Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Desde 1971 los Rayos Gamma se dedican a ofender a todos por igual.

Si implacables son con sus críticas al PPD y PNP, el PIP tampoco sale ileso de sus sátiras, parodias y comedias musicales.
Los Gamma, por 47 años, han representado la catarsis y válvula de escape de la colonia portorricensis, con la gama de complejos, miedos, inseguridades y antagonismos ciudadanos que acarrea la destrucción del espíritu de un pueblo sometido a procesos de transculturación y asimilación de poco más de cinco siglos, exacerbados durante los últimos 120 años de explotación y saqueo imperial estadounidense y durante las pasadas seis décadas, con la anuencia sutil de las colectividades aludidas.
Por eso, cada puesta en escena de los Gamma, es pertinente. Es un pretexto para reírnos de nuestra desgracia colonial y, amparados en los valores de una presunta democracia, ejercer, comunicadores y destinatarios del discurso Gamma, al igualmente aparente derecho a la libre expresión.
El espectáculo “La Junta los junta”, producción de Gilda Santini celebrada anoche a casa llena en el Centro de Bellas Artes de Caguas, es otra expresión de resistencia cultural.
Silverio Pérez, Sunshine Logroño, Jacobo Morales e invitados, bajo la ágil dirección musical del pianista Cuqui Rodríguez, la cantaron como las ven, desde perspectivas críticas que omiten o sencillamente ignoran los medios masivos de comunicación.

La herencia del fenecido periodista Eddie López, creador de los Gamma, trasciende el calendario. Y aun con una solución del estatus colonial no perdería relevancia porque toda sociedad necesita de voces artísticas que, aprovechando las posibilidades que presentan las expresiones culturales, se hagan eco de sus acontecimientos, dilemas, pesadillas y desvelos.
Basta tomar el pulso a la contemporaneidad nacional; echar un vistazo a la agenda noticiosa cotidiana y al libreto que, cuatrienio tras cuatrienio, estrategas de comunicación conceptualizan y siguen al pie de la letra desde los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, para anticipar qué se puede esperar de un espectáculo de los Rayos Gamma.
Así, durante casi dos horas, la grey de jóvenes adultos y maduritos que llenó la sala a su capacidad rió a carcajadas con las sátiras y parodias sobre el escándalo de la secretaria de justicia Wanda Vázquez; los dilemas del comisionado de seguridad pública Héctor Pesquera; el fenómeno del ‘nuevo jíbaro’ que se forja en Bad Bunny; los antagonismos entre el presidente de Estados Unidos Donald Trump y la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz; la privatización del patrimonio; el poder detrás del trono que sostiene Thomas Rivera Schatz; la muerte del PPD y la reciente convención de la colectividad en un hotel de Río Grande; la imposibilidad de la estadidad; el despido de Angelimari Rodríguez (¿recuerdan, la chica del date con Ricky? La misma del ‘puestazo’.); la opresión de la Junta de Control Fiscal; el despelote en el Departamento de Educación durante la presente incumbencia de la secretaria Julia Keleher y el chiste del desgobierno de Ricky Rosselló, entre otros asuntos.
En temas de actualidad, no faltó la reciente legislación federal que prohíbe las peleas de gallos y el traje típico de Miss Universo Puerto Rico, Kiara Ortega, aunque se pudo considerar el caos en Vieques y la presión al Dr. Mario Marazzi para que renuncie a la dirección del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico.

Si bien es notable la ausencia de Horacio Olivo, la voz privilegiada de los Gamma y su locutor por excelencia, sus compañeros Sunshine, Jacobo y Silverio le imparten continuidad a la obra del colectivo con devoción, compromiso, entusiasmo e ingenio.
Y es que los Rayos Gamma no mueren con los tiempos.
Silverio compone, canta, readapta éxitos musicales y escribe; Jacobo actúa y desentona con exquisitez (¡el día que afine pierde su encanto!) y Sunshine también escribe, crea, actúa, canta y parodia, como en su imitación de Raphael Martos con “Cuando tú no estás” y en la representación de Donald Trump.
Silverio, Jacobo y Sunshine brillan colectiva e individualmente, con pasos de comedia, como el noticiario “Qué es lo que pasa aquí, ¿ah?”, el melodrama de los Hijos de Putin y el ‘sketch’ del personaje “Vitín”, respectivamente.
Siempre, comunicadores al fin, mantienen el contacto con los espectadores, incluso interactúan mediante sondeos esporádicos basados en preguntas sencillas, cuyas respuestas miden con la intensidad de sus aplausos.
Asimismo cabe recordar que, si bien los Rayos Gamma pueden sostener por sí solos un espectáculo, la participación de otros talentos abona a la variedad y espectacularidad de sus puestas en escenas, que se caracterizan por la combinación de música, rutinas teatrales y coreografías que aportan sus invitados especiales.
De manera que anoche se debe reconocer la extraordinaria contribución de talentos como Rangely García, creadora de la serie de dibujos animados De la Nada; el cuatrista Luis Sanz en “Hijos del cañaveral” y otras canciones; Omar Santos, José Carlos Sánchez; el comediante y cantante Jesús Muñoz (Culebro Mendoza), el actor Danilo Beuchamp, la cantante Michelle Brava y la magnífica dirección musical de Cuqui Rodríguez, entre otros.
Así, ante la aparente resignación popular respecto de la inminente pérdida de la Nación, que bueno que los Rayos Gamma aún existen e interpelan la conciencia nacional con la carcajada hiriente de la parodia de su desgracia colonial.