Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El experimentado actor y director Moncho Conde celebrará los 40 años del montaje de “Juan, El Obrero”, con una puesta en escena este viernes, 10 de agosto, en la sede de la Fundación Nacional para la Cultura Popular en el Viejo San Juan.

La vida artística de Conde inició a los nueve años, edad en la que comenzó a escribir y ya hasta dirigía un grupo de “15 muchachitos en la barriada Tokío” en Hato Rey. Esa hazaña quedó plasmada en el Libro de la Historia de Puerto Rico como el director más joven. Fue Conde aquel niño que le pidió a la secretaria de Educación de entonces un espacio en la escuela para ensayar con el grupo de teatro, lo que consiguió y le concedieron una hora.
“’Juan, el Obrero” se estrenó en 1978 – a sus 19 años- en el café teatro La Tea en San Juan… Luego fui a Santo Domingo al Festival de Monólogos donde ganó en 1982. La obra representa a los obreros de Puerto Rico y lo que pasan. Todo se desarrolla en una barra, donde hago dos personajes. Uno es ‘Juan, el Obrero’ y el otro, ‘El dependiente’ que es dueño de la barra y se aprovecha de todo lo que el obrero dice borracho. El cliente llega a la barra a beber y como pasó un mal día se emborracha, se amanece y cuenta lo que no tiene que contar”, señaló el artista, que también escribió el texto.
A Conde nadie le contó lo que ocurría con los obreros, porque sus hermanos se desempeñaban en ese oficio. “Yo soy parte de eso. Yo tenía que ir a la barra de la barriada Tokío (área donde está ahora el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot en Hato Rey) a buscar a un hermano casi todas las noches. En el camino me contaba cosas que uno ni se imaginaba y al otro día ni se acordaba. Esto es verídico, porque había un dependiente, don Juan, que era quien sabía todo lo que pasaba y me decía que le comentara a mi hermano que ‘no hablara de esto porque ayer se puso a hablar’”, rememoró.
Moncho Conde recordó con orgullo que en 1977 fue seleccionado por el periódico El Mundo como el escritor más joven de Puerto Rico al realizar ‘Mr Macuto y sus discípulos’. “Llevo como 100 obras de teatro. Son 45 años haciendo teatro. Todas las piezas que hago son mías. Ya tengo mi cuarto ibro ‘Punto y teatro’…, de entrenamiento actoral. En ‘Las caras de un teatro pobre’, que hablo del teatro de Pedro Santaliz, de El Alacrán, del Teatro Bondo (de Ernesto Concepción y Jorge Rodríguez) y de mi teatro… Hablo de esa época del teatro popular en Puerto Rico. Después escribo ‘El actor y un ser extraño en el escenario’ que es sobre el entrenamiento actoral personal, cómo se prepara para la presentación. También, ‘Monodiálogo’ con obras de teatro, diálogos y monólogos. Lo hice porque en la escuela cuando mandaban a buscar obras, los nenes no encontraban. Ahí tengo cuatro obras cortas y cuatro largas, entre ellas ‘Salí del caserío’, ‘El cable’… Si tengo 10 obras de monólogos son muchas”.

