ya llegó a mandar en Puertorro
una ‘fokin’ junta de control fiscal.
Está compuesta por gente
que hasta quebraron el banco gubernamental.
Y lo cierto es que ninguno de estos
tiene de tarea la deuda auditar
sólo pagarle a los bonistas
que al pueblo van a clavar”.
El poeta no vidente, David Santiago, considerado uno de los declamadores más reconocidos de Puerto Rico, también le dedicó unos versos.
“El eco de su voz quedó impregnada
sobre los huesos de la cúpula
del imperialismo norteamericano.
Siete fusiles estallaron
dejando las huellas profundas
sobre las paredes de mármol
del congreso demócrata y republicano.
La Juana de Arco boricua
marcó con balas la historia,
su convicción, conciencia y valentía
contra la conspiración de los colonizadores…
Lolita Lebrón, señores, madre ostentosa de la Patria
Madre militante de la revolución
Madre amorosa de la Nación…
Todavía se escucha el grito de su voz:
‘Yo no vine a matar, vine a morir’
por la libertad de Puerto Rico”.
La actividad continuó con un breve recital a piano de Ariel Hernández, quien interpretó “Amanecer borincano” en compañía de su compañera Solimar Ortiz, animadora del acto cultural, y de varias maestras de la entidad Educamos.
La joven cantante de Comerío, Alejandra Torres Soliván sorprendió con las melodías “Te doy una canción” y “Canción con todos” mientras el cantautor Alí Tapia interpretó una canción inspirada en el martirio de Filiberto Ojeda Ríos y otra de El Topo (“El Pescador de Culebra”) que sintetiza la lucha contra el imperio.
Sangre y plomo cantarán
sobre la rubias cabezas
hasta volar la cimiente
de la espiga venidera…
En el ínterin, el artista plástico Ali Francis explicó los símbolos de la serigrafía en cinco colores “Alegoría del triunfo de Lolita Lebrón” que le dedica en su centenario.

“El concepto del arte surge a principios de año cuando me encuentro con mi amiga Milagros Rivera. Dado al centenario, ella me sugiere que hiciera un arte sobre Lolita. En la semiótica quería que la propia imagen nos diera datos de quiénes somos, quién es ella, de dónde es y de qué se trata. Quise que en la obra se vieran las influencias negra, taína y española […]”, explicó Francis.
Por su parte, William Pérez Vega reiteró ayer el compromiso de la poesía militante y solidaria de Poetas en Marcha, colectivo sin fines de lucro que dirige y que este año honra a la heroína nacional.
“Desde el primer momento nos interesaron las actividades de Las Lolitas en su Centenario porque esa heroína patria hay que celebrarla todos los días. A veces se tiende a menospreciar la aportación del arte en los procesos de cambio y los procesos revolucionarios. Para nosotros en Poetas en Marcha la poesía es un instrumento más en la lucha de los pueblos y en este caso de nuestro pueblo, en la lucha hacia la emancipación total”.
Casi al final, la licenciada Aleida Centeno, quien carga la Medalla de Heroína Nacional que se le confirió póstumamente a Lolita, representó a la líder nacionalista en un monólogo en que sintetizó los antecedentes de su despertar y compromiso por la lucha libertaria de Borinquen.
“Patriotismo es voluntad inquebrantable. Patriotismo es voluntad y esfuerzo. Sacrificio no. Porque para el patriota el deber no es sacrificio. El deber es la vida. El patriotismo requiere la ofrenda y en esta no hay parcialidad. Es o todo o nada. Podemos creer en la alucinación del amor propio que hemos hecho todo y no hemos hecho nada porque el patriotismo no es el amor propio, sino el amor patrio”, leyó Aleida de un escrito de Lolita Lebrón, tras una conversación con don Jacinto Rivera Pérez, ex presidente del Partido Nacionalista de Puerto Rico.
Como epílogo, Wanda Pabellón y Las Lolitas entonaron el Himno Nacional de Puerto Rico: La Borinqueña.
Las actividades continuarán cada mes hasta el 19 de noviembre, cuando Las Lolitas en su Centenario, organización formada gracias a la convocatoria de la líder independentista María de Lourdes Santiago, clausurarán la efeméride con una serenata a su honor en el Cementerio María Magdalena de Pazis en el Viejo San Juan.