Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Son unos padres felices porque los frutos de sus entrañas, aunque suene cursi y trillado, son jóvenes de provecho para la sociedad puertorriqueña.

Los progenitores de Lisvette y Luisito Sanz, que anoche se convirtieron en los Abanderados 2018 de la Fundación Nacional para la Cultura Popular en el Viejo San Juan, celebran el desarrollo artístico de sus vástagos, que se remonta a sus primeros años de vida en el sector La Cuerda de Toa Alta.
Luisito, que estudió Música Popular en la Universidad Interamericana, Música Clásica en el Conservatorio y actualmente una maestría en Composición en la Universidad de Carolina del Norte, recientemente representó a Puerto Rico tocando el cuatro durante la interpretación de “Hijos del Cañaveral” de Residente en la ceremonia de premiación del Latin Grammy.
Lisvette, por su parte, cursa su maestría en Sicología en el Recinto Metropolitano de la Universidad Interamericana, es guitarrista y la animadora del programa “Fiesta Cultural” que transmite PRTV Canal 6.
Ambos encabezan el grupo Hermanos Sanz, que renuevan e imparten un nuevo aire a la música folclórica. De Lisvette y Luisito se comentará mucho en los próximos días. Pero este artículo lo dedicaremos a los esposos Rosa y Luis Sanz, responsables de encaminarles por el sendero de la cultura, a mucha honra de la Nación.
Jaime Torres Torres: ¿Qué experiencias ustedes tuvieron con la música que los motivaron a encaminar a Lisvette y Luisito por el sendero de la cultura?

Luis Sanz: “En nuestra familia se celebra un Velorio de Reyes, que fue una promesa de mi bisabuela y actualmente ese velorio lo estoy haciendo. Es una tradición de 104 años y lo hacemos en Aguadilla. Todos los años, el 5 de enero, se celebra, a pesar de que es como la tercera generación que lo hace. Y mis hijos son la quinta generación y son los músicos principales de ese evento. Llegan familiares de Estados Unidos a compartir y verlos. Esa fue una de sus primeras motivaciones”.
JTT: ¿Por qué optaron por el folclor y no por géneros más contemporáneos?
LS: “Esa influencia también fue directa de nosotros, por medio de los discos, de nuestros gustos musicales y de enseñarles el amor hacia la Patria y a Dios, que es muy importante. Aparte de que mi amigo Frankie Rivera, que fue el que le enseñó a Luisín, siempre venía a mi casa a tocar, al igual que mi suegro cuando venía de Chicago. Ellos desde pequeñitos vieron eso”.
JTT: ¿Qué habilidades y talentos especiales identificaron temprano en Lisvette y Luisito?
Rosa Sanz: “Desde muy pequeños, a pesar de que son varón y hembra, supieron interactuar. Lisvette, que es mayor, comenzó temprano en las artes, en el dibujo, mientras Luisín a los cuatro añitos empezó en el cuatro puertorriqueño. Ellos se llevan dos años y medio. En diferentes actividades, en la Iglesia o la familia, agarraban la pandereta, el güiro… Les encantaba el teatro y como todos los niños, hacían su teatro para sus peluches. Yo me dedicaba a grabar sus dramas y canciones porque siempre han sido muy creativos. Nosotros fuimos su primer público”.

JTT: ¿Cómo describen el desarrollo de los Hermanos Sanz en la música?
RS: “Apolo Ocasio acompañó a Luis en su trayectoria desde pequeño. Apolo, con su larga trayectoria, no había tenido la oportunidad de tocar con la Orquesta Sinfónica. El maestro Roselín Pabón, cuando se le presentó a Luis la oportunidad de tocar con la Sinfónica, le dijo que debía llevar un guitarrista. Luisito le dijo que conocía a Apolo. Luis tenía nueve años cuando Apolo lo acompañó. Nosotros, como padres, antes de que se formaran los Hermanos Sanz, nos dedicamos a llevarlos a diferentes festivales y a las casas de los músicos que fueron los pioneros para que conocieran la historia”.
JTT: ¿Es Apolo Ocasio quien expone a los Hermanos Sanz al legado del Maestro Ladí?
RS: “Frankie fue el primero, que les contaba sus experiencias al tocar con Ladí y con Polo. Y mis hijos querían conocer a Apolo, hasta que un día mi hija, al tener carátulas de los discos y vídeos, pudo identificar a Polo en un centro comercial”.
JTT: Cuando se estudia la biografía de los Hermanos Sanz se concluye que desde un principio el respaldo de sus padres ha sido absoluto. No han escatimado, tanto que grabaron muy jovencitos. ¿Qué tienen que decir de su compromiso?

