Contundente regreso de la Banda Acústica

Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

El colectivo está integrado por los cantautores Mikie Rivera, Rucco Gandía, Nore Feliciano, Tito Auger y Walter Morciglio. (Foto Jaime Torres Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Una Nación sin cantautores es una causa perdida.

La canción y la poesía son la más poderosa artillería contra la opresión gubernamental.

En Puerto Rico abundan voces y guitarras muy comprometidas con una Patria que duele, clama rescate y emancipación y sufre la polarización de sus hijos.

Cuando varios cantautores unen sus talentos, brilla la esperanza. Y si cada cantautor, de por sí, es un ente con trayectoria y voz propia, el resultado es la comunicación de un mensaje contundente de resistencia.

Por eso La Banda Acústica Rodante (LBAR), que el viernes pasado estrenó en La Respuesta en Santurce su segundo cd “Volumen I”, es un signo musical de indiscutible reafirmación de lucha e identidad.

El junte de los cantautores Nore Feliciano, Rucco Gandía, Mikie Rivera, Walter Morciglio y Tito Auger es un suceso.

Walter Morciglio aporta “El circo” a la producción. (Foto Jaime Torres Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Cuando en 2014, en el marco del Festival de Claridad, aparecieron con su homenaje a don Rafael Cancel Miranda, de inmediato evocaron iniciativas culturales de otros mercados, como “Doce Barbaros 1 + 2” que en 1976 reunió a los cantautores cariocas Caetano Veloso, Gal Costa, Gilberto Gil y Maria Bethania, y Os Mutantes, concepto orientado al rock encabezado por Rita Lee y los hermanos Sergio y Arnaldo Dias Baptista.

En años recientes LBAR evoca proyectos como “El Gusto es Nuestro”, que integraron Ana Belén, Miguel Ríos, Víctor Manuel y Joan Manuel Serrat, y Tribalistas, que en Brasil ha reunido nuevamente a los cantautores Marisa Monte, Arnaldo Antunes y Carlinhos Brown.

Contextualizar la trascendencia del proyecto de Nore, Tito, Mikie, Rucco y Walter es necesaria para comprender que su propuesta, culturalmente hablando, interpela la conciencia, si es queda un ápice, de los estrategas del negocio del espectáculo y los radiodifusores.

Puerto Rico se encuentra en una encrucijada sociopolítica y la música urgente e inevitablemente siempre ofrece respuestas y pistas; es faro de concienciación de las masas.

Mikie Rivera incluyó en el concierto de presentación el tema “No cantaré”. (Foto Jaime Torres Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

El viernes quizás no asistió el público esperado, a pesar de tratarse de uno de los lanzamientos colectivos más trascendentales del año en el mercado local.

Iniciativa resultado de la autogestión, lo cierto es que peor e imperdonable hubiese sido nada. Porque cuando no se desarrolle un proyecto como el de la LBAR seguramente se habrá perdido a la Nación.

El concierto fue estructurado en tres partes, sin intermedio. En la primera cada cantautor interpretó la canción que mejor lo representa, acompañado con las guitarras, los coros y armonías vocales de sus colegas.

Así escuchamos “Todavía” (de Rucco), “A dónde voy” (Walter), “Al frente” (Tito) “#24” (Nore) y “No cantaré” (Mikie).

Luego pasaron al estreno de la producción de “Volumen I”, un disco urgente, con el que la LBAR asume con arrojo y convicción su compromiso con un País que se le arrebata de las manos a los puertorriqueños sin que tristemente se den cuenta.

Rucco y Tito interpretaron respectivamente “Todavía” y “Al frente” en La Respuesta. (Foto Jaime Torres Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Al escuchar “El decreto”, “Cada cosa”, “El circo”, “Si me muevo”, “La manada”, “Todas” y “Yo canto” no hay duda de que LBAR pensó muy bien su propuesta, articulando un discurso orientado a una reflexión nacional seria sobre la nube de amnesia e inmovilidad que cubre el habitante promedio mientras el País se vacía con la más dramática ola migratoria que se registra hacia el Norte desde la gran recesión de mediados del siglo XX y se empobrece con medidas de austeridad impuestas por una junta imperial y con la corrupción del bipartidismo.

“El decreto”, letra y música del colectivo, esboza la patología social del consumo al que el ‘capitalismo del desastre’ condena a no pocos pueblos.

He aquí uno de los grandes aciertos de un disco en el que no hay rellenos, como “El circo” (Walter Morciglio), denuncia contra el adoctrinamiento colonial, con alusiones a la doctrina del shock de Naomi Klein y a la sedación perenne de un pueblo que se olvidó de sí mismo.

“La manada” es una canción autobiográfica de los cinco cantautores y su misión y compromiso con el País desde la plataforma creativa de LBAR.

Nore Feliciano es la voz femenina del colectivo. (Foto Jaime Torres Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Con “Yo canto” (Rucco Gandía) concluye la secuencia de siete composiciones del disco “Volumen I”; catarsis, resolución y reafirmación del rol sociocultural y político de LBAR en la colonia saqueada y vejada por Estados Unidos.

La tercera parte del concierto en La Respuesta presentó a Nore con “No lo podrán hacer” del disco “Querido Rafael”; a Rucco con “Música”; a Mikie con “HF”, inspirada en el martirio del patriota Filiberto Ojeda Ríos; a Tito con “El wanabi”, de su repertorio con Fiel a la Vega; a Walter con “Nada particular” de Miguel Bosé y, como despedida, “Boricua en la luna” de Juan Antonio Corretjer y Roy Brown.

Musicalmente, LBAR es una propuesta insuperable. Orgánica, se pasea con pasmosa fluidez del rock a la trova y la balada, con arreglos acústicos que descansan en la base armónica provista por el bajo de Rucco para las guitarras de Nore, Tito, Walter y ocasionalmente Mikie, quien aporta la percusión, como complemento a la batería de Nitayno Arayoán, aunque en el disco la grabó Tony Escapa.

La armonización de voces; la facilidad con que Walter dobla de la guitarra acústica a la eléctrica; el dulce fraseo y la melodiosa voz de Nore; la veteranía de Rucco y las voces poéticamente proféticas de Mikie y Tito, con sus armónicas, sustentan que LBAR sea la propuesta musical perfecta que necesitaba la Nación para enfrentar los retos que le depararán los próximos años de definición y autodeterminación política.

Como versa la composición de Rucco, LBAR canta porque siente que si no canta revienta y canta porque necesita gritar a los cuatro vientos lo que siente el corazón…

El disco “Volumen I” llegará esta semana a los establecimientos del País y estará disponible en los portales de música digital.

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