Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
A dos meses del lanzamiento del disco “Mi Luz Mayor”, que dedica a su fenecida esposa Iraida González Planas, el maestro Eddie Palmieri sorprende con el disco “Full Circle”, concepto de nuevas versiones de sus grandes éxitos inmortalizados en su mayor parte por Ismael Quintana y renovados en la voz de Hermán Olivera.
En entrevista exclusiva para este medio alternativo y con su peculiar buen sentido del humor, Palmieri conversó sobre sus nuevos proyectos, pero antes reaccionó a una noticia que desconocía: que su disco de jazz latino “Wisdom” (Sabiduría) fue seleccionado entre los 20 más sobresalientes de 2017 por la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
La ceremonia de reconocimiento a los galardonados se celebrará el jueves 23 del mes en curso. “Me diste en mi corazón por el sufrimiento que he pasado con “Sabiduría” (Wisdom). Mi esposa Iraida, antes de morir, me dijo que lo titulara así. Este disco la compañía no lo incluyó en el Grammy. Lo dejé de escuchar. Es tan importante para mi corazón, que no lo volví a escuchar más porque no lo puedo mejorar. Es insuperable. Pero por la noticia del reconocimiento de la Fundación Nacional lo voy a escuchar otra vez. Quisiera asistir a la ceremonia de reconocimiento, pero si es difícil por la parte económica hablaré con mi amigo Luis Álvarez para que me represente en la actividad”.
Palmieri, que ha publicado álbumes de jazz latino como “Palmas”, “Arete”, “Vortex” y “Listen Here!”, destacó que “Wisdom” es el más complaciente de su carrera de más de seis décadas, que incluye colaboraciones con Cal Tjader y Tito Puente.
“En la composición “Sabiduría” tengo a Marcus Miller en el bajo. Él hizo los últimos discos de Miles Davis. Tengo en la guitarra eléctrica a David Spinozza, que grabó con John Lennon y Paul McCartney y también con la Yoko Ono Big Band. Están Ronnie Cuber, Joe Locke, Alfredo de la Fe, Luisito Quintero, Anthony Carrillo y otros”.
Eddie Palmieri acudió a una analogía muy original para describir la intensidad de la música de “Wisdom”: subyuga y conduce a un clímax, como el intercambio pasional entre un hombre y una mujer.
“Cada composición te lleva a un clímax. Estamos hablando de tensión y resistencia, como el sexo. En música, es la tensión y resistencia, cuando te encuentras en la sección rítmica con las armonías del jazz, que te llevan al máximo de un clímax musical. Nadie reconoce eso. Por eso en los discos de las orquestas que estamos escuchando siempre, recomiendo que si vas a salir con tu pareja a bailar se lleven dos almohadas porque los que están bailando se van a quedar dormidos”.
Es la intensidad interpretativa que distingue su nuevo cd, “Full Circle”, en que Herman Olivera interpreta clásicos de su repertorio, como “Vámonos pa’l monte”, “Muñeca”, “Azúcar”, “Lindo yambú”, “Óyelo que te conviene” (grabada por Ismael y Lalo Rodríguez), “Palo pa’ rumba” y “Pa’ la Ocha tambó”.
Palmieri indicó que establece un precedente en su discografía. “Full Circle me llena a mí sentimentalmente. También es el resultado de lo que podemos hacer con la tecnología. Mi hijo Eddie y Frank Abanate sugirieron la idea. “Pa’ la Ocha tambó”, que grabé en vivo en Sing Sing, y “Vámonos pa;l monte”, con orquesta grande con arreglos la primera de René Hernández, que me hizo años antes de morir y no había grabado. El arreglo de “Vámonos pa’l monte” es de Ray Santos”.
De alguna manera, “Full Circle” es un tributo a su inolvidable cantante Ismael Quintana, la voz de La Perfecta y de su segunda orquesta.
