Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Desconsolada y estremecida por un llanto profundo, la soprano Anaís Mejías dijo que su esencia como exponente del bel canto tiene un nombre: Antonio Barasorda.

El legendario tenor, fallecido repentinamente la tarde del lunes, fue su maestro, amigo, guía y camarada de caminos.
Gracias a Toño, como lo apodaban sus allegados, Ana conoció a Plácido Domingo y cantó en Operalia.
El impacto en su formación como cantante lírica es tal que Anaís próximamente se establecerá en Alemania como parte del elenco de la Ópera Estatal de Baviera.
“Le debo todo a Barasorda”, dijo Anaís en entrevista con esta revista digital.
“Lo que soy y lo que seré hasta que me muera”, añadió la joven soprano, llorando con sentimiento.
Sostuvo que “la gente no valora lo que tiene hasta que lo pierde” y que Antonio Barasorda “era un pilar de la cultura”.
Tan reciente, como dos semanas atrás, cantaron el bolero “Perdón” de Pedro Flores en un recital en el café-teatro de la Fundación Nacional para la Cultura Popular en el Viejo San Juan.
“Para mí la palabra ‘maestro’ se queda corta. Me voy a trabajar a Alemania y se hizo este evento de recaudación de fondos. Conozco al maestro desde el Coro de Niños de San Juan, desde que tengo 11 años. Yo era como un caballo loco y me dijo que debía hacer las cosas como él las sugiriera. Él es el mejor maestro de canto que ha dado este país. Me centraba y me daba la confianza. Me acompañó emocional, económica y pedagógicamente”.
La última conversación que sostuvieron fue precisamente el lunes, como a las 11:30 a.m., pocas horas antes del infarto masivo que le arrebató el soplo de vida.

“Hablamos de una recaudación de fondos en que íbamos a cantar juntos en Antonio’s”.
Ya la joven soprano y el maestro tenor no armonizarán más sus registros en este plano. Pero este miércoles, tanto en Buxeda como el jueves en la misa de exequias a las 11 a.m. y durante la tarde en el Conservatorio de Música, Anaís arrullará con su canto el alma de su maestro.
“Como cantante, Barasorda tenía un ego muy grande porque era el heredero de Antonio Paoli y estudió con Alfredo Kraus. Su vocación como maestro era genuina y desinteresada. Su misión era llevar la ópera a todo el mundo con lo de Ópera al Fresco. Pero nunca despreció otras ramas del arte, como la bohemia, que era una manera de atraer al otro público a las producciones de Teatro de la Ópera. Este país no tiene idea de lo que acaba de perder”.
Ensombrecidas las Artes Musicales
La directora ejecutiva de la Corporación de las Artes Musicales y Subsidiarias, Mercedes Gómez Marrero lamentó la inesperada partida del tenor Antonio Barasorda.

“Nos deja un gran vacío la inesperada partida de nuestro amigo y maestro Antonio Barasorda. Hoy Puerto Rico, en especial, los miembros de la Orquesta Sinfónica y los seguidores de la ópera, nos encontramos conmocionados por su partida, pero también nos sentimos agradecidos de que haya formado parte de nuestras vidas y que haya llevado en alto el nombre de nuestra Isla a través de su arte, a todas partes del mundo”, expresó Gómez Marrero.
Barasorda, a cuya memoria el gobernador Rosselló también decretó un día de duelo nacional, representó con altos honores y excelencia la Monoestrellada patria en las más reputadas salas de conciertos del mundo, siendo aclamado en Madrid, Italia, Francia, Cánada y Estados Unidos por sus interpretaciones de las óperas “Carmen”, “Don Carlos” y por su rol como tenor en el Réquiem de Verdi, con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico.
También cantó en el MET, Nueva York, Teatro La Fenice, Teatro de Bilbao, el Municipal de Chile, Teatro de la Zarzuela en Madrid, el Centro de Bellas Artes de México, las Casas de Ópera en Washington, San Francisco y muchas más.
“Barasorda deja sin duda un gran legado como profesor del Conservatorio de Música de Puerto Rico y en las artes escénicas del mundo; su arte musical y su voz seguirá presente a través de sus grabaciones. Le extendemos nuestra más sentidas condolencias y solidaridad a su esposa, hijo y familiares en estos momentos difíciles. Reciban un fraternal abrazo de nuestra parte; que descanse en paz el maestro Barasorda”, concluyó Gómez Marrero.