Danilo Pérez en su gran noche

Por Jaime F. Rodríguez
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

Bajo una noche agradable y fresca, por los aires que soplaban de la Bahía de San Juan, continuó la tercera velada de la duoséptima edición del Puerto Rico Heineken JazzFest, día en que se le rindió honor al virtuoso pianista panameño, Danilo Pérez.

La cita con la buena música comenzó puntual – a las 8:00 p.m.- con la presentación del facultado pianista, compositor y arreglista Harold López-Nussa y su trío, quien demostró el por qué es uno de los mejores pianistas cubanos de su generación.

Con sobre cinco producciones discográficas como líder, este joven músico conquistó con sus ejecuciones al público presente, el cual quizás no tenía ni idea de su calidad interpretativa y de su abarcadora técnica.

Comenzó su presentación con “Feria”, uno de los temas de su más reciente producción “El viaje”. Luego continuó con “Me voy pa’ Cuba”, pieza de su amigo, el también excelente pianista Aldo López Gavilán. Ya en este momento, el público comenzó a dejarse tentar por su música, la cual tiene elementos del son, el danzón, la trova cubana y las estructuras innovadoras que se vienen incorporando al jazz latino. Desde luego, no podía faltar algo de sus estudios musicales e influencia en la danza cubana del virtuoso pianista cubano del Siglo XVIII, Ignacio Cervantes Kawanagh, tocando “Y la negra baila” y “Los muñecos”. En este último su hermano Ruy se unió con Harold en el piano para realizar un dúo que marcó el punto climático de su actuación.

A renglón seguido, López-Nussa tocó una de las composiciones de su disco “Herencia”, titulada “Mamá”; pieza dedicada a su progenitora ya fallecida. Posteriormente interpretó “Lobo’s Cha”, composición de su tío y reconocido pianista de jazz, Ernán López-Nussa, también incluida en su más reciente trabajo discográfico y donde le adicionó secuencias melódicas del tango argentino. Y finalmente concluyó su presentación con el primer gran éxito musical del afamado grupo cubano Irakere, “Bacalao con pan”, en un nuevo arreglo para trío también incluido en su disco compacto “El viaje”.

Este talentoso pianista, de abarcadora técnica, junto a sus dos acompañantes, Julio César González en el bajo eléctrico de cinco cuerdas y Ruy López-Nussa en la batería y percusión, demostraron la frescura musical de un repertorio atinado y muy selecto.

La noche dio paso entonces a la veteranía de uno de los pianistas más reconocidos en el ámbito del jazz moderno, Ellis Marsalis. Este gran educador de 82 años y puntal inequívoco de la familia más reconocida en este género musical – los Marsalis – es padre de seis hijos, cuatro de los cuales son excelentes músicos comenzando con Branford, Wynton, Delfeayo y Jason.

El patriarca de los Marsalis se presentó anoche con un quinteto bien definido y con convincente conocimiento del jazz moderno, desde el “be-bop” hasta su extensión del “hard-bop”. De esta forma se escucharon piezas como:“12’s it”, “Dalilah” y la bella melodía de “Softly as in the Morning Sunrise”, de las cuales se pudo apreciar el gran desempeño del trompetista Ashlin Parker y el saxofonista tenor Derek London, que mantuvieron la velada en alto.

Prosiguieron en su programa con la composición del famoso pianista Herbie Hancock, “Tell Me a Bedtime Story” y luego con la del insigne trompetista fenecido, Freddie Hubbard, “Bird Like”. Si bien a su edad Marsalis ya no cuenta con las facultades musicales de antaño, no podemos pasar por alto que con sólo sus conocimientos musicales y el acompañamiento preciso de talentos que conocen muy bien el lenguaje del género que interpretan, hace de su velada una atractiva y muy convincente. Así, su presentación sobresalió por la combinación de su trompetista Ashlin Parker y el saxofonista Derek London, quienes demostraron que cuando se trabaja en conjunto pueden lograrse la excelencia en el jazz. Esto, desde luego, sin quitarle méritos a los demás integrantes del quinteto que incluía al bajista Jason Stewart y al baterista Stephen Gordon.

De lo más tradicional y moderno del jazz pasamos al plato fuerte de la noche con el homenajeado del JazzFest 2017: el panameño Danilo Pérez.

Acostumbrado en sus últimos años a tocar en trío y cuartetos, como el de su amigo y legendario saxofonista Wayne Shorter, Danilo se presentó esta vez con su trío compuesto por Ben Street en el contrabajo y el joven baterista de Detroit, Michigan, Nathan Winn, adicionándole sus invitados especiales, los boricuas Miguel Zenón en el alto sax y David Sánchez en el tenor sax, el cubano Román Díaz en las tumbadoras y sus compatriotas Oscar Cruz en la percusión y el típico repicador panameño y Luis Carlos en el saxofón soprano.

Su presentación comenzó con su “Suite of the Americas”, destacándose los boricuas Zenón y Sánchez en sus respectivos instrumentos. Danilo prosiguió presentando a su querida esposa chilena, Patricia Zarate, para que se integrara al grupo tocando el saxofón soprano en el tema “Expeditions”. La pieza comenzó entonces con un tonada yoruba interpretada por el percusionista cubano Díaz, la cual se complementó con solos bien ejecutados nuevamente por Zenón y Sánchez. Ante ello, no podía faltar las influencias musicales del tamborito (ritmo tradicional panameño) abordadas por Danilo, como se apreció en su composición “Galactic Panama”.

El homenajeado hizo un aparte en su concierto al dedicarle la pieza “Historia de un amor”, del panameño Carlos Eleta Almarán, al pianista, compositor y arreglista de música de teatro, Stephen Schwartz, quien falleciera ayer a los 69 años. En ésta, Miguel Zenón se unió a Danilo ofreciéndonos un excelente dúo de sax alto y piano. Acto al que le siguió la consabida entrega del cartel conmemorativo del Puerto Rico Heineken JazzFest dedicado a él.

Hay que recalcar que el repertorio que interpretó Pérez podría ser – para algunos – un poco complicado por su métrica. Pero aún así la velada finalizó en alto con el clásico de Stevie Wonder, “Overjoyed”, y una descarga a lo Danilo titulada “Cholito”. En ese cierre de fiesta pudimos apreciar un nutrido grupo de hermanos panameños – en especial sus padres e hijas – que se lo disfrutaron hasta la saciedad.

Hoy finaliza el Festival con la presentación de los estudiantes de Berklee College bajo la dirección del boricua Egui Castrillo, el pianista mayagüezano Lannie Batistinni y el “Rey del bajo”, Bobby Valentín.

¡Qué siga el banquete de jazz!

(El autor conduce el programa radial “Jazz Tropical” que transmite la emisora Z-93)

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