El fenómeno sociocultural de Bad Bunny

Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

Para los milenials es el profeta de una nueva religión.

Para otros, incluidos graduados universitarios, jóvenes profesionales y algunos maduritos, es el portavoz de una cultura innovadora.

Son miles sus fans y, contrario a otros exponentes de la música urbana, en su fanaticada convergen personas de distintos estratos socioeconómicos.

Es el fenómeno, inverosímil para no pocos, del intérprete del trap, Bad Bunny. Su meteórico ascenso al estrellato, sin un disco en la calle, provocó una reunión de emergencia en la Academia Latina de la Grabación (Latin Grammy) para analizar si el suceso amerita que se instituya una nueva categoría en la música urbana.

El año pasado obtuvo varias nominaciones, pero este año no lo para nadie, aunque el criterio del Latin Grammy aun apunta a la consideración de un disco físico o tangible.

Lo cierto es que es un fenómeno sociocultural indiscutible y todos ansían colaborar con él, como hizo el salsero Víctor Manuelle con “Mala y peligrosa”.

El artista, cuyo nombre de pila es común (Benito Antonio Martínez Ocasio) es un muchacho de solo 24 años, de cuna humilde, que trabajó como empacador en un supermercado, que no terminó sus estudios universitarios en comunicación televisual y que sin la preparación académica e intelectual de otros, sí le favorece una identificación sincera y natural con la gente que solo aspira a ser feliz en un sistema en que la infelicidad es mercancía que se atosiga con el alto costo de la ansiedad.
Talento y ángel le sobran, pero más allá del mercadeo sobre todo le favorece el andamiaje de una maquinaria inusual: la gente, desprovista por generaciones de ídolos creíbles.

Millones de vistas de sus vídeos en Youtube; millones de bajadas de canciones en Itunes, Spotify y otros portales; un nuevo sonido; una nueva moda; un nuevo estilo, un nuevo discurso, enfoque y una imagen excéntrica y sin complejos, que exhibe sus uñas pintadas y hasta pelo en el pecho.

Su especialidad es el trap, pero transita sin dificultad por el reguetón y las fusiones urbanas con elementos electrónicos. No es un fenómeno de más de dos años y ya llenó el Choliseo José Miguel Agrelot sin mucha publicidad porque la promoción descansa en la voz popular.

Se reunió con René Pérez, por lo que eventualmente no debiera sorprender una colaboración entre ambas luminarias del espectro urbano. Al presente, Ozuna, J Balvin, Cardi B, Arcángel, Nicky Jam, Wisín, Almighty, Becky G, Daddy Yankee, Cosculluela, Farruko, Karol G, Enrique Iglesias y Prince Royce han solicitado colaborar con Bad Bunny en remixes, subiéndose al tren de su popularidad.

Una muestra de sus letras

Portavoz de una nueva filosofía de vida, que muchos aun no comprenden, desde la explosión del fenómeno en 2017 algunos lo han señalado como promotor de violencia, del sexo irresponsable y de las drogas.

Pero al analizar sus letras rápido se comprende que sencillamente habla como la gente en la calle. Es una conversación transparente, natural, sin adornos ni insinuaciones porque va directo al grano, en la jerga de una generación en la que los mejores amigos se tratan de ‘cab….’ y ‘pu…’

¿Palabras impublicables? Sí, como en su momento las grabó Calle 13 y otros artistas como Tego. ¿Frases pedestres? También, como las grabaron Héctor & Tito y Don Omar. Pero en el micro de sus letras no estriba el fenómeno arrollador de este artista, sino en el macro de su discurso.

En “Estamos bien” (to’ los míos están bien/no te preocupes estamos bien/aunque a casa no ha llegado la luz/gracias a Dios tenemos salud) comunica que al mal tiempo buena cara; actitud optimista ante el desmadre social nacional.

“Te boté”, con el ‘featuring’ de Arcángel, Darell, Nicky Jam y Ozuna, es la emancipación y superación ante una relación tóxica, que a veces limitan y enferman, pero con el idioma de la calle, que tod@s conoces muy bien. La canción, (Baby, la vida es un ciclo/y lo que no sirve yo lo reciclo) ha acumulado casi cuatro millones de ‘likes’ en Youtube.

La trascendencia de su propuesta, además, es evidente en su versión de “I Like It”, colaboración con Cardi B y J Balvin, que parte del estribillo y la melodía del éxito “I Like It Like That”, boogaloo grabado a finales de los 60 por Pete Rodríguez y grabado en 1997 por Tito Nieves. Su expresión de admiración por la mujer latina, con la atrevida oda a la sensualidad que se pudiera esperar de su imagen, es ideal para el mercado anglosajón y para la cultura latina en general por sus alusiones a Celia Cruz y Bobby Valentín.

Posiblemente, “Amorfoda”, un trap lento, casi al compás de una balada a piano, es la canción romántica que más le gusta a sus fans porque enfoca muy en su lenguaje los estragos de una decepción amorosa:

“No quiero que nadie me hable de amor/ya me cansé. Esos trucos ya me los se/esos dolores los pasé/hoy te odio en el secreto/ante todos lo confieso./Si pudiera te pidiera que devuelvas to’ los besos que te di/las palabras y todo el tiempo que perdí/me arrepiento una y mil veces de haber confiado en ti”.

Bad Bunny ha sorprendido a la industria sin la extravagancia del ‘blinblineo’ deslumbrante de los reguetoneros; con un vestuario de estampados multicolores; con su registro grave y engolado; sin recursos vocales e interpretativos extraordinarios, pero con rapeos en rima cuyos textos estructura con la jerga y la influencia cultural de su generación.
“Chambea”, “Dime si te acuerdas”, “Ahora me llama”, “Loca” y “Vuelve” son solo algunos de los éxitos de este artistas encumbrado por el pueblo, al margen de las maquinarias de una industria discográfica y radial decadente.

Bad Bunny es un fenómeno sociocultural que debemos seguir de cerca porque los niños, los preadolescentes, los jóvenes y jóvenes adultos de ambos sexos o géneros lo respaldan porque se reconocen y se sienten representados por él.

Después de todo, cada época tiene sus artistas.

Y rumbo al 2019 es la hora de Bad Bunny, que no necesita un disco, solo un fan con un móvil con acceso a Internet.

Total
0
Shares
Deja un comentario
Noticias relacionadas
Total
0
Share