Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Dice que aprendió a tocar los timbales “alborotando por ahí” y que, tras conseguir una batería, practicó, preguntó y aprendió.

Quien así se expresa es el maestro Enrique “Quique” Talavera, quien lleva 21 años como director de la orquesta que acompaña en vivo a Chucho Avellanet en su programa por el Canal 6; quien dirigió por 30 años la banda de Marco Antonio Muñiz y durante un lustro la orquesta del inolvidable Club Caribe del Hotel Caribe Hilton, entre otras gestas artísticas de gran distinción.
Quique, que ha participado en medio centenar de álbumes como arreglista, músico y compositor, se desarrolló en la era del mambo, cuya hegemonía puertorriqueña encabezaron los boricuas Tito Puente y Tito Rodríguez, quienes dictaron pautas en la industria.
“Era la era de Puente, la mayor influencia de todos los que nacimos en esa época”, dijo Quique a la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
En el umbral de la década de 1960 la reconocida cadena de establecimientos de calzado Thom McCan incorporó a su campaña de mercadeo y publicidad a Los Dos Titos. Época que evoca en Quique memorias de clave y swing.
“La cadena los trajo para presentarse en El Escambrón, en el Norte Shopping Center, en San Patricio y en Mayagüez. Por las noches tocaban en El Escambrón. Hablo de 1962 y 1963. Los vi en San Patricio. Tenía 14 ó 15 años. Si comprabas unos zapatos te regalaban una taquilla para el baile. Yo iba con algunos vecinos de Puerto Nuevo”, narró Quique, quien coleccionista al fin conserva fotos de Puente y Rodríguez en promociones en Thom McCan.

Sin embargo, la experiencia como espectador de las presentaciones en vivo del Combo de Rafael Cortijo con Ismael Rivera en Miramar lo marcaron para siempre por la vitalidad, energía y el dinamismo del colectivo.
Inspirado por Cortijo, con solo 16 años, Quique comenzó a tocar en agrupaciones pequeñas. Y de manera autodidacta, guiado por su entrañable mentor Mandy Vizoso, incursionó en la escritura y transcripción de arreglos.
“Mandy me recomendó la batería porque, según él, iba a tener más oportunidades de trabajo. Y así fue. Así empecé a tocar cuatro programas de televisión a la semana. En los hoteles había 300 músicos tocando los seis días de la semana el año entero. Cuando Cuba cerró sus puertas por la revolución de Fidel Castro, Puerto Rico se convirtió en el centro de entretenimiento del Caribe”, recordó.
Gracias a la experiencia acumulada con Mandy, Quique recibió la oportunidad de colaborar como copista de los arreglos de Ray Santos y René Hernandez para Tito Rodríguez.
“Todos los músicos que tenían la capacidad de trabajar con Tito estaban ocupados el año entero. Por eso Tito trajo músicos de Nueva York, como Tony Cofresí, el trombonista Tommy Knudson, Billy Rose y otros. Y convenció a Mandy Vizoso para que fuera a tocar contrabajo con él en el Coco Lobo, del Hotel Flamboyán”.
Fue una época de gran efervescencia de trabajo para los músicos del patio. Los turistas norteamericanos dejaron de ir a Cuba para venir a Puerto Rico. La música, recordó Quique, era una profesión de los siete días de la semana.

“Ahora, si acaso, es de fines de semana. Si aquí vienen turistas y se quedan en el Caribe Hilton, no hay nada que hacer. Es como quedarse en un asilo de ancianos porque no hay entretenimiento. Antes estaba el Club Caribe, el Caribar y había música en la playa y la piscina. Así era en todos los hoteles. En el Hotel San Juan veías a Tony Bennett y a Sammy Davis Jr. todos los días”, rememoró Quique, cuyo “conservatorio” fueron sus colaboraciones junto a Mandy, Ray Santos, Lito Peña y René Hernández.
“Fue una escuela que no tiene comparación, tanto así que ya en la década de 1970 yo estaba arreglando”.
Experiencias inolvidables –
Se necesitaría una página web completa para documentar la trascendencia de la obra de Quique Talavera. De hecho, el maestro tiene muy bien documentada su trayectoria en su portal quiquetalavera.com.
Quique compartió impresiones de sus experiencias inolvidables con leyendas de nuestra música. Veamos.
• Myrta Silva: “Era una persona muy especial. A ella no le gustaba que enviaras sustitutos a la grabación de su programa sin informarle antes. Un día le envié un suplente en la batería y no se lo dije. Y me quemó en el aire con el personaje que tenía en su ‘Tira y tápate’.

• Sophy: “Estuvo seis días a la semana en el Club Caribe, lleno cada noche. Y nos acompañaba la Orquesta de Miguelito Miranda. El suceso de Sophy ocurrió en la década de 1970”.
• José Luis Rodríguez ‘El Puma’: “Viaje todo el Hemisferio con él. En 1980 fue la primera vez que fue a Viña del Mar en Chile. Después de 30 horas de viaje, al llegar tuve que reorquestar sus éxitos para la banda que estaba allá. Fue un momento en que apenas comenzaba porque a él lo conocían por las novelas. Fui su director musical desde 1978 hasta 1981”.
• Julio Ángel: “Fue una época bien bonita. Con Julio Ángel hicimos como diez producciones discográficas con orquestas de 30 músicos. Los mejores discos de Navidad los hicimos con Julio. Los arreglistas fuimos Máximo Torres y yo. Empecé a trabajar con él después que grabó su disco de los éxitos con Los Condes, que vendieron miles de copias”.
• Marco Antonio Muñiz: “Fueron 30 años con Marco. En el Club Caribe estuvo en temporadas de cinco semanas, lleno los seis días y a veces hacíamos fiestas privadas el día libre. Marco era súper querido y hacía un espectáculo muy bueno. El está retirado. Ya tiene 83 años. Pocos pueden cantar a esa edad, a menos que tenga la genética de Tony Bennett, que sigue cantando a los 90”.
¡Música, Maestro!

Curiosamente, en su brillante y laureada carrera musical Quique Talavera solo ha producido un disco como solista. En 2005 relanzó, con el título “Fotingo” y reforzada con un par de estrenos, la grabación “Música, Maestro”.
“No he grabado porque un disco necesita de un buen trabajo de mercadeo y relaciones públicas para promocionar el trabajo. Puedes conseguir a Quincy Jones, pero si no se invierte no pasa nada. Se necesita un agente de promoción y eso cuesta”, explica Quique, cuyo cedé incluye el tributo “Los Dos Titos”, dedicada a Puente y Rodríguez, “Caballo viejo” de Simón Díaz y “Las trompetas”, entre otras.
Desde 1999 Quique Talavera se mantiene activo con su orquesta de música popular, incluido el jazz.

La agente Pat Molther la escuchó y quedó fascinada, conversando con el productor Jimmy Stevens para que lo contratara para tocar en el Hotel San Juan y en sus convenciones.
La consagración de Enrique “Quique” Talavera a la música recientemente le mereció ser reconocido con el Premio Santa Cecilia y con su exaltación al Salón de la Fama de la Música.
“Fue un honor y un privilegio para mí estar al lado de todas esas figuras. Lo recibí junto al maestro Elías Lopés, que es mi amigo de más de 50 años. Fue un evento muy bonito”, concluyó el percusionista nacido en Santurce el 6 de diciembre de 1948.