Por Joselo Arroyo
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El colegio católico Notre Dame (CCND) está celebrando por todo lo alto sus 100 años de fundación. Como parte de dicha celebración, se presentó recientemente en el Teatro de la Universidad Interamericana, Recinto Metro, el musical “Fiddler on the Roof”, realizado en inglés. Y es que como dice el propio José J. Grillo – principal del Colegio – acerca de la celebración de aniversario: “Un siglo de existencia de cualquier entidad es algo extraordinario”.

Este musical fue seleccionado por su apego a la tradición y la fe en Dios de los judíos en Rusia, que les impulsa hacia adelante para sobrevivir en su diáspora y así salvaguardar su identidad y valores. Esta estampa establece cierto paralelismo con la realidad actual de la diáspora puertorriqueña.
“El violinista en el tejado” -título en español- es un musical estadounidense, estrenado en Broadway, en 1964. Está basado en una novela del escritor ruso Sholem Aleijem. Posteriormente, en 1971, se presentó una versión cinematográfica, del mismo título, dirigida por Norman Jewison. La película ganó tres premios Oscar.
Su historia narra la historia de un pueblo judío, asentado en Rusia, a principios del siglo XX. Tevye, un lechero que tiene cinco hijas, es testigo de cómo el mundo que le rodea va cambiando y derrumbándose. Su situación -y la del pueblo- es como la de un violinista en el tejado -simbolismo que le da título a la pieza-. Su hija mayor se niega a casarse con el marido que él le ha elegido. Un día llega un joven idealista llamado Perchik, quien congenia con Tevye. Perchik trata de difundir una idea que hará cambiar las tradiciones y la política del País. Pero, a pesar de la pobreza y las circunstancias, Tevye toma las situaciones malas con sentido del humor, dejando ver su gran bondad y el amor que siente hacia los suyos.
Al llegar a la sala -llena total- los presentes veían el telón abierto, el escenario vacío y la boca de la fosa abierta. Luego del saludo y protocolo inicial, comenzaron a entrar al escenario casas que delineaban el cielo ruso, con el peculiar violinista, quien tocaba su instrumento desde el techo de una de ellas. De inmediato, decenas de estudiantes, cantando, abordaron el escenario desde todas partes del teatro. Realmente, fue una apertura impresionante que sirvió de antesala para lo que se continuaría disfrutando.
La propuesta de escenografía -diseño de Héctor Rafael- estableció elementos móviles que ambientaron los distintos espacios en los cuales se desarrollaba la trama, con amplio sentido práctico, funcional y estético. El transito armónico de entrada y salida de elementos para lograr los cambios de lugar, que hábilmente fue incorporado al montaje, logró la sensación de una coreografía adicional. Igualmente -y de forma conveniente- la iluminación de Miguel Rosa aportó balance, color y énfasis en la pieza.

