Roberto Sierra: Un compositor por Puerto Rico

Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

Nuestro Roberto Sierra, finalista al Grammy Latino en la categoría “Mejor Composición Clásica Contemporánea”, celebra la dicha de su nominación con la obra “Beyond The Silence Of Sorrow” por dos motivos muy especiales: la grabó con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico y es parte del repertorio de su reciente cedé “Sinfonía No. 3 ‘La Salsa”.

La composición de Sierra fue grabada por la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico.
La composición de Sierra fue grabada por la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico.

“Este es un proyecto absolutamente hecho en Puerto Rico; es neto puertorriqueño pues fue la Orquesta Sinfónica y la cantante [Martha Guth] aunque es norteamericana, está casada con el barítono puertorriqueño Ricardo Lugo y fue una obra puertorriqueña compuesta por un puertorriqueño. Eso me da mucho placer y a la vez una sensación de alegría, sobre todo en estos momentos tan difíciles que se viven en Puerto Rico”, expresó Sierra, quien es finalista junto a los compositores Claudio Montero, Fernando Otero, Gustavo Casenave y Leo Brouwer.

La Academia Latina de la Grabación, al anunciar las nominaciones en el rubro clásico contemporáneo, resalta que la composición “Beyond The Silence Of Sorrow” es parte de la secuencia del disco “Sinfonía No. 3 ‘La Salsa”, creación de Sierra en honor de la tradición salsera de Borinquen, que consiste de los movimientos “Tumbao”, “Habanera”, “Danzas” y “Jolgorio”.

“Es un reconocimiento al proyecto en su totalidad”, reaccionó Sierra al puntualizar que se establece un precedente porque, si bien en el Grammy Latino se reserva una categoría para la salsa, es la primera vez que una obra clásica alude a esta expresión y obtiene una nominación en el género académico.

“La obra Sinfonía es una pieza clásica, pero hecha con elementos de la música popular, como la mayor parte de las cosas que hago, que tienen influencias populares. Pero la nominación es específica a la canción ‘Beyond The Silence Of Sorrow”.

La distinción que, preliminarmente, le confiere la Academia Latina de la Grabación redunda en la divulgación y promoción de la producción distribuida a inicios de 2016 por la compañía Naxos.

“Toda nominación al Grammy, y esta no es mi primera, le da a uno la visibilidad en el mundo artístico que no le proporcionan otros medios. Despierta interés en la gente que no ha escuchado la obra en quererla escuchar. Desde el punto de vista publicitario es un reconocimiento a la labor que uno desempeña desde hace varios años y confirma que uno hace cosas que son reconocidas más allá de los círculos inmediatos”.

Roberto Sierra no suele asistir a las ceremonias de premiación del Grammy Latino. El 17 de noviembre, cuando se celebre, estará de viaje en crucero junto a su señora esposa. “No sé si me enteraré el mismo día si se otorgó el premio o no, o sabré del resultado después de la ceremonia”.

Sierra, que en febrero pasado regresó a San Juan para asistir al estreno de una sinfonía de su autoría basada en los textos de Julia de Burgos, planifica lanzar el disco “Bolero y montunos”, piezas para piano basadas en los géneros populares, pero de un acercamiento contemporáneo.

También prepara para Naxos una grabación de música para cámara que debe salir próximamente.

De otro lado, Roberto Sierra se hizo eco, con mucho optimismo, de la coyuntura de incertidumbre que atraviesa el País y propuso la cultura como un catalítico para mitigar la crisis.

“La cultura nunca desaparece por peor que estén las cosas en términos económicos. Lo que hago lo hago porque lo quiero hacer. Uno hace las cosas como artista, aunque claro uno tiene que también vivir. Las cosas cuando no están bien económicamente hacen difícil la vida. Mucha gente se aleja del arte porque tiene que buscar otras formas de supervivencia. Pero el arte nunca muere. El arte de Puerto Rico tiene unas raíces muy profundas. La música de Puerto Rico no es de este siglo. Llevamos siglos haciendo música y seguiremos haciendo música”.

Sierra considera que la riqueza del acervo entraña posibilidades empresariales indiscutibles, toda vez la música es un recurso digno de exportación.

“Espero que la situación en Puerto Rico se normalice y que se salga del periodo de la junta y que tengamos gobiernos estables y serios. Cuando eso suceda, que miren hacia el potencial que tenemos”.

En lo que resta de 2016, Roberto Sierra tiene en agenda el estreno de una composición en la Escuela de Música Julliard en Nueva York para piano y orquesta de cámara, titulada “Concierto virtual”.

“Es basada en ritmos latinos y el piano realmente es una pianola controlada por una computadora. No creo que haya otra obra como esa en este momento”.

También escribe, para 2018, una escena dramática musical basada en la figura de Carmen Miranda, la famosa brasileña que revolucionó Hollywood en la década de 1940, durante el periodo de la Segunda Guerra Mundial.

“Fue la que más paga recibió en Hollywood. Y trajo a Estados Unidos la imagen de Sudamérica, aunque muchos la criticaron porque pensaban que no era la verdadera imagen de Brasil. Es una figura llena de conflictos, pero muy fascinante. Cuando uno ve las películas es imposible no fascinarse con el encanto de esta mujer en el escenario”.

Antes de concluir, Roberto Sierra reiteró su preocupación por la situación que atraviesa Puerto Rico. “Me preocupa mucho mi Isla. Pienso mucho a diario, en lo que está pasando y lo que seguirá pasando. Entiendo que la situación es difícil. Y estoy deseoso de que pase la tormenta”.

Aclaró, empero, que no regresaría a Puerto Rico de recibir una oferta para dirigir alguna institución cultural. “No porque eso me quitaría mucho tiempo de mi trabajo artístico. Ahora, siempre estoy en la mejor disposición de aconsejar y proveer ayuda, pero no en un tipo de compromiso formal por cuestiones de tiempo. Pero si alguien me solicita ayuda o consejo, con mucho gusto, porque uno tiene que devolverle al País todo lo que el País le ha dado”.

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