Por Janilka Romero
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Hace unos años René Perez Joglar, mejor conocido como Residente, decidió realizarse una prueba de ADN con el propósito de conocer la diferentes raíces que componen sus genes. A base de estos resultados tomó la decisión de embarcarse en una travesía por diferentes países para conocer su cultura, su gente, su historia y así incorporarlos en su música. Estuvo viajando durante dos años por España, Ghana, China, Francia, Armenia, Ossetia, Moscú, Siberia, Antigua, Burkina Faso, Niger y su país natal, Puerto Rico; lugares donde tuvo la oportunidad de grabar las canciones de su nueva propuesta musical titulada “Residente”. Este es su primer disco como solista luego de haber trabajo por 10 años junto a sus hermanos, Eduardo Cabra Martínez e Ileana Cabra Joglar, bajo el internacionalmente conocido Calle 13.

Residente, el artista con más Latin Grammys ganados, además de escribir las canciones de su disco también lo produjo y dirigió el vídeo musical del primer sencillo “Somos anormales”. La producción cuenta con la colaboración de artistas con orígenes de los diferentes países que visitó como: Bombino, guitarrista y cantautor de Niger; Goran Bregović, compositor de Serbia; Soko, cantante y actriz de Francia, entre otros artistas. Creando así un disco heterogéneo que respalda su filosofía de “Todos somos residentes del espacio que ocupamos y en nuestro espacio las fronteras no existen”. Sus deseos de unir al pueblo a través de la música ha sido evidente desde que lanzó el sencillo de “Latinoamérica” del disco “Entren los que quieran”. Sin embargo este es el primer CD donde todas las canciones van enfocadas a la unión no solo del pueblo latinoamericano sino del mundo.
Es incuestionable la evolución del artista desde que lanzo su primer disco Calle 13 en el año 2005 a esta nueva producción musical de 2017. Para aquel entonces teníamos a un artista experimentando con el género urbano como crear un hit, lo cual logró con el tema “Se vale to”. Poco a poco fue añadiendo a su repertorio letras que denunciaban los atropellos del gobierno como lo fue con la canción “Querido FBI”. Ahora podemos apreciar un artista completamente comprometido social y culturalmente, un virtuoso que es voz de quienes no pueden hablar, un ser humano en batalla con la más poderosa de sus armas: el arte.
Algunos elementos que mantuvo de sus producciones con el grupo Calle 13 en este nuevo disco fueron las introducciones y los interludios. Esta vez la introducción, llamada ADN/DNA, fue en colaboración con Lin-Manuel Miranda, creador de los galardonados musicales de Broadway “In the Heights” y “Hamilton”. Aquí Miranda nos explica con su rap el proceso de Residente con las pruebas de sangre y sus viajes. También nos relata cómo descubrieron que ambos son primos lejanos y que son descendientes de Gilberto Concepción de Gracia, fundador del Partido Independentista. Esto nos da una idea de dónde y cómo nacen las ganas del artista luchar por las desigualdades sociales, la descolonización de Puerto Rico, la trata humana y la violencia.
Este disco es como una montaña rusa de emociones; una aventura que te hace bailar al repique de los tambores de ‘tumabao’ africano con “Dagomas en Tamale”, te invita a reflexionar sobre la contaminación en China en el tema de “Apocalíptico”, te transmite toda la rabia que causa el saber que todavía existe la “Guerra”, te lleva a caminar “Entre montañas de Siberia”, te provoca esa risita nerviosa con el sencillo de “Somos anormales” y te hace quebrar en llanto en la canción final “Hijos del cañaveral”. Ofrece una amplia gama de ritmos musicales que van desde lo asiático hasta lo puertorriqueño, desde la percusión hasta lo coral. Residente pone un espejo frente a nosotros para que veamos a las diferentes realidades/situaciones que se enfrentan a diario dentro y fuera de casa, dentro y fuera de nuestro país. Es casi como una bofetada que nos grita “Despierta, esto es lo que está pasando. ¿Qué vamos a hacer para mejorar?”. Nos enseña que somos capaces de hacer, crear, cambiar, aprender y enseñar con los recursos que tenemos a la mano y esto lo deja claro en su canción “Dagomas en Tamale” cuando canta:
“Aprendimos a sembrar sin tierra
De calidad, pero barato
Como bailadores de academia, pero sin zapato”
Residente dejó de ser solo residente de su casa – de San Juan o de Puerto Rico – para convertirse en Residente del mundo. Él es una muestra de lo que somos capaces de crear en la unión derrumbando las fronteras, las murallas, las diferencias.
A menos de un mes del estreno mundial del disco se ha logrado posicionar en el tope de las listas musicales y ha alcanzado un gran número de ventas. Pronto estará realizando una serie de conciertos que comenzará en el Luna Park, Argentina, el 15 de septiembre. Mientras tanto, aquí está, tras una larga espera, el primer álbum de René Pérez como solista.