Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
A un mes de la catástrofe del huracán María, la radio revalida como el medio más accesible para mantener informado al País.
Al momento de redactar estas líneas, las frecuencias de emisoras como Radio Universidad, Radio Paz y Noti-Uno regresaban al aire, pero otras, como Wapa Radio, 940 AM, Radio Atenas 1500 en Manatí y WKAQ Univisión Radio, entre muchas más, cumplían con su misión 24/7, hasta que el diésel lo permita.
“Nosotros en Radio Atenas seguiremos en el aire mientras tengamos diésel”, dijo el director ejecutivo de la Asociación de Radiodifusores de Puerto Rico, José Alfredo Ribas Dominicci.
Al igual que durante los embates de los huracanes Hugo y Georges, en 1989 y 1998, respectivamente, con Irma y María la radio ha sido la gran sobreviviente de los medios de comunicación convencionales.
Mientras colapsaban los transmisores de los canales de televisión así como las torres de las compañías de teléfonos inteligentes, cable y servidores de Internet, las emisoras con generadores de energía eléctrica se mantuvieron y aún se mantienen en el aire.
En semanas en que la ciudadanía ha carecido de acceso a las redes sociales y a la navegación habitual por Internet, la radio se consolida como la gran acompañante.
Precisamente confirma su alcance su portabilidad pues en lugares de la cordillera central a donde aún no han llegado las brigadas de auxilio, las señales radiofónicas sí gracias a los receptores de baterías.
“Cuando pasó el huracán María el 70% de las 127 emisoras que operan en Puerto Rico [alrededor de 88] estuvieron fuera del aire. Con el diésel hemos podido transmitir, pero ahora mismo tendremos que estar semanas y semanas con las plantas y es difícil porque el galón de combustible vale hasta $10”, advirtió Ribas Dominicci.
Además del costo de las operaciones y el desembolso de salarios al personal que ha seguido trabajando, salvo algunas excepciones la Asociación de Radiodifusores de Puerto Rico lamenta prácticamente la desaparición de sus ingresos por publicidad.
Esa es otra de las razones que justifican que emisoras como MIX 107, Fresh FM y QBS 870 AM, entre otras, le hayan solicitado a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) una dispensa para un periodo silente.
“Eso quiere decir que han solicitado un permiso para estar fuera del aire durante un periodo de tiempo razonable para poder restablecerlo todo. El impacto de María en publicidad ha sido enorme. Diríamos que es una cosa espantosa”, explicó Ribas Dominicci al añadir que la Asociación ha iniciado un sondeo “estación por estación” para solicitar ayuda financiera de la FCC y el gobierno federal.
“Aún hay emisoras cuyos dueños no hemos podido contactar”, agregó al afirmar que las pérdidas son millonarias, dejando entrever que hay emisoras que posiblemente jamás reanudarán sus operaciones porque al desastre de María se suma la quiebra del País que ha tornado insostenible la operación de no pocos medios.
Con el restablecimiento de los servicios de telecomunicación móvil y el acceso a Internet serán muchas las emisoras que capitalizarán el ‘web broadcasting’ por sus bajos costos, aunque la energía eléctrica será indispensable y todo parece indicar que transcurrirán varios meses antes de que la AEE pueda reparar las líneas de transmisión y reanudar la distribución de la muy preciada corriente.
“Hemos solicitado diferentes tipos de moratorias a la FCC. El pago anual que deben hacer las emisoras hemos pedido que lo pospongan durante un tiempo razonable. También hay emisoras que han solicitado bajar o subir el ‘power’ o potencia de la transmisión y otras han solicitado mudarse de sitio porque sus zonas fueron arrasadas. También hemos pedido moratorias en el pago de las licencias de ejecución pública a BMI y SESAC”.
El presidente de Radio Atenas indicó que no se descarta una alianza de varias emisoras para transmitir programación en cadena, atemperada a la emergencia nacional y así mitigar los costos de operación.
A pesar del desastre, a los radiodifusores les anima el hecho de que la radio ha cumplido con su función social. Antes se le atribuía que su rol en el andamiaje de medios consistía solo de informar, educar y entretener.
Pero de Hugo a Irma y de María a los ciclones por venir la radio acompaña, escucha, consuela, orienta, alienta y enlaza a la diáspora boricua en Estados Unidos con sus familiares acá.
Como versa el viejo eslogan, aún en la pesadilla de María, a todos nos llega la radio.