Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Tan reciente como el año pasado, Willito Otero recibió elogios de la industria por su extraordinario tributo plenero a Ismael Rivera junto a Charlie Pizarro & Severo.

La producción “De Severo a la Calma: Honrando al Sonero Mayor”, seleccionada por la Fundación Nacional para la Cultura Popular entre los 20 mejores discos producidos en Puerto Rico durante 2015, fue un paréntesis en su carrera porque desde antes de su conceptualización y lanzamiento el cantautor de Naranjito planificaba su lanzamiento como solista, cristalizado con el cedé “¡Qué comience la función!”, que recientemente presentó en el Teatro Ambasador en Santurce.
Con créditos muy respetables junto a Severo, el Comborican, Cimarrón, Batacumbele, Jimmy Bosch, Edwin Clemente y la banda sonora “Betances suena así” del documental fílmico “El Antillano”, era inevitable que el sonero y trovador se lanzara como solista.
Y emprende el camino con el pie derecho, logrando una producción de arreglos calientes y letras pertinentes que enaltecen al género salsero.
“Disfruté el proceso de grabación casi como me disfruté el nacimiento de mi primer hijo porque cuando uno trabaja para uno, con esa sensación de primogénito, todo se alinea para trabajar en eso; para uno, para el primer bebé, el primer hijo”, dijo Willito a la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
De la primera audición del cedé captura la atención el hecho de que cuatro de las nueve selecciones son originales del cubano Jorge Luis Piloto, uno de los compositores más exitosos de la música latina.

“Nuestro arreglista Ramón Sánchez llamó a Piloto y le habló del proyecto. Le gustó mi manera de trabajar y al conocer el calibre de Ramón y Cuto Soto envió como 15 temas, algo que no hace con nadie. Escogimos cuatro temas, que son tremendos. Deliberar en una mesa sobre 39 temas, 15 de los cuales eran de Piloto, me convenció de que algo bonito iba a suceder porque Piloto es Piloto”, explicó Willito, quien finalmente grabó las obras “La calle”, “Menos mal que existe la música”, “Guárdame el secreto” y “Cerrado por reparación”.
Con colores clásicos en los primeros compases de su arreglo, “Menos mal que existe la música” es una metáfora de actualidad: a pesar de lo difícil que está la situación en Puerto Rico, de la discriminación y de aparentes disparates como la candidatura a la presidencia de Estados Unidos del magnate multimillonario Donald Trump, el arte no solo es bálsamo y catalítico frente a la incertidumbre, sino instrumento de concienciación social.
“En mi vida he cantando temas románticos y sociales. Esta canción automáticamente la escogimos. Bastó escucharla una sola vez. Describe muchas situaciones, como la económica del País, el racismo y la homofobia hacia la gente que es diferente. La música es un lenguaje universal. Es la canción que enlaza los temas de la producción”, explicó Willito sobre la canción de Piloto, cuyo coautor es el puertorriqueño Yoel Henríquez.

En la onda social, Willito Otero propone “La calle”, también de Piloto. “Mucha gente piensa que Piloto es solo compositor de temas románticos y comerciales. No es así. En estos momentos que enfrentan Puerto Rico y el Mundo, los temas sociales son muy importantes. Es un tema que habla del respeto a las personas, a la familia, a todos los seres humanos. En la calle todos aprendemos”.
Posiblemente, “El barrio”, un son montuno-chachachá que Willito compuso, es otro corte del concepto “¡Qué comience la función!” que será motivo de conversación entre los estudios de la sociología de la salsa porque enfoca el desplazamiento urbano por presiones de los altos intereses.
“La hice pensando en Donald Trump. En un momento escuché que quería comprar La Perla. Han desahuciado a residentes de Amelia y de la barriada Vietnam para desarrollar proyectos de vivienda para los ricos. Se piensa que como muchas personas no han tenido nada, con $20 mil por sus casas se sale de ellos. Con la destrucción de los barrios, se destruyen las familias y las tradiciones. Hay que educar para que se reconozca el valor del barrio. La inversión en educación es fundamental. Me gustan los barrios educados que siembran y cosechan una juventud de bien”.
Otra confirmación del compromiso de Willito Otero con la cultura salsera tradicional es el bolero de su autoría “Puesta y salida”, arreglado por el flautista Kalani Trinidad.
“El bolero siempre ha estado en mi vida. Mi abuelo cantaba y tocaba guitarra. Mi papá es guitarrista, cuatrista y también canta. Los domingos por la tarde era natural reunirnos en la sala o el balcón a cantar boleros, danzas y pasillos. Aprendí muchas canciones. Aprendí a cantar boleros. Un día, cuando madrugué para trabajar como electricista, vi el sol saliendo. Como me salió la canción aquella mañana en que salí a trabajar así la grabamos”.

Musicalmente, “¡Qué comience la función!” descansa en los talentos de Ramón Sánchez y Carlos ‘Cuto’ Soto, dos experimentados arreglistas reclutados por Willito y su productor ejecutivo Melvin D. Román, de MDR Music.
Willito ya configuró su orquesta. Por lo pronto, le ocupa la promoción de su debut discográfico.
Después del lanzamiento radial de “Guárdame el secreto”, ahora se enfoca en “Tu cuerpo”, romántica y con swing, original de Pedro Jesús.
“Este es un proyecto bendecido por Dios, gracias a todas las personas, como Melvin, Ramón, Cuto y Noelia Rodríguez, que nos esforzamos por hacer un trabajo de calidad con la mejor energía”.
A su reciente presentación en el Teatro Ambasador asistieron Gilberto Santa Rosa, Jerry Rivas, Bobby Valentín, Willie Rosario, Alex D’ Castro, Michelle Brava, Pole Ortiz, NG2 y otros invitados especiales.
“El apoyo fue increíble. Me sentí más que honrado. Hacía tiempo que no me sentía tan ansioso. Mucha gente linda. Fue tremendo respaldo, aparte del de mis padres y mis hermanos”.
El cedé “¡Qué comience la función!” ya está al alcance de los incondicionales de la buena música en las plataformas virtuales y los establecimientos del País.