Por Rafael Vega Curry
Fundación Nacional para la Cultura Popular
A lo largo de su fructífera carrera, el pianista y director de orquesta Oscar Hernández ha sido director musical de luminarias como Ray Barretto y Rubén Blades; ha tocado con estrellas como Tito Puente, Celia Cruz, Paul Simon y Juan Luis Guerra; ha dirigido obras musicales en Broadway y se ha hecho acreedor de tres premios Grammy. Grabó un par de discos de jazz con Seis del Solar, la que solía ser la banda de Blades, y dirige la Spanish Harlem Orchestra, considerada una de las mejores orquestas de salsa de la actualidad.
Sin embargo, que se sepa, nunca había grabado un álbum de jazz latino a su nombre, situación que finalmente corrigió con “The Art of Latin Jazz”, estrenado este mes de marzo de 2017. Qué bueno que finalmente decidió hacerlo.

“The Art of Latin Jazz” es, sencillamente, una de las grabaciones de jazz latino más jubilosas y positivas que se hayan escuchado en mucho tiempo. Es el producto de los largos años de experiencia que le han permitido al pianista alcanzar el balance perfecto entre técnica y sabor callejero, entre melodías bailables y exploraciones armónicas, todo aderezado con una pizca de astucia – la mayoría de los diez temas duran poco más de cinco minutos, lo que facilita su difusión en formatos radiales.
Nacido en Manhattan de padres puertorriqueños, Hernández reclutó para su quinteto Alma Libre a un grupo de experimentados músicos de la costa oeste de los Estados Unidos: Justo Almario en saxofón tenor y flauta; Jimmy Branly en batería (quien también estuvo a cargo de la mezcla y masterización); Christian Moraga en congas y percusión; y Jorge “Sawa” Pérez en el bajo. Como invitado especial, trajo al veterano trompetista y líder de orquesta Gilbert Castellanos, oriundo de Guadalajara, México, y radicado hace muchos años en California.
Con su vasto resumé salsero –que también incluye a Luis “Perico” Ortiz, Oscar D’León, Johnny Pacheco, el Conjunto Libre y el Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorquino- era natural que algunos recursos asociados a este género surgieran en esta grabación de jazz latino. Y ha sido, para felicidad del oyente. No menos de la mitad de los temas –“One Day Soon”, “Right On”, “Fort Apache”, “Alma libre” y el que le da título al disco- cuentan con sabrosos montunos de piano, que cumplen su doble propósito de cautivar al oyente e impulsar hacia adelante la música. “Fort Apache” y “Alma libre” son piezas muy cercanas, además, a la denominada salsa brava de antaño.
Hernández, quien compuso todos los temas, muestra también su maestría uniendo los géneros del jazz y las cadencias latinas, en “Timeshift” (un seductor “guaguancó jazzeado”), “Right On” (un delicioso cha-cha-chá con blues) y “ESPN Blues” (mezcla de aires latinos y puro swing de jazz). Cada uno de sus solos de piano es una combinación natural de técnica, musicalidad, swing y perfecto desarrollo. Pero también hay amplio espacio para los demás, pues este es un álbum de una banda, no de un solista en particular, y Castellanos, Almario y Branly, sobre todo, tienen oportunidad de manifestar sus talentos.
Con profunda raíz, auténtico sabor latino y muchas buenas vibras, “The Art of Latin Jazz” justifica tanto su título –que tal vez hubiera sido pretencioso viniendo de manos menos expertas- como los colores que engalanan su portada y reflejan su alegría interior. Una de esas grabaciones que se van poniendo mejores a medida que avanzan y que son para disfrutarse en repetidas ocasiones.