Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Son siete años de mucho aprendizaje.
Siete años de sorpresas y de invitaciones a cantantes y exponentes de las distintas ramas de las artes que, sin conocerlo, aceptaron cantar a su lado.
Un centenar de artistas, como Denise Quiñones, Sully Díaz, Víctor Santiago, su mentor David Valentín, Carmen Nydia Velásquez, Jacqueline Capó, Lourdes Robles, Juan Manuel Lebrón, Miguel Diffoot y otros cuyos nombres se le escapan, a quienes, a pocos días de la celebración del séptimo aniversario del espectáculo “¡Vive la Bohemia!”, el polifacético Julio Enrique Court sencillamente les dice: “gracias”.

A su lado, el tercer sábado de cada mes durante los pasados siete años, Laura Elena Surillo, Alina Fernández y su hermana Ruth Court lo han asistido en la supervisión de la logística de cada función.
Quizá algunos albergan la falsa impresión de que Julio Enrique Court es un actor metido a cantante. Mas su contacto con las artes escénico musicales se remonta a mediados de la década de 1970 cuando debutó cantando en musicales y fue parte del elenco fijo de la Fundación Puertorriqueña de Zarzuela y Opereta.
“Así comencé. Cantando en teatro y poniendo la voz en musicales y zarzuelas”, afirmó Julio, remontándose a los días en que el Cine Matienzo se transformaba en escenario para la representación de musicales como “Jesus Christ Superstar”, en cuyo elenco coincidió con el protagonista Alberto Carrión y otros histriones como Luis Antonio Cosme, Antonio Pantojas y Marian Pabón, acompañados por la orquesta de Ángel ‘Cucco’ Peña.
La herencia del bolero, sin embargo, la descubrió en su hogar porque su padre, según lo describe, era un bohemio clásico que le gustaba la música, el dominó y hasta vocalizaba como un tenor.
“Por ahí viene la vena. Uno como cantante interpreta lo que cree que le queda bien según el talento y la voz que Dios le ha dado. Yo no me puedo visualizar con mi voz semi-lírica cantando merengues y bachatas. Pero me encantan los boleros y la música del ayer, pero sin limitarme porque mi bohemia está abierta a cualquier género musical”.
Hace casi una década, continuó su narración, Julio investigó los orígenes de la bohemia, descubriendo sus antecedentes en Francia. “Descubrí que en Boheme, Francia no había música, sino gente que se reunía a compartir y hablar. Y me dije: ‘tengo que hablar y compartir, si voy a cantar en una bohemia’. Que la gente me diga cosas y tener interacción entre canción y canción. Aquí se ha difundido la idea de que la bohemia es música del ayer y para nada. En los orígenes no había música”.
Así, abundó Julio Enrique Court, se le ocurrió fusionar las artes en “¡Vive la Bohemia!”, diversificando la propuesta cultural con la pintura, la pantomima, la poesía, la comedia y la actuación.
“Han sido siete años ininterrumpidos. Es un gran trabajo porque estoy en un canal de televisión en el horario de 9 a.m. a 6 p.m. Esta es una bohemia que se distingue por la sencillez y conlleva mucho trabajo porque hago el sonido, las luces, busco los invitados y hago la promoción. Uno se cansa, pero cuando ve la respuesta y como la gente sale alegre y lo disfruta, eso mismo me da la fortaleza y las energías para seguir haciéndolo”.
Le complace, particularmente, el hecho de que “¡Vive la Bohemia!” se ha convertido en una vitrina para la Fundación Nacional para la Cultura Popular. “Mientras Javier Santiago me lo permita, ahí estaré. Es muy importante porque estamos llevando gente a la Fundación y una de las metas es que la gente conozca que la Fundación existe. Son diez bohemias al año en la que damos a conocer una entidad que guarda la historia y documenta el arte y nuestra cultura en el Viejo San Juan”.
Julio Enrique, cuya carrera de poco más de cuatro décadas ha acumulado importantes créditos como “Piaf, el Musical”, “The Sound Of Music” y “Man Of La Mancha”, siempre suele celebrar cada aniversario de “¡Vive la Bohemia!”
Este sábado 15 de julio compartirá las tablas de la Fundación con una artista de una brillante trayectoria: la avezada corista Yanira Torres.
“Tiene una trayectoria impresionante. Su papá es Wisón Torres, creador y fundador de Los Hispanos. Es una artista que le acaban de hacer un homenaje Gilbertito, Chucho y Luis Enrique. Ella es ‘perfect pitch’, no desafina y se da cuenta cuando alguien lo hace”, resaltó Julio Enrique al recordar que, en la década de 1990, trabajaron en los estudios de grabación como coristas del ministerio Peregrinos y Extranjeros, de su hermano Wisón.
El sábado 15, incluso, unirán sus voces en un puñado de interpretaciones. “Es un repertorio bien variado, de todas las épocas… Del ayer, contemporáneo, de la patria y popurrís de todo. Nos acompañará Cuqui Rodríguez, que es parte esencial de “¡Vive la Bohemia!” Le imparte ese toque musical tan especial que realmente no hace falta ningún otro instrumento. Es un verdadero maestro del piano”.
Para reservaciones, comuníquese ahora al (787) 724-7165.