Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Con las notas discográficas del respetado musicólogo cubano Cristóbal Díaz Ayala, ya circula un disco para la historia: “Son… de Cuba y Puerto Rico”, el junte de la Orquesta Criolla Nacional Mapeyé y el cuatrista Christian Nieves con el legendario maestro del tres Pancho Amat.

Esta agradable sorpresa entraña un abrazo de nuestro instrumento nacional, el cuatro, con el tres cubano. Es a su vez el encuentro de dos generaciones: Pancho y el virtuoso Christian. La amistosa integración de dos Monoestrelladas. Y la colaboración de dos instituciones de la música caribeña: Tony Mapeyé y don Pancho.
Grabado en los estudios Cantoral de Naranjito y en el de Manolito Simonet en La Habana, el resultado es un irresistible intercambio músico-cultural que merece ser bailado de principio a fin.
El cancionero enlaza una muestra de las composiciones emblemáticas de la música popular cubana y boricua de mediados del Siglo XX.
Es un viaje por la entraña de la nostalgia.
Como saque e introducción, la composición de Tony, “Cuba y Puerto Rico son…”, que sugiere en sus compases iniciales melodías de “Preciosa” y “En mi Viejo San Juan” en la estructura de un seis guajiro, presenta a Mónika Nieves en la interpretación de unas décimas que sintetizan poéticamente la hermandad de las dos Antillas, con solos de Christian y Pancho Amat.
Son dos hermanas taínas
Son dos perlas en el mar.
Son del Caribe el altar,
Son dos Antillas latinas,
Son africanas vecinas,
Son cultura y tradición,
Son sentimiento y pasión,
Son del Creador un beso,
Mucho más y todo eso,
Cuba y Puerto Rico son…
La secuencia sigue con el picante son “El calderito de tostar café” del Francisco Repilado, el inolvidable Compay Segundo.
En algún lugar de la eternidad se podría imaginar al Compay y a Daniel Santos entonar a dos voces el bolero “El último suspiro” de Rafael Hernández, interpretación en que Modesto Nieves le aporta a Tony la segunda en armonización y acompañamiento vocal.
El intercambio de clásicos del pentagrama cubano-rriqueño continúa con el son “Lágrimas negras” de Miguel Matamoros, compuesto hace casi un siglo y, como escribe Díaz Ayala, con numerosas versiones. La presente, cuyo acompañamiento aportan el cuatro de Christian y el tres de Pancho, une las voces de José Antonio Rivera ‘Tony Mapeyé’ con la de Christian Pagán.
De regreso a Puerto Rico, la secuencia sigue con la evocación de Pedro Flores y su guaracha “Borracho no vale”, que inmortalizó Daniel Santos.
Cuba continúa la fiesta con el pregón “Frutas del Caney” de Félix B. Caignet [hubiera sido interesante el acercamiento de Pancho, Tony y Christian al clásico “El manicero” de Moisés Simons] mientras Borinquen riposta con el bolero “Bajo un palmar” del naguabeño Pedro Flores, interpretado a dos voces.
El sentimiento del bolero antillano, uno de los tesoros que Cuba ha obsequiado al mundo, se prolonga con el estándar “Convergencia” de Bienvenido Gutiérrez y Marcelino Guerra.
Es inevitable durante la audición trasladarse imaginariamente a las estrechas calles adoquinadas del Viejo San Juan y La Habana vieja. Esta producción tiene la magia de simular un puente que en minutos propicia un ir y venir musical que confirma la integración de las dos Antillas en un legado de musa, compañerismo, bohemia, farra y amistad.
La guaracha “Idilio”, de Miguel Ángel ‘Titi’ Amadeo, con un solo de Christian Nieves, es otro acierto de “Son… de Cuba y Puerto Rico”, un disco que huele a Grammy y que definitivamente no dudamos que se considerará entre las entregas más sobresalientes de 2017.
Aquí, señoras y señores, no hay rellenos. Otra joya, en la que Tony se crece como cantante, es la versión del bolero “Quisqueya” de Rafael Hernández, que da paso al cierre con la guaracha “Una vasca en Camagüey” de Daniel Amat, vitrina sonora para el despliegue del virtuosismo de Pancho y Christian.
“Son… de Cuba y Puerto Rico” es uno de esos discos que tienen el poder de dibujar una sonrisa desde el inicio de su audición. Si lo quiere, es serenata y bohemia. Y también rumba, en su acepción festiva o bullanguera.
Es un encuentro épico, que suma otro crédito de indiscutible relevancia y trascendencia en la carrera de Christian Nieves, quien sigue cultivando laureles como arreglista, solista, acompañante y productor de la amalgama de ritmos cubanos y boricuas.
La literatura de “Son… de Cuba y Puerto Rico”, su diseño y presentación, las fotos, las letras del cancionero, las biografías de Tony Mapeyé, Pancho Amat y Christian Nieves y su contenido musical proyectan el concepto como una obra maestra que merece vuestra atención en el formato fonográfico y que, tarde o temprano, propiciará otro junte de Mapeyé y Pancho Amat en los escenarios de Cuba y Puerto Rico.