Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Río Grande – Es un restorán ambientado con la Monoestrellada; con pinturas de Samuel Lind y Dennis Mario Rivera, y varios cuadros de don Pedro Albizu Campos.
Sus parroquianos -turistas norteamericanos y boricuas- llegan atraídos por sus especialidades: el arroz con jueyes (decorado con el crustáceo), lomillo encebollado; los mofongos rellenos de churrasco y las chuletas can-can, confeccionados por los chefs Benjamín Vázquez y Alfonso Resto, cuyos aromas inundan el salón comedor.

En la presente ola de calor posiblemente otro restorán de la región no ofrece la diversidad de bebidas y refrigerios de Don Pepe, lugar íntimo considerado el aposento cultural de la Ciudad del Yunque porque, además de su gastronomía criolla y la exposición de la plástica de artistas del patio, es una vitrina para el talento musical de Puerto Rico.
La tarde en que visitamos el restorán, localizado en el kilómetro 31.3 en la marginal Palmer en la PR-3, entre la entrada de El Yunque y el acceso a Río Mar, se presentaba el dúo Sin Brújula, artistas que se unen a la selecta lista de intérpretes que han tocado en Don Pepe, como Humberto Ramírez, Charlie Sepúlveda, Kacho Montalvo, Cachiro Thompson, Moncho Rivera, Luis Marín, Walter Morciglio, Nore Feliciano, Fernando Madera y Ricky Laureano, la atracción de la noche del 23 de septiembre, Día del Grito de Lares.
“Hace cinco años comenzamos a incluir la música todos los fines de semana para darle la oportunidad a los muchachos que comienzan. Al principio era complicado, pero ahora la gente llama y pregunta por el itinerario musical de jueves a viernes. Pensamos en el talento joven y en artistas que le cantan a Puerto Rico. Jóvenes que no se presentan en otros lugares, aquí reciben la oportunidad”, señaló Eddie Olmedo a la Fundación Nacional para la Cultura Popular
La dinámica es simple: las comensales llegan y de inmediato depositan su mirada en la enorme bandera de Puerto Rico, confeccionada en tela de saco por el artesano orocoveño Héctor Juan Barreto Rodríguez.
Luego se sientan y, si la visita es a partir de las 6:00 p.m. entre jueves y domingo, deleitan su sentido de la audición con la música del talento de la ocasión, convirtiéndose Don Pepe, según el género, en un club de jazz o un café teatro.
El pasado domingo el dúo Sin Brújula, integrado por el percusionista Alan Padilla y el guitarrista/flautista José Sánchez, hizo de las delicias de los presentes con un repertorio variado que abarca la salsa, el rock, el bolero y los clásicos de la Nueva Canción.
Reminiscente de Maelo y Cheo, los vejigantes de Samuel Lind parecían bailar al ritmo de “Quítate de la vía Perico” y “El ratón” mientras las serigrafías de don Pedro Albizu Campos parecían sonreír durante sus interpretaciones de “Amanecer borincano” de Alberto Carrión, “Boricua en la luna” de Roy Brown y “Ojalá” de Silvio Rodríguez.
“Llevamos escasamente varios meses, desde febrero para acá. Y aquí nos han brindado la oportunidad. Siempre nos han gustado el montuno cubano, la guaracha y el son cubano. Pero también nos gusta la poesía. Eso viene de mi pueblo Corozal. Aprendí con el declamador David Díaz a adornar las canciones con la poesía”, dijo Alan Padilla.
En medio de la crisis que enfrenta la Nación y la ola de incertidumbre que desvela a muchos, 14 años después Don Pepe hace la diferencia promoviendo la cultura de manera integral, a la vez que representa una fuente de sustento para decenas de jóvenes y un taller para la clase artística del País.