Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Vieques – El Fortín Conde de Mirasol fue el escenario de la proyección del documental fílmico “Cuentas Pendientes”, la historia de persecución y torturas de que fue objeto la familia del periodista chileno Carlos Weber durante la dictadura militar del general Augusto Pinochet.

El 11 de septiembre de 1973 -fecha que a juicio del veterano periodista se debe recordar de la misma manera que se tiene presente el ataque terrorista a las Torres Gemelas en Nueva York la mañana del 9/11- se registró el golpe de estado en que Pinochet derrocó al gobierno de Salvador Allende, desencadenándose una ofensiva de opresión y terror hacia los comunistas de Santiago.
El largometraje, estrenado en FineArts durante 2016 y proyectado en Chile en 2017, es dirigido por la cineasta Arleen Cruz y musicalizado por el compositor Omar Silva.
La familia de Weber, entre otras, padeció prisión, tortura y hasta muerte por defender su ideal de una vida más justa para el pueblo chileno.
Interesante por demás es que la propuesta cinematográfica no tiene un elenco; más bien personas de la vida real, como el artista chileno radicado en San Juan, Elías Adasme, los padres, hijos, hermanos y amigos de Weber y el propio ex ancla y periodista de Las Noticias, Univisión.
“En este caso la historia me llegó a mí. Él (Carlos) me llamó y contó un poco su historia. Diría que fue una llamada un poco surreal. Yo reconocía su voz, pero no lo conocía. Me habló de su militancia, de su encarcelamiento, de las torturas y de la dictadura. Yo pensaba en mi propio referente: el Cerro Maravilla, las carpetas… Y me dijo que quería contar su historia”, dijo, previo a la proyección, la directora Arleen Cruz.

Durante poco más de dos horas el público presente en la histórica instalación, custodiada por el Instituto de Cultura Puertorriqueña, conoció de primera mano, mediante una narración fílmica de sumo realismo, las pesadillas del periodista radicado en Puerto Rico desde 1986 y que regresó a Chile a rodar el filme sobre su propia vida.
Robert Rabin, el pescador Carlos Zenón, el líder comunitario Ismael Guadalupe y la licenciada Pamela González, entre otras personalidades, disfrutaron de la proyección.
“Espero que sirva, no me atrevo decir que se diviertan, sino que sirva para comprender un poco cómo sucedieron los hechos políticos, con sus consecuencias individuales, como en este caso las mías. Yo soy simplemente uno más entre miles en mi país, en otros países y en este país. Que sirva para crear conciencia de que debe haber un camino para construir una sociedad que sea mejor”, dijo Weber.
Al finalizar la proyección, el periodista, la directora y el compositor Omar Silva respondieron preguntas e intercambiaron impresiones con los presentes.
La cineasta explicó que no hubo segundas tomas. Se rodó de principio a fin, diferentes días, con suma naturalidad. El género del documental fílmico se caracteriza precisamente por su realismo y naturalidad. En este caso, el periodista que palpita en Carlos Weber revela su lado humano y emocional.
“Cuentas Pendientes” no es una catarsis ni un recurso para sanar o cicatrizar heridas. Es el relato de una etapa de su vida bastante prolongada y sufrida en parte desde el exilio porque la dictadura militar de Pinochet se prolongó hasta 1990.

“[…] El 11 de septiembre de Chile y el 11 de septiembre de Nueva York, no sé si puede haber algún sinónimo de causalidad. A mí lo único que me preocupa siempre y que hoy día agradezco a ustedes y a otros amigos es que el 11 de septiembre se tenga un minutito para recordar lo que pasó en Chile. Me duele lo de las torres en Nueva York e hice reportajes y entrevisté personas, pero hay un 11 de septiembre también en Chile”, reaccionó Weber a un planteamiento legítimo de Ismael Guadalupe.
De una enorme relevancia cultural, periodística e histórica, “Cuentas Pendientes” fue estrenada en Chile en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
“La estrenamos en un evento sumamente significativo, un 11 de septiembre, como un hito de paso para mí y para Carlos, que lo pudo ver completo. Entró a FineArts y estuvo como cinco semanas. Tengo que decir que el mejor comentario, o el que al menos a mí más me ha llenado, lo recibí de Chile. Una persona que asistió al documental y al otro día me envió un correo electrónico con el comentario que le gustó el documental por el enfoque humano”, explicó la directora al añadir que regresarán a Chile en marzo para presentarlo en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y posiblemente en la Universidad de Concepción.
“Cuentas Pendientes”, que corazón adentro no hay indemnización que pueda pagar (si no pregunte a los deudos de tantos desaparecidos), es una propuesta valiente que merece vuestra atención, toda vez parece que Puerto Rico se encamina a la hora suprema de su autodeterminación, pero dividido política e ideológicamente.
Como en Chile, la falta de consenso es rémora para la paz.