Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
HéctorPR plantó la Monoestrellada en la Capital de la Tradición y allí, como en 45 de los 78 pueblos, no necesita de la compañía de otra bandera porque la cultura e identidad boricua son únicas en su clase.

Y lo hizo, con su equipo de colaboradores y ante las miradas atónitas de decenas de personas de Loíza y procedentes de otros pueblos, en las ruinas de un antiguo aljibe de la época colonial, resistente como un coloso a los embates del tiempo, aunque inadvertido por los conductores que transitaban por la PR-188 porque, por muchos años, estuvo cubierto de vegetación silvestre.
Ahora la enseña patria sonríe y da la bienvenida a las personas que visitan a Loíza desde San Isidro, Canóvanas, por la PR-188.
La actividad es parte del proyecto “78 pueblos y una Bandera”, con el cual al presente el carismático joven pintor y muralista Héctor Collazo Hernández ha visitado 46 municipios.
El pasado sábado los automovilistas que subían o bajaban por la PR-188 paraban impresionados por la obra y aprovechaban para capturar con sus celulares la imagen de la Bandera boricua en el antiguo aljibe.
“Para mí, llegar a Loíza es llegar a Puerto Rico. Este es un pueblo más de mi País. No es menos ni más importante. Llegar a Loíza me hace sentir súper brutal. Ha sido bueno y grande el apoyo. La cantidad de personas es masiva. Desde arriba se ve el tapón a la izquierda y la derecha. De verdad, que me siento muy emocionado estar aquí”, reaccionó HéctorPR, cuya próxima parada será en Hatillo.

La actividad cultural, animada por el director de Turismo del ayuntamiento, Luis “Gury” Laureano, incluyó en su programa artístico el espectáculo de la agrupación juvenil e infantil Belelé así como un taller de baile de bomba con el joven Hashley Pérez y la profesora Maribella Burgos.
“Héctor solo solicitó una guagua de sonido que tocara música mientras pintaba, por ser Loíza. Y vimos como se convirtió en una fiesta de pueblo”, señaló Luis “Gury” Laureano, encargado incluso de la música que se escuchó por altavoces y que consistió de melodías típicas de nuestros cantautores y trovadores.
Una de las damas que bailó sin timidez es Seary Figueroa, que llegó desde Carolina con su mascota Balibey. “Soy seguidora de Héctor y con su proyecto he ido a Añasco y Lajas. Soy de Carolina y hoy me tocó al lado de casa. Nosotros lo seguimos por dondequiera porque el pueblo se une y forjamos amistades y uno se divierte sanamente”.
El evento “78 pueblos y una Bandera” fue parte de las ofertas culturales de Loíza, Capital de la Tradición, durante el pasado fin de semana.

El sábado se celebraron varias actividades simultáneas, impulsadas por los motores de la autogestión y las economías solidarias.
“Ver como pintan la bandera y al visualizar cómo quedará es una experiencia maravillosa. Ha venido gente, lo que nos llena de suma alegría. Somos el número 46. Esto era un aljibe, donde llegaban los hacendados a abastecerse de agua. Esto se conocía como Hacienda Grande y el aljibe estaba escondido, cubierto por maleza. Lo rescatamos sin alterar su edificación original”, dijo la alcaldesa Julia M. Nazario Fuentes.
La actividad finalizó con una foto posada frente a la obra que ya es apreciada por los visitantes de la Capital de la Tradición.