Por Javier Santiago
Fundación Nacional para la Cultura Popular
Había que estar allí… en la sala del Teatro Marquis, en la calle número 46, justo al lado del Teatro Richard Rodgers donde se escenifica el ya legendario “Hamilton” de Lin-Manuel Miranda, en pleno corazón de Broadway…
Desde el momento en que supimos que visitaríamos la Gran Urbe, la asignación de acudir a una función del musical “On Your Feet”, basado en la historia de Emilio y Gloria Estefan, se programó sin vacilación. Con semanas de anticipación adquirimos los boletos y en la puntualidad sajona llegamos aquel viernes 4 de octubre para presenciar la actuación de Éktor Rivera en el rol protagónico del musical. Pero esa noche el boricua no entró a escena. Fue Omar López-Cepero quien lo sustituyó en la caracterización estelar de Emilio Estefan.

Dentro de la vorágine amarillista que se suscitaba aquella semana sobre su vida personal, Rivera se había tomado unos días para tratar de descifrar un complicado rompecabezas que las circunstancias ponían ante sí para resolver.
Un día más tarde, Éktor se reintegraba al espectáculo. Hicimos largas filas en la boletería de Times Square para ver si – por suerte – aparecía una entrada para esa última función en la que podríamos coincidir con él… Y voilá, se cumplió nuestro deseo dándonos la oportunidad de asistir a la función de aquella noche de otoño en Nueva York.
Ciertamente era esa la más difícil de las funciones que debe haber tenido Éktor en este reto enorme de protagonizar un musical en Broadway. Pero allí estaba… Con su dominio escénico, movimientos coordinados, interpretaciones claras y el carisma que siempre le ha acompañado sobre cualquier escenario.
La disciplina – esa que le conocimos cuando fuimos parte del jurado en la primera edición de “Objetivo Fama” en Puerto Rico – se evidenciaba una vez más en aquel desempeño escénico en el Teatro Marquis. Y por ello fue inevitable sentir orgullo al comprobar su innegable evolución como actor y cantante.
Esa entrega que lo llevó del rap a un cuarteto musical juvenil de merengue, pasando a la competencia de un exitoso “reality show”, y llegando más tarde a la escena teatral en las versiones nacionales de musicales como “Hairspray”, “Barrio arriba, barrio abajo” y “Godspell”, entre otros, mostraba aquella noche sus mejores frutos en el trabajo histriónico de Éktor Rivera. Y si bien aquella función era una de las más difíciles para el artista, el joven de múltiples talentos sacó su buena escuela para cumplir a cabalidad con su encomienda protagónica en la meca del teatro estadounidense.

Así, al margen de su trabajo, la obra basada en la carrera de Gloria Estefan fue para nosotros el repaso de una historia muy conocida. Si bien el libreto no mencionó a Puerto Rico como una de las plataformas determinantes en el lanzamiento de aquel fenómeno llamado Miami Sound Machine – el mismo que eventualmente dio paso a la conversión de la cantante en una figura de reconocimiento internacional – Borinquen sí estaba presente con sus talentos en esta exitosa puesta en escena.
Doreen Montalvo, la genial Lupe Yoli de “La Lupe” que luego aplaudimos en tantas ocasiones como parte de “In the Heights”, encarnó aquí a “Nena” y “Lucía”, paseándose enérgica como parte del conjunto escénico (“ensemble”). Eliseo Román, el inolvidable piragüero del primer musical ideado por Lin-Manuel Miranda, dio vida con ternura y determinación a “José Fajardo”, padre de Gloria. En los movimientos coreográficos quedaba el asomo inequívoco del vegalteño Luis Salgado. El maestro Oscar Hernández aportó igualmente arreglos y orquestaciones, delineados con verdadero sabor latino. Y Éktor nos presentó a un “Emilio Estefan” desde la dignidad de un hombre cuya entrega fue el motor decisivo que encaminó a su amada “Glorita” a primeros planos de la popularidad.
A Emilio, que lo conocimos en aquellos años de Miami Sound Machine con CBS Internacional al son de “Baila conmigo”, “Dingui li Bangue” y “A toda máquina”, y que documentamos en sus pasos de transformar e internacionalizar su propuesta musical, Éktor lo capta en su esencia. Ese espíritu campechano, de hablar veloz y marcado acento, está claramente ilustrado en el escenario del Marquis. Y como tal merece cada aplauso del público que noche tras noche se ha estado ganando en un musical que lleva ya más de 500 funciones.

Igual destaque puede darse al elenco aquí reunido: Christie Prades en el rol protagónico femenino, (en sustitución de la Ana Villafañe en aquella función); Andrea Burns (la progenitora latina de fuerte carácter pero de innegable ternura maternal), Alma Cuervo, quien bordó con humor a la abuela alcahueta, ingeniosa y traviesa; y el toque siempre efectivo que solo dan los niños a cualquier producción ejemplificado aquí con la simpática participación de Eduardo Hernández.
Ciertamente “On Your Feet!” es un musical típico de Broadway; hecho a la medida del público que frecuenta sus salas. Cumple con el requisito de entretener y energizar a su audiencia a través de sus bailes y canciones. Fórmula probada que – como es de esperarse – tiene aires del estereotipo latino a lo West Side Story, pero que en su esencia se crece ante el recuerdo del vertiginoso ascenso de Gloria a la fama, su agotador proceso de mantenerse en la cima y el aterrador accidente que transformó su visión de vida y la de sus allegados.
El marco musical completa este mosaico latino con fuerte sabor cubano. Así las viñetas de historia desfilan sazonadas con éxitos musicales provenientes de la amplia discografía de los Estefan, los que, en su mayoría, van de de lo romántico y meloso a lo festivo y carnavalesco. Esto sin obviar el toque nostálgico del clásico “Cuando salí de Cuba”, éxito de la década de 1960 del cantautor argentino Luis Aguilé, que la niña Alexandria Suárez aquí rememora.

El libreto de Alexander Dineralis, hilvana con precisión numerosos datos relevantes de una carrera importante en los anales de la cultura popular latina. Y la escenografía y luces – David Rockwell y Kenneth Posner, respectivamente – cumplen a cabalidad con las reglas de un musical de sabor latino que responde al gusto sajón.
Dentro de este vistoso marco de una obra musical exitosa, con una historia conocida por los nuestros, es que recibimos con tanto orgullo este peldaño de algunos de nuestros talentos. Y con la bandera en alto igualmente celebramos la protagonización de otro boricua en la meca del teatro estadounidense.
De la mano de esta historia de los Estefan son muchos los talentos boricuas que junto a Éktor noche tras noche están ganando aplausos. Así pasó en el pasado, cuando figuras como nuestro disc jockey Pablo Flores tuvo en la creación de Emilio una plataforma de lanzamiento internacional. Así sigue pasando hoy en el teatro que está contiguo al legendario escenario que presenta la obra de un boricua ganador del Pullitzer y nominado este año a un Oscar.
Cosas veredes Sancho… Hace 18 años allí se presentó “The Capeman”, esfuerzo histriónico extraordinario que, basado en una controvertible historia no pudo mantenerse en cartelera por innumerables razones…
Hoy, al son de “Conga”, la historia es totalmente distinta.
Aplausos pues para “On Your Feet!” por lo que representa para el talento latino en la meca teatral de los Estados Unidos.
Aplausos también por lo que representa para el talento boricua en los difíciles escenarios del Norte…