Por Javier Santiago y Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Todavía nos parece verlo con su paso lento y sigiloso. Su conversación anecdótica y siempre jovial. Y una sonrisa en los labios que se asomaba orgullosa ante cada recuerdo.

El compositor Edmundo Disdier fue uno de los amigos incondicionales de la Fundación Nacional para la Cultura Popular. Y para ella siempre dijo presente desde los mismos inicios de la entidad hace exactamente dos décadas.
En aquellos años difíciles del comienzo, cuando solo contábamos de entrada con la aportación que la actriz y productora Marilyn Pupo hacía para la Fundación por el libreto de los libretos del programa “Estás invitado”, uno de ellos nos llevó al encuentro de don Edmundo. Fue un especial dedicado al compositor de “Máscara” donde se intentó resumir para los televidentes la aportación de Disdier al pentagrama popular.
El telón injustamente cayó semanas más tarde de la transmisión para aquel inolvidable programa semanal, pero no así nuestra amistad con la entonces leyenda viviente de la cultura popular.
Durante la inauguración del Centro de Bellas Artes de Caguas, la producción de Ivonne Class realizó un histórico concierto con las composiciones de Edmundo. Era aquella una ocasión especial en la que, a petición del alcalde William Miranda Marín, se cumplía el sueño del compositor de escuchar sus canciones en voces del mundo clásico. El encuentro entonces fusionó lo lírico con lo popular y con ello se marcó la apertura de una de las salas más importantes de la industria nacional del espectáculo.

Tiempo más tarde vio la luz la propuesta escénica y discográfica “Las noches de Nydia”. Cuando se comenzó a delinear el proyecto del primer proyecto de bohemia puertorriqueña grabada en vivo por la artista, se presentaron en la mesa decenas de títulos… Pero entre todos estaba “Hoy”, tema de la autoría de Disdier que había grabado originalmente Tito Lara y que Lucecita retomara en 1972. El disco se grabó en vivo en la Sala Carlos Marichal del Centro de Bellas Artes. Y allí estuvo don Edmundo, quien recibió aplausos del público tras las palabras de dedicación de nuestra primera ganadora del Festival Internacional de la OTI.
De vuelta a la Fundación, un recital de tangos realizado por el cantante Roberto Pumarejo en 2009, fue dedicado a don Edmundo. El encuentro escénico llevó por título “Déjame hablarte”, tema compuesto por Disdier que – para muchos – es el tango de origen puertorriqueño de mayor trascendencia en el mundo.
La canción, popularizada por Danny Rivera y que alcanzara notoriedad internacional a mediados de la década de 1970, fue tema de conversación en una de sus visitas el pasado año a la Fundación.

“Déjame hablarte’ surgió por una llamada por teléfono. Me respondió una joven cuya voz era muy dulce. Y de ahí salieron las líneas: ‘déjame decirte que hace tiempo, desde que los dos hablamos, por primera vez te digo; no te he visto ni conozco por la forma de tratarme, por el tono de tu voz”, recordó entonces tras asomarse una de sus campechanas sonrisas.
La noche de esa conversación, don Edmundo estaba sumamente contento. Su hijo, Rafy Disdier, presentaba en la sede de la Fundación su producción discográfica “Alma de bohemio”. Con orgullo celebraba la asistencia masiva de público que colmó el espacio. “Van a tener que agrandar esta sala”, nos dijo. Para luego confesar que se sentía satisfecho por el cantautor haber incluido nuevas versiones de algunos de sus temas. “Me le cambió el ritmo a algunas, pero eso no importa” comentó entre risas.
Ante la satisfacción, le preguntamos si alguna vez sospechó que su composición “Máscara” trascendería en el tiempo, de la manera que lo ha hecho.
“No, no lo pensé así cuando la escribí. Pero el tiempo quiso que trascendiera de esta forma. Porque cuando yo la escribí fue en un momento que estuve muy pensativo en mi casa. Yo no sabía cómo el público iba a reaccionar. Y déjame decirte una cosa, el título de la canción se lo puso Tommy Muñiz. El título original era ‘Seguir llorando”, apuntó.

Esa noche del 29 de agosto de 2015 le informamos que en nuestro proyecto “Navidades en mi pueblo” para Chucho Avellanet queríamos grabar su clásico “Así es mi Navidad”. Don Edmundo celebró las nuevas. Y cuando salió el disco dirigido musicalmente por Aidita Encarnación, se unió al especial que filmara el cantante mayagüezano de su lanzamiento.
“Esa canción yo la escribí pensando en que todo lo que musicalmente se difundía de la Navidad era blanco. Todo era nieve o un ‘White Christmas’, por ejemplo. Y yo me dije: ‘No… Aquí somos verdes. Aquí no hay ninguna Navidad blanca’. Entonces pensando en eso, y reviviendo un retrato de una abuela mía, que tenía la imagen de aquella señora sentada en un sillón frente a un calentador, me surgió la inspiración”, apuntó.
El prolífico compositor nos indicó entonces que el primer intérprete del tema lo fue Tito Lara en 1952. Tras él se sumaron entonces infinidad de versiones como las de La Tuna de Cayey, Marco Antonio Muñiz y Santitos Colón. Chucho, sin quizás saberlo, le brindó la satisfacción de grabar la última versión que alcanzó a escuchar en vida.
Ese fue uno de los tantos homenajes que recibió en su quehacer cotidiano. Y es también reafirmación de un pueblo agradecido que se compromete a mantener su obra en alto.
Hoy que ese pueblo le da su último adiós, la Monoestrellada ondea a media asta en honor de uno de los autores más prolíficos del pentagrama nacional.
Hasta siempre, amigo Edmundo.
Gracias por entregarnos tu arte… y tu solidaridad.