Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Heredero de un legado histriónico impresionante, Jorge Castillo está de vuelta en los escenarios teatrales de Puerto Rico tras una larga pausa por permanecer radicado en Estados Unidos.
El artista forma parte del elenco de la obra “ Aquí no hay quien viva”, a estrenarse el viernes 3 de agosto en el Teatro Tapia en el Viejo San Juan.

Esta pieza quedará imborrable en la memoria de Jorge porque actúa por primera vez junto a su hermano Braulio Castillo, hijo. “Mi personaje ‘Michelle’ vive con su hermano en un apartamento en los altos del edificio donde residen las protagonistas (Marisol Calero y Cristina Soler). Braulio y yo somos hermanos franceses en la obra… Imagínate, volver a Puerto Rico después de 20 años. Me fui en febrero de 1998, entonces regresar y trabajar aquí con un equipo de producción como San Juan Entertainment y unas actrices como las del elenco y, sobre todo, con Braulio que siempre uno tenía en pensamiento trabajar juntos y nunca se dio en aquellos tiempos”.
Puntualizó que “yo nunca cerré las puertas a la actuación. Yo quería, soñaba y anhelaba volver a trabajar en teatro y, sobre todo, aquí en Puerto Rico. Para mi sorpresa, cuando ya tenía pasajes para venir para acá, me llamó Marisol Calero para saber si estaba disponible para trabajar en una obra en agosto. Yo tenía los pasajes para venir para acá desde mayo. ¡Le dije que sí! Para mi sorpresa, Braulio iba a estar ahí. ¿Qué puedo decir? Estoy disfrutando”.
El histrión destacó que “es como si hubiese estado en una burbuja por 20 años y regresara. Nada ha cambiado. Son los mismos amigos de siempre y estoy contento de volver a trabajar. Más en el Tapia, que es de los últimos teatros que yo trabajé. Es un teatro precioso y tiene mucho valor sentimental. Me cayó en bandeja de oro”.
-Después de dos décadas alejado de los escenarios, ¿cómo encuentras el teatro en Puerto Rico?
-“Luego del huracán María, me sorprende que se haga tanto teatro. En Puerto Rico siempre se ha hecho mucho teatro, de eso no hay duda. A veces hay que hacerlo cuesta arriba, hacer de tripas corazones’, pero hay tanto talento, tanta pasión por el arte. No solo en teatro, sino en el canto, el baile, ¡de todo! El artista busca la manera de hacerlo porque si no, esa pasión se apaga. Yo encuentro que se está haciendo más teatro de lo que pensé, considerando lo que sucedió tras María. Pensé que iba a tardar más tiempo en lo que volvían a florecer las artes, pero no… Veo que el público llena las salas. A la gente le gusta ver teatro, no importa que la tecnología haya traído internet y series… La experiencia de ver al artista en persona no lo sustituye nada. Eso para mí es un gozo, una celebración, porque yo no solo vengo con el deseo de trabajar como actor. Yo empecé a producir en Florida en los últimos años que comencé otra vez a romper hielo. Establecí una compañía de producción que se llama ‘Sangre Gitana’ con un primo que vive en Florida.. Veo el interés por las artes, por el cine que se está haciendo mucho. ¡Vienen de afuera para hacer cine! Si no me equivoco, escuché o hay rumores de que piensan construir unos estudios de cine en Puerto Rico”, precisó.
-Entonces, ¿te quedas en Puerto Rico?
-“Vine a quedarme. Llegué hace dos meses y vine a quedarme. Claro, la última palabra la tiene Dios. Vine con un pasaje de ida y ya. Con ese deseo de (recuperar) mi pasión, lo que estudié, lo que hice por casi 10 años antes de poner una pausa… Vengo con la mentalidad de producir. De unirme con mi hermano Braulio que tanta experiencia (tiene) y ha hecho en Puerto Rico por el arte. Mi deseo, mi sueño, mi pasión, uniéndolo a la experiencia de él… Y las amistades que siguen aquí. Ese talento que se ha quedado aquí que es buenísimo y nada tiene que envidiarle al mundo. Nosotros podemos hacer teatro, cine, telenovelas, series… Ahora mami me tiene viendo telenovelas turcas. Podemos hacer las producciones, es cuestión de unirnos y no dejar de creer en nosotros”, sostuvo.
-¿Te sientes con “frío olímpico” por estar en escena con tu hermano?
-¡Al contrario! Él es mi hermano. Yo lo amo y él me ama. Siempre he celebrado sus trabajos, sus triunfos. Yo estoy orgulloso de él. Trabajar con él para mí es una bendición. El actor sea con quien sea que trabajes, no puedes hacerlo pensando que vas a competir”, indicó.
-Inmediatamente, le aclaramos que nos referimos a los nervios de la emoción por estar juntos en escena por primera vez, no a la competencia.
-“Estoy feliz, como un bebé, como un niño en Disney. ¡De verdad! Todos estos años sin trabajar en actuación, yo entraba a un teatro y me sentía como un pez fuera de la pecera, fuera del mar, del océano; con ganas de nadar, de meterme. Me daba nostalgia y emoción a la vez. Cuando tomé la decisión de venir para acá, tenía ganas de volver a trabajar y ha surgido esta oportunidad. Qué mejor manera de empezar que trabajando con mi hermano. Siempre soñé hacerlo”, agregó.
Además de Marisol Calero, Cristina Soler y Braulio, Jorge Castillo estará en escena, también, con Myraida Chaves, Lizmarie Quintana y Linnette Torres.
“¡Mejor no me lo pudieron ofrecer! Mis oraciones no pudieron ser mejor contestadas. Lo he puesto todo en manos de Dios… y Él se ha encargado. Estoy rodeado de gente muy buena, talentosa, que tiene un respeto por el arte y está comprometida con el pueblo. Es una bendición y me lo estoy disfruntando”, subrayó.
Jorge sentenció que está claro de que el pueblo puertorriqueño los ama, porque “somos hijos de papi. ¡Vamos a ponerlo claro! Papi (el inolvidable primer actor Braulio Castillo) era hijo de Puerto Rico. Papi perteneció y sigue perteneciendo al pueblo de Puerto Rico”.
“Nosotros hemos heredado el amor, el cariño y el respeto que tenían hacia papi. Es una responsabilidad como hijo de Braulio Castillo, pero también una bendición y una alegría. Gente que no te conoce me escribe, me saluda y quiere una foto. Es por el mero hecho de que somos hijos de una leyenda, de un patriarca, de una figura, de un patrimonio nacional. Claro, la responsabilidad que viene, eso hay que mantenerla y cuidarla. No se nos ha hecho difícil porque nuestra familia fue de mucho amor, de mucho cariño. Nosotros heredamos ese respeto y amor a las artes y al pueblo”, detalló.
Jorge Castillo culminó diciendo con orgullo, “es un legado bonito que nos llena y nos da motivación para hacer esto con más amor y pasión que si fuera en otra circunstancia. Para nosotros, ¡es una celebración total!”.