‘Bajo Mundo’: el gran disco de Cartaya

Por Rafael Vega Curry
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

El gran bajista puertorriqueño Oskar Cartaya ha tenido una destacada carrera, que lo ha llevado a tocar con grupos como Spyro Gyra y la orquesta de Willie Colón. Sin embargo, son pocas las grabaciones a su nombre. Consciente, tal vez, de esa situación, en su nuevo álbum aparentemente quiso entregarlo todo, dejando evidenciadas sus amplísimas miras musicales, sin límites o fronteras de ninguna clase.

Carátula de la nueva producción de Oskar Cartaya, “Bajo Mundo”.

El resultado final, “Bajo Mundo”, es un disco intenso, exuberante, con multiplicidad de ritmos, colores y músicos invitados que invitan a calificarlo inmediatamente como “world music”. Sin embargo, más que apelar a categorizaciones fáciles, que pueden ahuyentar a oyentes potenciales (¿cuántas grabaciones de “world music” existen ya? ¿hace falta otra más?) lo interesante aquí es investigar la fina musicalidad y la alegría que anima cada uno de los temas, haciendo de esta una producción memorable.

A pesar de que varios músicos tocan en más de una pieza –tales como el pianista Jonathan Montes, el trombonista Alex Carballo y el percusionista Marc Quiñones- no se puede hablar aquí realmente de “una banda”. Se trata, más bien, de un junte global de músicos en el que participan estrellas como los bajistas Marcus Miller y Stanley Clarke (en un número cada uno), el saxofonista Justo Almario, el percusionista Giovanni Hidalgo y el trompetista Humberto Ramírez, entre otros.

La mezcla de ritmos mundiales es explosiva. “Gafieira” es una agradable samba en la que sobresale el enérgico trombón de Carballo; “Bomballenato” es, como su nombre lo indica, fusión de bomba y vallenato, con acentos funky para completar; “Tumbao Cachao”, un guaguancó; “Flamencocho”, una bulería flamenca. No faltan tampoco el funk en “A la 70’s (SC style)”, un homenaje a los días de gloria del Palladium en “MPC (Machito, Puente, Chico)”, la bomba y la plena en “Para ti latino” y el bugalú-descarga en “Get Up (Muévete)”.

Habrá críticos que digan que tanta variedad es excesiva y que al álbum le falta un enfoque más preciso. Para este oyente, sin embargo, ese enfoque reside, como ya se dijo, en el júbilo y musicalidad con que se aborda cada pieza, apropiándose de sus particularidades. Lo que sí se lamenta es que no haya más solos del propio Cartaya, aunque la presencia de su bajo en los acompañamientos es notable y jugosa.

Sobreabundante e intensamente festivo, aglutinador de tendencias que dan cuenta de una buena parte de la riqueza musical actual, “Bajo Mundo” es “el gran disco” de Oskar Cartaya, por lo menos hasta esta altura de su carrera. Un álbum que no necesariamente debe ser escuchado de principio a fin, de una sola vez, sino degustando con calma sus atractivos.

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