Por Edgar Torres
Para la Fundación Nacional para la Cultura Popular
Solo muy pocos de los que aplauden su talento hoy conocen al “Luiso” o “Shupi” de “Men and the City” -exitoso segmento dentro del programa “Raymond y sus amigos” (Telemundo)- por su verdadero nombre, Juan Reinaldo Jaime Rodríguez, posiblemente un poco más por su apodo de “Rosko”. De lo que sí estamos seguros es que su personaje se ha robado el corazón de los puertorriqueños y ha arrancado muchas carcajadas.

El artista comenzó diciendo que trabajar en “Raymond y sus amigos” ha sido “una oportunidad bien grande para mí. Yo estudié drama en la Universidad de Puerto Rico (Recinto de Río Piedras), estuve en el Teatro Rodante y hasta hice trabajos fuera y dentro. Hubo un momento que cuando me gradué, uno se las ve bien feas y entonces el único trabajo que conseguí fue siendo maestro de inglés. Me encantó, porque aprendí mucha paciencia y cosas de mí que no conocía. Pero, decía, ‘yo quiero ser actor, yo estudié para ser actor’. Cogí todo lo que ahorré y me fui para Nueva York a probar suerte”.
La razón para retornar al País fue que le avisaron de unas audiciones en Telemundo. “Estuve desde por la mañana hasta por la noche. Gracias a Dios y toco madera, porque Tony Mojena (productor del programa) me dio la oportunidad. Me llamó para el ‘call back’ y pidió que escribiera tres libretos, los que envié. Empecé a trabajar tres meses antes de que comenzara el programa para cuadrar las ideas, conceptos y hablando con Raymond Arrieta. Él tiene ideas para todo lo que le digas, al igual que Miguel Morales… Básicamente, lo que hago en ‘Raymond y sus amigos’ es escribir ‘Gato encerrado’ y cualquier ‘pre-opening’. Trabajo de lunes a viernes en el canal”, narró.
Rosko describió su personaje de “Luiso” en “Men and The City” como “una persona súper feliz”. Agregó, inmediatamente, que “siempre trato de que todos mis personajes pueda definirlos con una sola palabra. El personaje de ‘Luiso’ es homosexual, entonces yo buscando en el diccionario encontré que la palabra ‘gay’ es felicidad… Dije, este hombre va a ser una persona sumamente feliz, que ama sus amigos y quiere resolverle las crisis”.

El histrión indicó que “en el pasado en Puerto Rico no hemos sido muy respetuosos con las personas del ambiente (comunidad LGBTT). Siempre dije que si haría un personaje así sería para todo el mundo, que sea libre. Que todos sepan que es gay y no se esconda. Yo soy ‘straight’, pero tengo muchos amigos gays con los que hablo de lo que han sufrido, de lo que han pasado. Es una caricatura basada en la realidad… En ‘Men and the City’ todos sus amigos y él se aman. Eso queremos que suceda en Puerto Rico. ¡El amor es lo más importante! Si nos aceptamos como somos, aunque seamos diferentes, todo el mundo puede tener una amistad muy linda. Todas las personas que ‘Luiso’ quiere mucho y están cercanas a su corazón son sus ‘Shupi”.
-¿Por qué consideras que ‘Men and the City’ está tan pegado en el pueblo?, preguntamos a uno de sus protagonistas.
-“Pienso que por los diferentes personajes. Es una parodia basada en ’Sex and the City’. Es una dinámica entre muchas personalidades como nuestra sociedad. Son cinco amigos de diferentes caminos que se unen en una barra para hablar de sus problemas y resolverlos. Eso hace que ‘Men and the City’ crezca y toque el corazón del pueblo. Queremos darle felicidad al pueblo y que sepa que estamos con ellos. A veces (los televidentes) se llevan más en sus corazones a los personajes que a nosotros mismos (los actores)”, puntualizó.
-¿Cuál es tu mayor satisfacción en el programa?

