Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Aunque se concibió la obra con la idea de que compartiera escena con la inolvidable actriz Carmen Belén Richardson, el histrión, director y productor puertorriqueño Josean Ortiz interpretará esta noche los dos personajes, la madre y el hijo, en “Matiné y noche” de Leo Cabranes-Grant, en la sede de la Fundación Nacional para la Cultura Popular en el Viejo San Juan.
El artista indicó que “es un monólogo de dos partes”, que tiene mucho que ver con su historia, pero no es biográfica. “Originalmente, Leo hace muchos años quería escribirme una historia que tuviera que ver un poco con mi vida. Yo tuve la suerte de tener dos madres: la que me parió y la que me crío”, señaló.
Destacó que “hubiera sido un honor hacer una obra con Carmen Belén Richardson. Queríamos que ella hiciera a las dos madres”.
Al cerrar en forma abrupta el Corralón en el Viejo San Juan y mudarse en Boston, Massachusetts, el autor le dijo a Josean que escribiría una obra “portátil” para que “la pueda presentar dondequiera que vaya”.
La propuesta teatral, que fue cancelada a nivel local en dos ocasiones (en septiembre por los huracanes Irma y María) explora la conflictiva relación entre este hijo y su madre perdida que ha reaparecido recientemente en su vida.
Ambos han sido afectados profundamente por las acciones del padre, un hombre que en el pasado rechazó a la madre y en el presente es incapaz de amar a su hijo gay. La pieza fue estrenada en Nueva York (en mayo de 2016, como parte del FuerzaFest, producido por Hispanic Federation) y luego estuvo en Boston.
“Este proyecto tiene mucho significado personal. No todo lo que está en la obra tiene que ver con mi vida, aunque la gente pueda pensar que sí”, manifestó.
Mencionó que en la trama, “el padre nunca aceptó la homosexualidad del personaje y cómo descubre, a través de una discusión entre sus padres, que era adoptado”.
Josean Ortiz explicó que la obra lleva por nombre “Matiné y noche”, porque “el personaje es un cineasta frustrado. Toda su vida se sentía en paz cuando iba al cine durante las tardes. Ahí podía dejar volar sus fantasías. El primer monólogo es del hijo y el segundo es la noche, que es el hijo interpretando a su verdadera madre; como él se la imagina y cree que sucedió todo. Es noche porque la madre, que vive en Nueva York, se dedica al teatro. Cómo quedó embarazada de este hombre casado siendo ella muy joven. La familia (la mandó) a Estados Unidos para que tuviera allá al bebé. Ella ha vivido sin conocer a su hijo. Hasta que muere el hombre, es que ella viene a tener noticias de la madre de crianza de su hijo. Se debate si después de tantos años debe entrar dentro de la vida de su hijo o no. Ambos tienen un denominador común que es un mismo hombre del que se han enamorado… Leo utiliza cosas que me han pasado en mi vida para crear su historia y su fantasía”.
Admitió que se siente identificado con la historia del personaje en cuanto a dividir su amor entre dos madres. “Desgraciadamente, la madre que me parió murió, pero afortunadamente tengo a la que me crió. A la que le debo básicamente todo, menos la vida; bueno le debo todo, lo demás que también es la vida”, sostuvo.
Mencionó que su padre en la vida real, que no reside en Puerto Rico, asistirá a la pieza, pero que no es como el padre del protagonista.
Josean Ortiz aprovechó para comentar que se encuentra produciendo y dirigiendo en donde labora en The Theater Offensive Inc, una compañía pionera en Estados Unidos que lucha por los derechos de la comunidad LGBTQ utilizando el teatro como herramienta esencial. “Sigo actuando, produciendo y dirigiendo. Estoy trabajando para la comunidad ‘queer’ y latina. Además, acabo de producir las Fiestas de la Calle San Sebastián en Boston. ¡Con muchos proyectos en Boston y Nueva York! El año pasado tuve la suerte de ir a California a representar a los artistas latinos de Boston a una convención de Estados Unidos e Hispanoamérica”, abundó.
Ante la nueva realidad que vive Puerto Rico, Ortiz quiso tocar base con su gente. “Este es el lugar de uno y aunque uno se vaya, siempre, de alguna manera, uno regresa a traer un poco de lo que hace allá”.
Al mudarse hace dos años, el artista llevó una maleta de “angustia por toda la lucha que yo había dado en el Corralón y las circunstancias que rodearon que nos cerraran el espacio. En aquel momento no lo entendía, pero ahora uno mira hacia atrás y pienso que las personas que tomaron unas decisiones y afectó lo que estábamos haciendo, el trabajo que se estaba haciendo…. Tal vez tomaron unas decisiones a sabiendas de que estaban haciendo daño, porque hubo mucha maldad. Pero, me hicieron un favor. Lo que ha pasado para mí ha sido positivo, no para mis compañeros que se quedaron aquí (en Puerto Rico), a la comunidad que perdió el espacio. Afortunadamente, pude sobreponerme a eso y salir adelante en otro sitio. Profesionalmente me siento bien, valorado, apreciado… Puedo aportar mi grano de arena para que las cosas mejoren”.
La presentación en la Fundación Nacional para la Cultura Popular será este viernes a las 8:30 de la noche.