Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Si hay un lanzamiento que merece celebración ese es el de Isidro Fernández, trovador conocido como El Colorao de Aguas Buenas.

Tras una aplaudida carrera como trovador de Mapeyé, Taller Campesino y Decimanía, entre otras agrupaciones, Isidro debuta con un disco de seises y aguinaldos, de exquisito contenido en sus décimas y decimillas.
Con un fraseo y tesitura que, por momentos, evoca el estilo jíbaro del fenecido Germán Rosario, El Colorao inspira sus décimas en su natal Aguas Buenas, en el elixir vital del agua; en escenarios majestuosos como un amanecer en la serranía, en la ceiba centenaria, la edad, la madre y las fuerzas de la naturaleza.
Lo acompaña una orquesta típica, de sonoridad tradicional gracias a la presencia de la sinfonía de Pilo Quijano, el güiro de Cándido Reyes y el guitarrista Carlos Martínez, capitaneada por el cuatrista Ricky Torres, con instrumentos complementarios como la trompeta, la flauta y el violín.
La secuencia de “El Colorao de Aguas Buenas”, “El agua”, “Amanecer”, “La ceiba”, “Cadenas”, “Edad”, “Huracán”, “Madre”, “Solo para ti” y “El cooperativismo” Isidro la dedica a su esposa, hijos, nietos y a su amigo Juan Félix Algarín, quien gestionó con la Alianza Cooperativa del Este el financiamiento de la producción.
El folclor, en expresiones como el seis de andino, celinés, antillano, milonguero, de Bairoa, chorreao y los aguinaldos estilo Aguas Buenas y patrullero, además del cante tradicional de las cadenas, proyecta el debut de El Colorao como una propuesta de oportuna relevancia cultural que reafirma la identidad boricua y la diversidad de las expresiones autóctonas que robustecen la idiosincrasia patria.
Es un disco obligado en la presente encrucijada de definición política que este domingo, desde las 4 p.m., Isidro Fernández estrenará en la Fundación Nacional para la Cultura Popular en el Viejo San Juan.