“Si me divierto y trabajo en lo que amo, nunca voy a trabajar en mi vida. Cuando vi la oportunidad de actuar, de hacer algo brutal con artistas excelentes de nuestro país, que yo vi desde más joven, y colegas con los que estudié, es estar aprendiendo junto a ellos. Un día de ensayos para mí es como casi un semestre completo en la universidad. Ellos son muy rápidos, tienen demasiada experiencia actuando frente a una cámara. ¡Es un taller increíble!”, precisó.
Lleno de satisfacción por lo aprendido en más de dos años de transmisión de “Raymond y sus amigos”, Rosko enfatizó sobre sus compañeros que “cada cual tiene su escuela distinta. René Monclova te hace una comedia mirándote serio, sabe la intención, lo que impresiona y te da risa. A Jorge Castro le das cualquier personaje y te lo caracteriza, porque es bien meticuloso. Uno aprende a pensar dentro del personaje… Miguel Morales tiene tanta experiencia en radio y es libretista. Él le saca punta a lo que sea. Y Raymond Arrieta es una persona muy vibrante. Hay personas que nacen para ser estrellas. Estás al lado de una persona tan buena… Es un artista en todos los sentidos. Tiene mucha conciencia social y lo trae en todos sus personajes. Él es un actor de televisión, no de teatro. Yo estoy súper feliz en el programa”, manifestó. Otros miembros del elenco de “Men and the City” a los que admira son Mónica Pastrana y Joe-Alis Filippetti.
-¿Qué has aprendido de la televisión?, insistimos.
“Que es bien rápida y hay que tener más inmovilidad que el teatro. Soy una persona hiperactiva a veces, aunque en el carácter personal soy medio introvertido. Por eso me gusta la actuación, porque puedo explotar y hacer lo que quiera, sentirme libre en el escenario. Me gusta del teatro que puedo usar todo mi cuerpo. Raymond (Arrieta) me corregía muchas cosas el primer año… y todavía lo hace. ¡Me cuida mucho! Me dice que trate de mirar la cámara en un momento dado, que no me mueva tanto, que haga mejor una expresión. Raymond es muy expresivo en su rostro y dice que la televisión es así… El teatro es el cuerpo completo, pero en la televisión son momentos en tu cuerpo. Eso fue muy interesante aprenderlo. Lo aprendes con experiencia y ese hombre (Raymond) tiene una experiencia vasta”, comentó.

Rosko aseguró que “fluye” en su carrera artística, resaltando que “yo no cogí teatro hasta grado 12. Tuve una vida un poquito difícil. Fui a muchas escuelas. Me botaron de unas escuelas y me (matricularon) en un programa militar en el Campamento Santiago en Salinas. ¡Era travieso! En la tercera escuela que estuve, en mi grado 12, encontré el teatro y fue increíble… Pensé que si no me cogían en la UPR, entonces me metía al ejército. Gracias a Dios pasé la audición y decidí ser artista”.
Al actor, de 29 años y graduado de la UPR en 2012, no le interesa la fama, tanto que en la parodia de “Don Raymisco” (basada en Don Francisco) usa una máscara como “El Chacal” y el público no sabía -hasta ahora- que se trata de él. “No busco reconocimiento. Busco que un papel sea lo más real. Que esa personalidad que está entrando a mi piel, a mi cuerpo, sea lo más divertido para la persona que lo está viendo”, sostuvo.
Uno de los grandes aciertos de la televisión en estos momentos, aseguró Rosko, ha sido dar oportunidades a la nueva cepa de actores, pero fue sincero al comentar que “muchos de mi generación lo que quieren es ser famoso y eso no es real”.
Sentenció que “no puedes buscar la fama, sino pulir tu talento, ser dedicado y tener suerte. La suerte es muy importante. Hay que aprovechar las oportunidades que te tira la vida en el momento. Si no la sabes (aprovechar), no seguirás subiendo”.
El sueño más anhelado de Rosko es “actuar en Broadway y hacer alguna película. Si el camino es divertido trato de tener el sueño más grande”.
Durante la entrevista con Juan Reinaldo Jaime Rodríguez, el talentoso “Rosko” para sus amigos y colegas, y el “Luiso” o “Shupi” para los televidentes, descubrimos que su mayor éxito ha sido que es un artista con auténtica vocación.