Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Desde su debut con “Boricua on Board” hasta su nuevo disco “Puentes”, Brenda Hopkins Miranda ha forjado su identidad con la tinta indeleble de la música.

En sus seis discos, la pianista, compositora y profesora universitaria ha volcado su sabia y experiencia con la diversidad de sonidos e influencias étnicas y culturales que ha enriquecido con su conocimiento del lenguaje del jazz y su dominio de la improvisación, proyectándose como una jazzista sui generis.
Con “Boricua on Board” (1998), “Bohemia” (1999), “Recuerdos de Granada” (2009), “Simple” (2012), “Aeropiano” (2014) y “Puentes”, acabadito de llegar a la Fundación Nacional para la Cultura Popular, Brenda ha forjado un perfil de indiscutible credibilidad en el jazz internacional.
“En cierta forma es como ir construyendo una autobiografía a través de la música. En cada proyecto voy depositando distintas experiencias e influencias que recojo en el camino. Ya estoy por el sexto álbum y cada uno representa un momento en mi vida, sobre donde estoy artística y personalmente”, dijo al medio digital de la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
Respuesta a la era de la globalización, “Puentes” es una propuesta en la que convergen géneros de varias culturas musicales.
Como escribe en las notas del cedé, el puente que se origina de la fusión de “ritmos y melodías” es el espacio ideal de su existencia.
“Este es un tiempo en el que estamos más conectados que nunca. El proceso de intercambios entre culturas ha sido parte de la historia humana y en este momento estamos muy conectados. Los artistas podemos escuchar música de todas partes del mundo y podemos compartir. Es importante aprovechar el lenguaje de la música para resaltar las cosas que nos unen. Este es un puente de afuera hacia adentro y de adentro hacia afuera”.
Y un “puente” que inspira en Puerto Rico pues la secuencia, de manera impredecible, descansa en nuevos acercamientos sonoros y estilísticos a estándares de autores como Rafael Hernández, Antonio Cabán Vale “El Topo”, Roberto Cole, Claudio Ferrer, Chuito el de Bayamón y Roy Brown.
“El protagonista de este disco es Puerto Rico. “Recuerdos de Granada” surge luego de mi experiencia viviendo allá. Ya llevo varios años en Puerto Rico y vivimos tiempos fuertes, intensos y de mucha incertidumbre. Sentí que era urgente comunicar el amor que siento por Puerto Rico porque, por más que viaje, siempre regreso a Puerto Rico y este es el lugar donde quiero estar”.

El cancionero de “Puentes” la acerca nuevamente a la obra del Jibarito, Rafael Hernández, a quien le rindió tributo en 2005 con el concepto “Nuestra versión” que produjo durante su incumbencia como directora del Programa de Música del Instituto de Cultura Puertorriqueña. En la referida grabación, Fofé y Circo interpretan “Lamento borincano”.
“Son canciones que viajan con uno. ‘Lamento borincano’ la vengo tocando por muchos años. Es una canción que viaja conmigo dondequiera que voy. No había llegado el momento de presentarla en un proyecto donde pudiera coexistir con otras. La mayoría de las canciones que están ahí [en ‘Puentes’] se escuchaban en mi casa. Todas esas canciones están ahí precisamente por el mensaje y a nivel musical la melodía es muy importante. Tienen todos los elementos que me inspiraron a jugar con ellas creativamente y todas tienen una relación personal conmigo”, explica Brenda al aludir a “Donde yo nací”, “Sal a caminar”, “Romance del campesino”, “Verde luz”, “Preciosa”, “Muéveme el cafecito” y “Cumbanchero”.
Su cuarteto de jazz, reforzado a veces con el guitarrista Christopher de León, acompaña las voces de José Luis Abreu “Fofé”, Jeanne d’Arc Casas, Cheryl Rivera, Emily Gómez, Lizbeth Román, Javier Gómez, Ana del Rocío, Eduardo Alegría y Tito Auger.
“Para mí Puerto Rico no es solo la Isla del Encanto, sino la Isla del Talento. Invierto mucho de mi tiempo en salir a la calle a oír los trabajos de mis colegas y compañeros. Los artistas que he visto en acción tienen algo, que en España le dicen ‘duende’, y que es magia y una fuerza particular. Cada uno fue escogido porque tiene esa cualidad que para mí es muy importante. Se hicieron arreglos diseñados para cada artista”.
Despierta curiosidad el correspondiente a “Verde luz”, la célebre danza de Antonio Cabán Vale “El Topo” que no pocos consideran el segundo himno nacional de Puerto Rico.
“Primeramente el reto me lo hago a mí misma: tomar unos temas que son muy conocidos, con versiones muy buenas por grandes artistas. El reto es ver si es posible dar una nueva voz a estas canciones. ‘Verde luz’, en este caso, la quería presentar como una versión de fuerza y poder porque quiero que nos animemos y promovamos la unión entre nosotros para enfrentar nuestros retos colectivamente”.
La intérprete de la nueva versión de “Verde luz” es la cantautora y teatrera Lizbeth Román, quien en semanas recientes lanzó su primer disco “La otra ruta” con su banda Los Duendes Invisibles.
“Lizbeth tiene fuerza en su voz y un poder de convocatoria. Cuando la he visto en vivo es una artista que te hipnotiza. ‘Verde luz’ es uno de los puentes que quiero promover en el disco: el de la tradición y la innovación. La riqueza de una cultura precisamente depende de la coexistencia con otra. No hay razón para que sean enemigas. Hay personas que quizás no conocen un compositor y lo escuchan en una música que está en sintonía con ellos y eso los invita a explorar la tradición”.

Su pasión, reitera Brenda, es abrir nuevos caminos en la música mediante discursos innovadores. La música es un medio de expresión, cuya manifestación es social porque se nutre del aporte de músicos experimentados y talentos emergentes, como los estudiantes de la Universidad Interamericana que participan en los coros.
“Aquí podemos ver otro tipo de puente y en todas esas canciones está el puente hacia la libertad que es el puente de la improvisación. Siempre grabamos todos tocando en vivo a la misma vez porque me gusta capturar la esencia de la conversación que se da entre los músicos”.
En su agenda, para fin de año posiblemente en el Teatro Tapia, aparece el concierto de “Puentes” con el elenco del proyecto y en el orden en que se grabó para repetir la experiencia, pero en vivo.
Ya tocó el disco en Miami y está muy encaminado su lanzamiento en España. La versión física o tangible se consigue en la tiendita de la Fundación Nacional para la Cultura Popular en el Viejo San Juan y en Desigual en Plaza Las Américas y Mall of San Juan. Pronto llegará a El Candil en Ponce y a las plataformas Amazon, Itunes y Cdbaby.
“Quiero que la gente conozca las canciones para celebrar en grande con los artistas y el público de Puerto Rico, a quien le dedicamos el disco”.
Y se lo dedica con la plenitud de su ser en un gesto sincero porque para Brenda Hopkins Miranda la música es amor.
“Esa ha sido realmente mi experiencia. He ido a tocar a ciudades donde no conozco a ninguna persona. Una vez comienzo a compartir la música, cuando termino y me reúno con las personas que están allí de repente siento que estoy rodeada de amigos y hasta familia porque la música tiene el efecto de abrir el corazón de las personas y lograr una intimidad inmediata. No me cabe duda de que la música es amor”.