Por Joselo Arroyo
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

Estrenó en 2005, en el Teatro Yerba Bruja, en Río Piedras; luego, en 2006, en la sala Raúl Juliá del Museo de Arte de Puerto Rico, en Santurce. Y 2013 vio su llegada al local La Respuesta, en Santurce. Siempre estuvo dirigida por su propio autor, el sanjuanero Joaquín Octavio, quien además es actor y guionista.
Actualmente, “Historia de horror casi en blanco y negro” tiene una nueva puesta, esta vez en el Centro de Bellas Artes de Santurce, a cargo del mimo, coreógrafo, director y productor Iván Olmo y su Taller de teatro físico Polimnia.
La obra cuenta una historia muy peculiar, basada en las películas en blanco y negro de los años 40 y 50. Los estereotipados personajes de la época se ven envueltos en un asesinato. El “Detective Clásico” se da a la tarea de investigar el crimen, teniendo como principal sospechosa a la viuda seductora, al estilo “femme fatale”. La investigación -al igual que la obra- pasan por distintos espacios, buscando al culpable de la trasgresión: la escena del crimen, hogares de los vecinos (para sus entrevistas o interrogatorios), la jefatura de policía y la morgue.
Con escenografía, vestuario, utilería y maquillaje en blanco y negro, como si se tratara de un filme; y con características del cine mudo y del film noir en su narrativa y estética, el público que asistió a la sala Carlos Marichal, el pasado sábado, tuvo ante sí una propuesta similar a una película, pero con los actores en vivo.

La puesta -que presenta a una sociedad violenta, cínica y corrupta- combina estéticas distintas, por lo que puede disfrutarla tanto el cinéfilo como el teatrero; tanto los amantes de las artes plásticas como los de la música. Es una representación teatral de una película extraña que combina el horror, el film noir, el cine mudo, el “clown” teatral, la pantomima y la expresión corporal, todo en función de la comedia.
La escenografía -construida por Raúl Cátala- consistía en una pared de fondo, blanca, con un hueco de ventana; y un gabinete. La completaba una mesa con dos sillas, sobre un piso pintado a cuadros blancos y negros, como tablero de ajedrez, en el cual estos personajes se movían como fichas de juego. Este espacio se volvía multifuncional, complementándose con elementos acertados de utilería y ambientación para mover la trama por sus distintos espacios.
Otro elemento importante en este renglón lo fue la mesa del Forense -personaje a cargo de Harvey González, quien también construyó este componente escenográfico-, la cual entraba y salía en ruedas para las intervenciones en la sala forense. Quizás, un ajuste en el tamaño de dicha mesa hubiese facilitado su desplazamiento hacia y en escena.

La iluminación de Angelina Rodríguez jugó atinadamente con claroscuros; y enfatizaba los distintos espacios, entradas y salidas, como también los pensamientos del protagonista (el Detective Clásico). El concepto del vestuario -Iván Olmo- aprovechó los colores establecidos con patrones y texturas, multiplicando las opciones y dándole identidad específica a cada personaje. Asimismo, el maquillaje se unió a la propuesta conceptual del proyecto, transformando todos los rostros en versiones a blanco y negro. En este renglón, el crédito pertenece a Giamylis Colón, Kiomary González, Zoemar Cardwoord, Abiezer Rivera e Imalay Cruz. Completan la ficha técnica Jaffette Rolón, Lorena Green y Abiezer Rivera apoyando en tramoya, utilería y vestuario; Harvey González como ingeniero de sonido; y Gabriel Rubiñán como diseñador del arte gráfico. La confección de la máscara de brujo estuvo a cargo de Kamyr Pérez.
Iván Olmo -director, coreógrafo y regidor de la pieza- logró con gracia y puntería guiar a su taller hacia un trabajo redondo. Veló las composiciones e impartió humor a su propuesta. También reforzó el individualismo de cada personaje, aun cuando la paleta visual podía ser, aparentemente, limitante.

Una buena ejecución del elenco complementó acertadamente esta puesta. Todos los actores gozan de buen entrenamiento físico, gracia y picardía, lo cual pusieron al servicio de sus personajes. Y el público presente rió, reaccionó y se divirtió con “El sujeto” -Ken Burgos-; “Sra. Matagatos” -Melba Reyes-; “Paramédicos” -Katia Pacheco y Janyl Rodríguez-; “Vecinita” -Kamyr Pérez-; “Vecinito” -Héctor Preston Matos-; “Profesor Z” -Wilfred J. Lugo-; “Policía 1” -Daniel Torres-; “Policía 2” -Andrés Manuel Pacheco-; “Detective Clásico” -Manuel Jun Figueroa, alternando funciones con Andrés Manuel Pacheco-; “Periodista” y “Forense” -Harvey González-; “Fotógrafo” -Amaury Cordero-; y “Viuda Sexy” -Zuleyka Mejía-.
La propuesta de “Historia de horror casi en blanco y negro” del Taller de Teatro Físico Polimnia Inc. es una experiencia teatral que no se deberían perder. Invitamos a todos a ser parte de este interesante y divertidísimo “caso detectivesco”, sacado de una película en blanco y negro, en sus funciones subsiguientes: 18 y 19 de noviembre, a las 8:00 pm. El domingo 20 de noviembre la función es a las 6:00 pm.