Cabe señalar la integración de estudiantes en el trabajo técnico de la pieza. Por ejemplo, en la construcción de escenografía colaboraron Kevin Torres, Julia Hernández, Paula Cruz, Ián Medina, Ileana Ramírez, Aleisha Vera, Claudia Mulero, Angélica Cruz, Gretchen Díaz, Jaime Vega, Alejandra Leal, Karla Crespo, Verónica Chapero, Ileanette Reyes, Ángela Díaz, Jomar de Jesús, Adriana Piñero y Gabriela Contreras. A ellos se sumaron Daniela Roselló y Natalia Centeno como asistentes de escenografía.
El vestuario fue confeccionado por Daniela Roselló y Aleida García; y coordinado por Enid Bermúdez, asistida por Sally Cosme y Mayra Ortiz. El grupo encargado de la utilería, coordinado por Yolanda Gutiérrez, asistida por Gildo Jesús Peña y Emily Fajardo, se integró hábilmente al montaje y sus necesidades. Se destacó la labor de Aleisha Ramos como regidora de escena, quien integró atinadamente todos los departamentos, en función del espectáculo.
El comprometido y enérgico elenco de estudiantes estuvo compuesto por Lee Van López (Fiddler); María Isabel Alicea (Tzeitel); Angélica Lebrón (Hodel); Alejandra Bigio (Chava); Fabiana Ochoa (Shprintze); Dahbria Arroyo (Bielke); Sofía Castro (Yente); David Figueroa (Motel); Gabriel McRoberts (Perchick); Armando Otero (Constable); Raúl Tirado Pérez (Fyedka); Ángel Martínez (Mordcha/Rabbi); Ricardo Reyes (Yussel); Néstor Acevedo (Avram); Eric Colón (Mendel); Sarah Pedreira Bisonó (Grandmother 1); y Carolina Correa (Grandmother 2).
A ellos se les unió, satisfactoriamente, el resto de la compañía del musical, también compuesto por estudiantes del colegio, dentro de los cuales se encontraban Karianne Carrasquillo, Victoria Llanos, Aleysha Ramos, Bárbara Castillo, Indira Santa, Verónica Vega, María del Carmen López, Naomi Robinson, Natalia Rivera, Esteban Báez, Daián Rodríguez, Jeromar Andino, Ariana Vélez, Diego Figueroa, Adriana Álamo, Alanna Martínez, Noelia Cruz, Luzmarie Díaz, Gabriela Serrano, Zoeling Medina, David A. Figueroa, Anaís Maldonado, Isabela Piñero, Roseidaleem Siaca, Kiara Martínez, Juliana Alicea, Jaime G. Díaz, Kalliell Sanjurjo, Mónica Colón, Lizandra Castillo, Génesis Cintrón, Yadiel Castrodad, Daimary Miranda, José Manautu, Sabrina Baranda, Paulina Sánchez, Jairam González, Ricardo Rivera, Andrea Martínez, Damilet González, Nilda Sánchez, Darnell Wilson, Claudia Rovira, Alana Mendoza, Jomar E. De Jesús, Carla Muñiz, María Berrios, Alondra Sánchez, Patricia Archilla, Angele Colón, Andrea Ramos, Verónica Ospina, Paola Chamorro, Mónica Ospina, Sebastián Rivera, Daryl Zambrana, Mónica Rodríguez, Daniela González, Karelly Sanjurjo, Natalia Cabán, Mariangélica Aponte, Paola Arán, Isabella García, Pedro Cabrera, Juan Tirado, Gabriel Montañez, José Soler, Angélica Ríos, Isabel Calzada, Evaluna Cirilo, Gabriela Delgado, Valeria Martínez, Juliette Feliciano, Paula Esmurria Castro, Paulina Señeriz, Leticia Cortés, Paula Cruz, Bianca Vega, Sebastián Martínez, Mónica Rodríguez, Sameily Príncipe, Néstor Acevedo, Ariana Flores Miranda, Carolina Ríos Rodríguez, Natalia Quiles Otero, Cecilia Colón Irizarry, Frances Solá López, Fabiola Ferrer Puig, Valeria Rosado y Viviana Ceinos.

El refuerzo profesional en los roles protagónicos fue esencial para la pieza. Félix José Colón Rolón se ganó el agrado de los presentes, durante todo momento, con su caracterización de “Tevye”. De igual modo, ocurrió con María del Mar Rodríguez, quien hábilmente bordó la caracterización de la esposa y madre “Golde”. Por su parte, Carlos Díaz Miranda brilló en su trabajo como “Lazar Wolf”, sobretodo mostrando sus dotes de coreógrafo y bailarín en el emblemático y difícil “baile de las botellas”.
Sin lugar a duda, este amplio y nutrido grupo logró realce con un talentoso y comprometido grupo de profesores que capitanearon este esfuerzo. Alexi Colón Vázquez -profesor de música- tuvo a cargo la dirección musical. Norma Dalmau -egresada y directora del Dance Team del CCND- fue la coreógrafa del musical. Héctor León Cartagena -profesor de inglés- fue el responsable de la dicción. El reconocido artista plástico Héctor Rafael -director del departamento de arte del CCND- trabajó el diseño de la escenografía. Todo fue orquestado, de manera orgánica y acertada, por Norwill Fragoso -profesora de teatro-, quien fue la directora general de este monumental proyecto.
En resumen, esta producción de Doris González Ramírez, para el Colegio Católico Notre Dame, apuesta, fomenta, educa y disfruta del arte en todas sus expresiones, integrándolas efectivamente a su celebración. Se logró una puesta redonda, realizada por estudiantes, egresados, profesionales y maestros, todos con un alto sentido de compromiso, talento y profesionalismo, tanto dentro del marco musical como el histriónico.