Por Joselo Arroyo
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
“Yo sería borincano, aunque naciera en la luna”, así termina el poema “Boricua en la luna”, de Juan Antonio Corretjer, el cual fuera musicalizado por el cantautor Roy Brown. Ambos representan una oda al amor patrio, sin importar dónde se encuentren. Con esa misma receta -y añadiéndole sabor navideño-, Corillo Eventos, Inc. presenta su más reciente proyecto, “Parrandeando hasta en la luna”. Este colectivo, compuesto desde 2013 por Marian Pabón, Julio Ramos, Linnette Torres, Wanda Sais, Lily García y José Manuel Díaz, se ha mantenido -ininterrumpidamente y con éxito- presentando proyectos teatrales.

La noche del sábado 17, en el Café Teatro Punto Fijo, del Centro de Bellas Artes de Santurce, una sala completamente llena pudo disfrutar de las nuevas ocurrencias de este talentoso y polifacético grupo. En esta ocasión, el grupo convocó al actor Melwin Cedeño para que colaborara en el proyecto.
Con el tema de la diáspora en mente, esta propuesta -escrita con gran ritmo por Marian Pabón- expone las vicisitudes de algunos boricuas emigrados y cómo les afecta la Navidad fuera de su País. En formato de sketches o pasos de comedia, se presentan los personajes y las distintas situaciones en las que la nostalgia, la necesidad económica, la educación, el trabajo, la pretensión, la dificultad con el idioma y hasta el deber hilan la vida de estos personajes durante la época navideña.
Un buen logrado diseño de escenografía, tanto funcional como simple, a cargo de José Manuel Díaz, elevó el nivel de producción de la pieza en esta ocasión. Una pared de fondo, una expansión al piso del escenario, dos entradas y un ventanal al centro (el cual cambiaba de paisaje dependiendo de la escena en curso) fueron más que suficientes para ambientar con éxito las escenas. Además, hubo ingenio particular para recrear el espacio del elevador donde ocurre la última escena. A esto se le sumó, con igual puntería, el vestuario y la utilería, a cargo del propio Díaz y Wanda Sais. Tony DJ, en la edición de sonido y video, completó la ficha técnica. No obstante, es una pena que no se le dé importancia a crear algún tipo de programa de mano -en el formato más conveniente para las producciones- para que los artistas que integran cualquier proyecto teatral sean reconocidos.
La propuesta de dirección de Julio Ramos utilizó simples y necesarios elementos de mobiliario para pasear a sus actores en el espacio y maximizar las posibilidades. Nuevamente, enfocó su prioridad en el bien logrado trabajo actoral. Por ende, logró un juego escénico con ritmo y comicidad.

El espectáculo comenzó con el sketch “Duende”, en el cual intervinieron Julio Ramos (Víctor) y Melwin Cedeño (Eugenio) en una lucha por obtener el personaje de Santa Claus, en vez del de duende, para trabajar en una tienda por departamentos durante la época navideña. Realmente, fue muy gracioso. Luego, siguió el sketch “Castillo”, en el cual un matrimonio está en los preparativos de los regalos y montando los juguetes la noche antes de Navidad. En este sketch intervinieron, con gran ritmo y comicidad, Cedeño como “Marcos Antonio” y Linnette Torres como “Lidia”. Después, comenzó uno de los mejores momentos de la noche: el sketch “Montana”, actuado por Marian Pabón (Lala) y Julio Ramos (Juan), un matrimonio que, por razones de trabajo del marido, se encuentra atrapado en lo más retirado de Montana, donde solo se ve nieve y el vecino más cercano está a 45 minutos de distancia.
Como se acostumbra en estos proyectos, Marian Pabón siempre escoge una escena para denunciar algo o crear conciencia sobre algún particular, sin perder la comicidad. En esta ocasión, utilizó el sketch “Despedida de año”, logrando gran aceptación de los presentes. Aquí actuaron Melwin Cedeño como “Pedro” y Mariangeli Vélez como “Blanca”, en sustitución de Wanda Sais (quien no pudo estar en esa función). Tanto Cedeño como Vélez lograron conmover al público con la misma intensidad que los llevaron a la risa.
Finalizó la divertida velada con el sketch “Elevador”. Un interesante grupo de desconocidos queda atrapado en un elevador en plena Navidad. A pesar de lo reducido del área, por razones obvias, este grupo creó espacios y transformó elementos, pasando de todo en ese elevador. Fue el cierre perfecto para esta puesta, tan ingenioso como gracioso. En esta ocasión, intervinieron de forma muy hilarante Linnette Torres (Mara), Lily García (Ana), Melwin Cedeño (Chapu) y Marian Pabón (Frances).
En resumen, “Parrandeando hasta en la luna” logra -sin mofarse de los hermanos de la diáspora- una comicidad entre lo cotidiano y lo poco probable, pero siempre con un denominador común: el boricua es y será boricua, no importa donde esté ni la época del año.
Felicidades a Corillo Eventos, Inc. por esta bien lograda muestra de nuestra identidad y folclor.