“Se fue en 1974 porque yo no firmé con Fania. Cuando se fueron los cantantes de las orquesta originales; que Héctor Lavoe salió de la banda de Willie Colón; Ismael Miranda de la Orquesta Harlow y Pete Conde de Johnny Pacheco, cada uno con tremendo éxito, se llevan a Ismael después que cantó “Puerto Rico” y “Adoración”. Tuve que buscar cantantes jóvenes y me encontré con Lalo a los 16 años. Le dije que me cantara algo y cantó el bolero “Deseo salvaje”, que había compuesto como a los 12 años, según me dijo… Jajaja”.
El disco “Mi Luz Mayor”, igualmente, será una experiencia avasalladora y muy complaciente para los seguidores de El Sol de la Música Latina.
“Son 20 músicos con Gilberto Santa Rosa y Herman Olivera. Fuimos a Las Vegas y grabamos a Carlos Santana en el número “Mi congo te llama”, del disco “Lucumí, Macumba, Voodoo”. Les doy las gracias a él y a Gilbertito Santa Rosa que nunca me cobraron”.
En “Mi Luz Mayor”, concepto que dedica a su inolvidable Iraida, Palmieri presenta sus versiones de los clásicos de Bobby Capó, “Qué falta tú me haces” (Gilberto) y “Soñando con Puerto Rico” (Herman).
“El 21 de septiembre, un día antes del cumpleaños de Iraida, vamos a estrenar ‘Mi Luz Mayor’, que canta Gilbertito. El disco saldrá en octubre”.
Nuevamente, Palmieri acudió a la analogía entre el sexo y su música para garantizarle a su público una experiencia sonora sin precedentes en la música bailable que se cultiva en el tercer milenio.
“La música latina es para volverte loco, man. Las estructuras de Cuba y de esos pioneros que aportaron tanto. En este disco tengo al Caballero de la Salsa, a la Voz del Caribe y a Carlos Santana. Herman canta cinco canciones y Gilbertito cinco”.
Con la franqueza que le caracteriza y la autoridad de una carrera magistral, Palmieri opinó que la música afrocaribeña contemporánea es un desastre.
El pianista y compositor de 81 años evoca con facilidad sus experiencias y memorias de la era del Palladium con Machito, Tito Puente y Tito Rodríguez.
“Es un desastre la música de hoy. Las estaciones comerciales en los 50 tocaban a Machito y sus Afrocubans, a Puente y a Rodríguez. Uno se queda escuchando radio y literalmente se tiene que ahorcar o meter un tiro. No hay solos de bajo, piano, bongó y timbal. Eso es lo que te da más tensión y resistencia para cuando entran los metales. Yo no creo que te voy a excitar con mi música, yo lo sé”.
Tampoco le agrada aludir a su música con el nombre genérico de salsa. “El mejor que lo contestó fue Tito Puente cuando dijo que la salsa que conoce es la de espaguetis. Hay que hablar de la rumba, que tiene el guaguancó, la columbia y el yambú. Después viene todo lo demás… Después ponen un muchacho jovencito a cantar y no hay tensión ni resistencia porque no se permite que nadie ponga un solo. Por eso cuando me preguntan qué opino digo que es un desastre y recomiendo que cuando salgan a bailar se lleven dos almohadas”.
Tras el lanzamiento de “Mi Luz Mayor”, el Rumbero del Piano aspira a grabar un disco de música afrocaribeña sinfónico. Sucede que es profesor de Rutgers University en New Jersey, donde ofrece clases magistrales de piano, invitado por el trombonista Conrad Herwig, director del Departamento de Jazz.
“Todo eso está pasando a la misma vez. Estoy grabando música clásica porque estoy enseñando en Rutgers University. Quiero traer esa orquesta al Carnegie Hall. La mayoría de la música es mía. Vamos a traer los tambores batá; vamos a tocar bomba y plena con una Sinfónica. Es mi meta para el 2020”.