-¿Es fácil hacer teatro en Puerto Rico?
-“El teatro no es difícil, sino conseguir permisos. Le hacen la vida imposible a los teatreros. Si no eres un productor que puedas meter un anuncio en televisión, o un productor que pueda sacar una licencia… Aquí los que tienen dinero se aprovechan para sacar una licencia de productor y no producen nada. Cuando hago teatro es porque yo mismo hago mis salas de teatro. Yo tuve Gran 15 en Tokío y el Teatro Diplo en Río Piedras. Ahora estoy estableciendo Actor Conde (al final de la avenida Ponce de León 1109), que es un teatro comunitario que se abrirá en Río Piedras. Espero que para el año que viene ya esté establecido para hacer mis producciones sin tener que decirle a nadie que me produzca. Los gastos serían mínimos. Yo creo en las producciones de teatro que duren más de un año. En el Teatro Diplo yo tenía obras que duraban seis, siete o nueve meses. No es hacer tanto gasto para un fin de semana. ¡Es difícil!”, expuso.
-Pero, la costumbre en Puerto Rico es estar en cartelera solo algunas funciones (dos o tres fines de semana), le comentamos.
-“Es la norma… Cuando estaba Teatro del Sesenta no había la regla de los productores, ni los permisos, ni tanta cosa del Gobierno. Ellos podían estar años haciendo presentaciones en su sala de teatro. Ahora es un fin de semana, porque también los técnicos te cogen y ‘te pasan por la piedra’. Tú haces una producción y todo el dinero se va en pagar los técnicos. A veces es injustamente, porque te meten cuatro o cinco técnicos para un turno. Si es de cuatro horas el turno, solo han pasado dos, y pides que cambies un micrófono y lo pasan como otro turno. Hay cosas injustas en el teatro que hace la vida más imposible a los actores y a las producciones”, explicó.

-¿Cuál es la temática de sus producciones teatrales?
-“¡De desahogo y crítica social! Dentro de la comedia siempre tengo la crítica social”, recalcó.
-¿Cuánto se afectó el teatro en Puerto Rico con el huracán María?
-“Aquí si tú miras, los que han estado es ‘la piñita’, siempre van a estar. Ellos pueden producir por el dinero. Pero, el teatro que se está dando en las calles, la prensa es poca la que apoya ese tipo de teatro. Si no pones un anuncio en televisión, es difícil que la sala se te llene. Aunque sea algo que no tenga sentido, se pasan llenas… Ahora mismo está el Coliseo de Puerto Rico con Joshua Pauta. ¡Por favor, un Coliseo! Esa es simplemente la promoción. Tú vas y lo más seguro no tiene sentido lo que estás viendo. La gente tiene que volver a lo que es el teatro, que siempre debe tener un mensaje. Vas a mis obras y sales con tu mente clara y pendiente a lo que está pasando en Puerto Rico. Sales pensando, no con la mente en blanco… ¿Qué aprendiste?”, cuestionó el artista de 59 años.
En camino una sala de teatro –
Un sueño en camino es la sala de teatro Actor Conde. Adelantó que será de dos pisos: en la parte superior habrá un área para teatro infantil con espacio para 100 personas, mientras en el primer nivel, la sala principal de 250 butacas para cine/teatro. “Los miércoles y jueves se ofrecerá cine puertorriqueño e independiente. Los viernes, sábado y domingo serán nuestras producciones. Cada domingo tendremos dos funciones; una en la sala de teatro infantil. En el piso de arriba estará también la galería con pinturas de los estudiantes. La parte de arriba será una academia de actuación, canto, modelaje y pintura. Habrá un pasillo que se llamará ‘Monumento del Actor Puertorriqueño’, que cruzará de la avenida Ponce de León a la urbanización Santa Rita para exposiciones de actores fallecidos. Tenemos una lista de 600 actores puertorriqueños fallecidos. Todavía siguen apareciendo más”, especificó.

Moncho Conde comentó que hace 15 años sometió al Gobierno la idea del Monumento al Actor Puertorriqueño. “Yo doy clases de teatro y le pregunto a los estudiantes quién es Pedro Santaliz u otro actor y no saben. Quiero tener ese monumento para cuando ellos tengan que buscar alguna información de un actor puertorriqueño, lo busquen y le expliquemos”, abundó.
El autor está escribiendo “Después de María…”, una comedia teatral para que el público que salga pensando sobre la realidad de Puerto Rico luego del embate del huracán. “Vas a gozar, pero pensando en lo que ha pasado después de María. Sale en el cuarto libro, ‘Punto y teatro’”, dijo.
Moncho Conde presentará “Juan, El Obrero” a las 8:00 de la noche, con entrada libre, en la Fundación Nacional para la Cultura Popular, ubicada en la calle Fortaleza número 56 en el Viejo San Juan.
El monólogo estará en cartelera luego el 24 de agosto en el Teatro América en Vega Baja.