Por Rafael Vega Curry
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Si hay algo de lo que jamás se podrá acusar a Humberto Ramírez es de no aprovechar bien su tiempo. En poco más de 25 años de carrera musical, el trompetista, compositor, arreglista y director de orquesta ha grabado 27 álbumes, un logro significativo si se consideran todos los cambios e incertidumbres que envuelven, desde hace años, la industria discográfica. Ramírez, simple y sencillamente, no se queda quieto. Crea y produce de manera constante, tanto en términos de grabaciones como de presentaciones y conciertos.

La prueba más reciente es su recién estrenado álbum, titulado precisamente “27”, número que también alude a otros datos personales de su vida, como el día de cumpleaños de su madre. Con una atractiva portada realizada por el maestro Antonio Martorell, este es un trabajo que evidencia la madurez de Ramírez como creador de sus propios conceptos. Cada uno de los temas aporta sonoridades específicas, con una rica variedad de ritmos y también de formatos, desde el dúo hasta una pieza de big band, incluyendo también cuarteto, quinteto y sexteto. Se trata, por todo lo anterior, de un disco completo, al que no le falta ni le sobra nada.
Así, pasamos del “blues latino” de la pieza inicial, “Custer Street”, a la agradable melodía pop de “To my Son”, el mambo-jazz de “Tumbao Cepeda” y el danzón “Mis abuelos”. Luego escuchamos “Plena para Keta”, “Un bolero para ti” (ambos títulos son explícitos), el tema de big band titulado “Quinto piso” y un memorable dúo de trompeta y piano (a cargo del maestro Edsel Gómez, aquí en un tono claramente poético). Todo fluye de manera orgánica y natural.
La idea de rodearse de talentos jóvenes es otro acierto. El saxofonista Edmar Colón muestra su agudeza rítmica y buen flujo de ideas en “Custer Street” y “Plena para Keta”, mientras que el gran talento boricua radicado en Nueva York, Iván Renta, exhibe su hermoso sonido y potencia expresiva en “Tumbao Cepeda” y “Quinto piso”. El pianista Jonathan Montes, por su parte, evidencia en repetidas ocasiones su capacidad para crear solos de perfecto desarrollo y musicalidad; habrá que estar muy pendiente a la evolución de su carrera.
Los veteranos tampoco están ausentes en este álbum y en el tema de big band, el trombonista Reynaldo Jorge y el trompetista Luis “Perico” Ortiz, así como Iván Renta, entregan lo mejor de sí en sus improvisaciones. El líder, por su parte, ofrece sus mejores solos en la plena y el lírico dúo con Gómez.
Fluido, bien organizado, musicalmente rico y con un claro concepto de grupo en el que todos los participantes tienen la oportunidad de destacarse, “27” es probablemente una de las mejores grabaciones del trompetista puertorriqueño. Una importante referencia del estado actual del jazz hecho en Puerto Rico.