Puerto Rico Jazz Jam: vitrina de lo mejor

Por Patricia Rodríguez
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

La octava edición del Puerto Rico Jazz Jam, efectuado como de costumbre en el Teatro Tapia de San Juan, fue un festín para los amantes de la buena música e incluyó un poco de todo, desde percusión en su máxima expresión hasta el bello sonido de una orquesta de cuerdas, sin olvidar el “world fusion” y el jazz en su pura esencia.

Jerrey Medina participó como invitado de Frankie Pérez en la función del viernes. (Foto Grandes Eventos) función del

El Festival fue producido por Humberto Ramírez y auspiciado por la Fundación Nacional para la Cultura Popular.

El quinteto del saxofonista Frankie Pérez se encargó del jazz “straight”, en la apertura del evento el viernes 27 de enero. Pérez no solo demostró que domina todos los saxofones que se utilizan mayormente en el jazz (tenor, alto y soprano) sino que es un maestro de la composición, con dos atractivos temas, “416” y “Después d’ esto”.

Con Frankie Suárez en el piano, Ricardo Lugo en el bajo, Héctor Matos en la batería y Raúl Rosario en la percusión, la banda entregó un programa melodioso y con mucho swing, al que se unió momentáneamente el trompetista Ramírez para la canción “First Word”. La gran sorpresa, no obstante, fue la llegada de Jerry Medina para una versión del clásico bolero “Mío” en estilo de filin. Medina arrancó los mayores aplausos del público hasta ese momento, gracias a sus “scats”, un estilo de improvisación vocal jazzística que nadie domina como él en Puerto Rico. La interpretación de “The Sticks”, con un excelente solo de batería de Matos, fue otro acierto.

El plato fuerte de la noche, sin embargo, fue la presentación de tres grandes congueros de hoy, William “Kachiro” Thompson, Eddie Montalvo y Jimmie Morales, en homenaje a tres leyendas de la conga, los cubanos Chano Pozo y Mongo Santamaría, y el estadounidense de raíces boricuas Ray Barretto. Para ello, seleccionaron lo más granado del repertorio de cada uno de ellos, en lo que constituyó un recorrido por algunos de los mejores temas en la historia del jazz latino.

La percusión se vistió de gala con la participación de Kachiro Thompson, Eddie Montalvo y Jimmie Morales. (Foto Grandes Eventos)

De este modo, desfilaron por el escenario composiciones tan agradables como “Afro Blue” y “Watermelon Man”, grabadas por Mongo Santamaría; “The Other Road”, “Lucretia the Cat” y “Cocinando”, de Ray Barretto; y “Tin tin deo” y “Manteca”, de Chano Pozo. Thompson, Morales y Montalvo se alternaron en las congas, haciendo las delicias de los presentes en sus descargas (cada uno en su respectivo estilo) y solo se unieron para la interpretación final, la de “Cocinando”.

El novel grupo Cafezz (se formó hace apenas dos años) tuvo a su cargo la apertura de la segunda y última noche del festival y no defraudó con su “world fusion music”. Esta une elementos de jazz con funk, música clásica, samba, bomba y aguinaldo. La banda está dirigida por Carmen Noemí en piano y teclados y Egui Sierra en bajo eléctrico, y lo completan Norberto “Tiko” Ortiz en saxofón tenor y soprano; Freddie Burgos en batería; y Christian Galíndez y Waldemar Reyes en todo tipo de percusiones.

Cafezz añadió un nuevo peldaño a su carrera de aciertos. (Foto Grandes Eventos)

La emoción de Carmen Noemí, quien dijo en sus palabras a los presentes que uno de sus sueños de niña era llegar a tocar en el Teatro Tapia, fue correspondida por los demás miembros del grupo, quienes evidentemente disfrutan complacer al público con su música. Fiel a su nombre, la mayor parte de los números de Cafezz aluden en sus títulos a esta sabrosa bebida –“Te invito a un café” (una samba-canção), “Café colao” (jazz latino), “El cafetal” (aguinaldo funk) y “Cortadito”, una guajira cubana a la que se unió Ramírez con su trompeta. Tampoco faltaron los temas clásicos-new age, tales como “Antes que salga la luna” y “Waterfalls”. La presentación terminó con “Sol boricua” (título de su segunda producción discográfica), una alegre composición que hace pensar en el lado positivo de la vida.

Para la parte final del concierto, se presentó Humberto Ramírez y su cuarteto, acompañado por una orquesta de cuerdas (ocho violines, dos violas y dos violoncellos) dirigida por el maestro Henry Hutchinson. La sublime música creada por esta formación estableció enseguida un aire de romance.

La orquesta de cuerdas de Henry Hutchinson dieron un toque de elegancia al cierre del Puerto Rico Jazz Jam establecido por el trompetista Humberto Ramírez. (Foto Grandes Eeventos)

Con ese imponente trasfondo, Ramírez tocó con total sentimiento y maestría una selección de boleros que incluyó el clásico “Inolvidable”, popularizado por Tito Rodríguez; “La casa”, de Armando Manzanero; “En la oscuridad”, de Rafael Solano; y “En la soledad”, de Puchi Balseiro. También incluyó una composición suya, “Un bolero para ti”, que estará incluida en su próxima producción discográfica. Aunque un programa integrado solamente por boleros pudiera en ocasiones inducir a la monotonía y, de ahí, al desinterés del público, esto no ocurrió en ningún momento, gracias a la exquisita belleza de lo interpretado.

Cabe mencionar, además, que eventos como el Puerto Rico Jazz Jam tienen también un carácter educativo, pues antes de cada interpretación, Ramírez cuenta un poco de la historia de cada uno de los temas, para ponerlos en contexto. En esto evidencia su amplio conocimiento de la historia del jazz y del cancionero popular puertorriqueño.

En sus ocho años de vida, este festival se ha afincado como una importante vitrina de lo mejor del jazz puertorriqueño, dándole oportunidad a músicos y agrupaciones jóvenes de exhibir su talento en una sala tan importante como lo es el Tapia. Enhorabuena, y que continúe con éxito en los años venideros.

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