Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

Finalizado el Atardecer Navideño con Danny Rivera la multitud se marchó, pero varias familias y parejas, con algunos niños, aguardaron frente a las puertas de la Fundación Nacional para disfrutar el “Fiestón de Reyes”, presentación de literatura y música que consistió en la lectura de “Los aguinaldos del Infante” de Tomás Blanco y “El Niño Jesús y la gatita barcina” de J. A. Ocasio.
No hay que ser un niño para disfrutar la narración de un buen cuento. Solo se necesita un poco de atención e imaginación. Y la representación de Producciones Aleph de Provi Seín, que integra varias expresiones artísticas, es digna de vuestra atención porque, además de fomentar la lectura, resalta en valores como la generosidad, el respeto a las mascotas y la solidaridad.
Parecía una representación sencilla, pero tras la lectura dramatizada de “Los aguinaldos del Infante” encontramos un andamiaje de producción en el que intervienen varios profesionales de las artes escénico-musicales.
En una sincronización impecable, la sala del café-teatro de la Fundación se convirtió en el tras bastidor de la puesta en escena, cuyo público es ambulante o sencillamente disfruta desde la acera exterior.

Adentro, en una coordinación minuciosa, encontramos a los titiriteros Fabiola Torres, Deborah Rivera, Nilda Ruiz, Michael Rivera, Mario A. Donate y su padre, el experimentadísimo Mario Donate.
Los títeres de los Reyes Magos, el camello, el dromedario blanco y el caballo, por ejemplo, son diseñados y creados por Carlos Ruiz y Héctor Escalante.
Hay cuatro actores que se distribuyen la lectura de “Los aguinaldos del Infante”: Ángel Amaro, Iván Olmo, Provi Seín y el renombrado locutor Ramfis González. Cuarteto que imparte lectura al relato, capturando y reteniendo la atención de la audiencia, mientras en el cuatro y el tiple Orlando Laurenao, el percusionista Iván Martínez y el pianista Ángel Carrión aportan acompañamientos e interludios de aguinaldos y villancicos que interpretan magistralmente las cantantes clásicas Charleen Andújar, Zulimar Muñoz y la polifacética Deborah Rivera.
Concebida por Blanco en 1954 y publicada en 1962 con ilustraciones de Jack Delano, 55 años después la glosa de Epifanía expone con sapiencia en esta representación teatral y poética la primigenia y atemporal lucha entre el bien y el mal, y entre la virtud y el defecto, con un mensaje de esperanza y un llamado a esmerarnos por ser mejores personas, con la certeza de que lo que por amor ofrecemos por amor recibiremos.

A segunda hora, “El Niño Jesús y la gatita barcina”, cuya lectura solo representaron Provi y Ramfis, es una fábula que se caracteriza por la dulzura de su narración, el mensaje de la generosidad y el respeto a las mascotas, con la escena hermosa por demás de la gatita barcina iluminando el pesebre antes de la aparición de la Estrella de Belén.
La interacción de actores, como la chica que en “Los aguinaldos del Infante” personifica a la Estrella, y títeres es extraordinaria. Puente que integra la fantasía con la realidad, sin olvidar la música, desde el villancico “Noche de paz”, el clásico “Los Tres Santos Reyes” y la balada “Hijo de la luna”, entre otras.
Una pena que al finalizar el Atardecer Navideño no muchos permanecieran para deleitarse con el Fiestón de Reyes que Provi, año tras año, presenta en la Fundación Nacional para la Cultura Popular, demostrando que disfrutar un cuento es cuestión de actitud y no de edad.