Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
No muy a menudo se presenta la oportunidad de escuchar en todo su esplendor la flauta boricua de Ana María Hernández.
Cuando no se encuentra atareada con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico (OSPR), la academia y los recitales en otros países demandan su atención.

Este domingo, sin embargo, la flautista/piccolista de la OSPR ofrecerá un concierto con la pianista Jennifer Muñiz, su compañera en el Dúo Laelia.
El recital, cuyo repertorio incluirá la música de Awilda Villarini, Margaret Bonds, Jorge Muñiz, Noel Allende y Gabriela Lena Frank, subirá a escena a las 4 p.m. en el altar del templo Union Church en Punta Las Marías, Santurce.
“Nosotras pertenecemos a la conferencia de profesores universitarios de música a nivel de Estados Unidos y Puerto Rico. Mi conferencia recital de grado fue en Santa Fe, Nuevo México y leyendo sobre ella, la escogí para que me acompañara en el piano. Hicimos una química bien chévere porque nos gusta tocar juntas y el mismo repertorio, de música de compositores vivos, y decidimos colaborar”.
Así, en 2016, surgió el Dúo Laelia, cuyo nombre acuñan de una flor tropical de la especie de las orquídeas. Su fuerte es la música latinoamericana porque aspiraban, ya que Jennifer es esposa del compositor Jorge Muñiz, a un nombre que evocara el trópico.
“Una de mis estudiantes es hija de un biólogo. Su segundo nombre es Laelia, un tipo de orquídea. Y pensamos en ese nombre, que tiene que ver con el trópico y el Caribe”.
El concierto del domingo en Union Church apenas será el tercero que ofrecen como dueto de flauta y piano. A raíz del taller y tan singular colaboración, Ana María y Jennifer recogen frutos como la consolidación de un repertorio.
“Hicimos el estreno, en Estados Unidos, de la sonata de Jorge Muñiz para piccolo y piano. Una sonata bien retante. También trabajamos la obra ‘Sueños de Chambi’ de Gabriela Lena Frank, peruana-norteamericana que la inspira en la fotografía del artista del lente Martín Chambi. Será música de compositores actuales y música puertorriqueña, como la pieza ‘Dulce Atabal’ de Noel Allende, que es sobre la bomba puertorriqueña. La flauta se concibe como la bailadora y el piano como el tambor. Encontrar personas de ese nivel artístico y de esa afinidad cultural, aunque Jennifer es norteamericana, es bien especial”.

El concierto de Laelia será el domingo, al siguiente día de la clausura del Festival Casals. Las pasadas 48 horas han sido intensas para Ana María Hernández. “Es un gran reto logístico poder mantener el repertorio del dúo y el del Casals a la misma vez porque hay que practicar mucho y saber cuando tomar descanso”.
Ana María regresó recientemente de Indiana, destino que aplaudió a Laelia, tras una rigurosa preparación que incluyó sesiones de ensayos de hasta ocho horas diarias.
“Después regresé para el Casals. Ha sido fuerte, pero nosotros los boricuas somos bien especiales. Trabajamos sin agua y sin luz. Todo es relativo”.
Después del lanzamiento de su disco “Flauta Boricua”, grabado precisamente en Union Church y reconocido por la Fundación Nacional para la Cultura Popular entre las 20 producciones más sobresalientes de 2014, Ana María contempla grabar con Laelia.
“Tenemos planes de hacer grabaciones, especialmente de piezas que no han sido grabadas, como la de Noel Allende. Y hay una obra pendiente de Awilda Villarini, que me está escribiendo una sonata. Para el próximo año debemos estar grabando”.

La acústica de Union Church es de primera. En el pasado se han celebrado recitales de orquestas sinfónicas juveniles y de facultad, además de que fue la sede del Coro de Niños de San Juan y del Orfeón San Juan Bautista.
“Tienen esa tradición. Andrés (su esposo Andrés Mojica) es el director musical allí y eso me ha facilitado el espacio. Allí hay un gran piano. Todo eso redunda en que es un sitio ideal para hacer conciertos. Las iglesias, tradicionalmente, en Europa y Estados Unidos, se usan para hacer recitales. Es bien normal porque son espacios que naturalmente tienen una acústica buena y el tamaño ideal”.
La admisión al concierto, producido por Estudio Flauta Boricua, es libre.
“Estamos sugiriendo un donativo sugerido de $10. Por las leyes actuales de Puerto Rico, para un artista individual que produce sus propios trabajos, es la manera que se hace. Lo hacemos para sufragar gastos logísticos, pero donaremos la mitad al fondo de recuperación de huracanes de Union Church. Es indispensable porque han realizado un trabajo increíble. La reverenda Neyda Albarrán se ha encargado de visitar las comunidades, llevando respiradores, generadores eléctricos, alimentos, agua y está reparando techos. Nosotros tenemos que ser parte”.