RS: “Para su primer disco ‘Un legado para la historia’, incluyendo las fotos y diseño de carátula, me dediqué a documentar todas las fotos. Polo Ocasio fue el guitarrista y Juan González, de Lares y que tocó con el Conjunto Típico Ladí en Nueva York, fue el segundo cuatro”.
JTT: ¿Cuáles son las tres experiencias que al presente más atesoran de la carrera de los Hermanos Sanz?
L & RS: “El concierto de Luis con la Orquesta Sinfónica. Casi no lo pude disfrutar porque estuve llorando todo el concierto. Fue una experiencia tan grande que aun recuerdo con mucho cariño. La segunda fue cuando dimos el primer viaje a Tampa, Florida y ese mismo día recibimos el disco ‘Un legado para la historia’ que dedican a Ladí. Polo no pudo viajar a Tampa porque tuvo una mala experiencia en un avión. Así es que Lisvette comienza a desarrollarse en la guitarra porque el piano fue su primer instrumento. La tercera experiencia fue la reciente actuación con Residente en el Grammy Latino. Eso nos emocionó mucho porque lo vimos a través de la televisión”.
JTT: ¿Cuán difícil ha sido encaminar a los muchachos en el arte, en un sistema que necesariamente no respalda a los artistas de su generación que optan por la cultura nacional?
LS: “Es así. Pero siempre les inculcamos los valores y les dijimos que no importara lo que la gente piense sigan por ese camino porque eso es lo que nos identifica como pueblo. Y se lo grabaron”.

JTT: ¿Cómo describen el sentimiento de reconocer que han transcurrido los años y que Lisvette y Luis ya no son niños, sino unos jóvenes muy enfocados que construyen con responsabilidad su presente y futuro?
L & RS: “Para mí siempre serán nuestros niños. Les decimos los nenes. El apoyo mutuo ha sido provechoso para ambas partes en la familia”.
JTT: ¿Cuáles son las conquistas musicales que más celebran de los Hermanos Sanz?
L& RS: “Entre tantas, la que más celebro es su humildad. Siempre les recalco que no importa lo que puedan alcanzar, deben ser humildes y querer a todo el mundo. Nunca perder la sensibilidad, el respeto y los valores. Que eso les va a abrir puertas y así lo hemos visto”.
JTT: ¿Cómo manejan la emoción de reconocer que, al llegar a Carolina del Norte, Luisito ya se independiza y que Lisvette contraerá nupcias el año entrante?
R & LS: “¡Oh, Dios mío! Estamos en ese todavía. Poco a poco lo vamos asimilando. En cuanto a los estudios, lo llamo todos los días. Le pedimos a Dios que los cuide y proteja. Los aconsejamos. Sabemos que todo es para bien. Nosotros somos muy unidos y apegados. Ahora mismo estamos muy felices porque estamos juntos. Son buenos hijos y nos han apoyado en todos los aspectos y no nos han defraudado”.
JTT: ¿Qué mensaje compartirían con los padres de otros niños con talento y vocación musical?
R & LS: “El apoyo tiene que ser incondicional. Hay que dedicar tiempo. Cuando Luisito estudiaba en la Fundación Dr. Paquito López Cruz, Lisvette quería arte. Entonces yo me quedaba con ella y el papá con Luis. Es importante, que nunca estén solos. Es necesario alguien sea mentor y los motive a seguir hacia adelante”.