Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
A la memoria de Julia de Burgos se depositaron flores en el Río Grande de Loíza que tanto amó.

Rosas que descendieron corriente abajo hasta fundirse en un beso salado con el Atlántico.
Fue un sencillo pero expresivo tributo a la eterna poetisa en el 104 aniversario de su natalicio, documentado el 17 de febrero de 1914 en Carolina.
Las Ancestras impartieron vida a la tertulia poética celebrada ayer en la terraza de la Biblioteca Municipal de Loíza, a iniciativa de la alcaldesa Julia M. Nazario Fuentes.
La escritora Mayra Santos-Febres, autora del libro “Yo misma fui mi ruta: La maravillosa vida de Julia de Burgos”, publicado en 2014 en conmemoración de su centenario, encabezó el recital en cuyo inicio compartió datos biográficos de la poeta nacional y pormenores de su turbulenta vida.
“En estos instantes Julia es más importante que nunca porque estamos pasando por un momento bien similar a lo que ella pasó: una crisis grande; económica; un proceso tan grande como un desastre natural. En su época fue San Felipe, y en la nuestra María. Un éxodo gigantesco de puertorriqueños, del cual ella también participó. Es casi un paralelo absoluto y creo que es importante recordarla por eso”, dijo Mayra al añadir, cuando esbozó su perfil, que sus “salidas” o resortes para sobrevivir fueron la escritura, la naturaleza y las relaciones y vínculos afectivos profundos que insistentemente intentó forjar.

“Se nos olvida que Julia fue el Puerto Rico de hace un siglo; que nosotros vivíamos hasta los 44 años; que había una pobreza impresionante; que pasamos por la depresión de 1921; que fueron los grandes éxodos a Nueva York de 1930 y en la década de 1950. Julia fue el éxodo del campo a la ciudad; de la ciudad a Nueva York y de Nueva York a la muerte”.
El recital de Las Ancestras capturó la atención de adultos y jóvenes; de estudiantes y maestros, incluso de intelectuales como el antropólogo Dr. Miguel Rodríguez, rector del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.
El ‘poetry challenge’ despertó entusiasmo así como la venta de libros.
Mayra presentó al joven Oscar Shiwdin, su estudiante, hace tres años, de talleres de escritura y quien leyó el poema “Momentos”.
“Yo fatalista mirando la vida
llegando y alejándose de mis semejantes.
Yo dentro de mí misma
siempre en espera de algo que no acierta mi mente.
Yo múltiple, como en contradicción
atada a un sentimiento sin orillas que me une y me desune,
alternativamente al mundo.
Yo, universal,
bebiéndome la vida en cada estrella desorbitada en cada grito estéril.
En cada sentimiento sin orillas y todo: ¿para qué?
Para seguir siendo la misma”.
Mayra leyó un poema inédito, sin título, de su puño y letra, escrito el 26 de junio de 1951 en Nueva York, poco más de un año antes de morir.
“No pido que me quieras
ni que estires a mí
la más remota estila de tus sueños.
Solo quiero silencio.
Palabras intuitivas en tu vida y la mía
que pulsen las arterias invisibles y aisladas
de lo que tiene en ti mi soledad y pulso inexplorado.
Y lo que tiene en mí tu soledad de náufrago”.
A la pregunta de cómo llegó a sus manos el manuscrito original del poema sin título, Mayra dijo “el señor José Olmos Olmos, que es un estudioso de Julia, y el Leahman College me lo hicieron llegar. No tiene título y está inédito. Hay muchos poemas y cartas inéditas de Julia, que ella dejó en Nueva York. Se trata de seguir buscando esos textos y mensajes cifrados porque todavía hay muchos por ahí”.
La coordinadora del atardecer de poesía a Julia, María de los Ángeles destacó el ambiente perfecto para su exposición, musicalizada por un concierto vespertino de gallos cantores.

“El espacio está divino. Nuestro Creador nos dio un espacio excelente; en madera, tierra, grama, sombra y brisa”.
La maestra declamadora Teresa Febres también honró la memoria de Julia con versos en que parecía encarnarse por su realismo y dramatismo.
Por su parte, Plena Combativa, agrupación femenina integrada por Adriana Santini, Lourdes Torres, Laura Cintrón, Angellie González, Adriana Juarbe y Laura Freytes, interpretó la composición “Antología”, inspirada en la poesía política de Julia de Burgos.
El tributo finalizó al depositarse la ofrenda floral en el Río Grande de Loíza, en el Parque Julia de Burgos, localizado poco antes de donde estuvo localizado el antiguo Ancón.
“Al igual que los demás países de mundo que atesoran a sus artistas, pintores y poetas, nosotros tenemos a Julia de Burgos, que ha hecho famoso a Puerto Rico en todo el mundo por su lírica única. En Loíza acogemos con gran cariño su trabajo poético y promovemos actividades culturales y educativas como esta. Me encantó particularmente la gran cantidad de gente joven que acudió al llamado de nuestra querida Mayra Santos Febres”, puntualizó la alcaldesa.