Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
En su voz; Teyo Gracia personificó las estampas del jíbaro borincano. En su voz; en cada Despedida de Año, el Brindis del Bohemio consoló a los hijos privados de la compañía de sus madres.
En su voz; la elegancia, el buen gusto y el uso correcto de la lengua vernácula se vistieron de honores.
En su voz; era como si la Patria articulara sus sentimientos.
Esa inolvidable voz; la del locutor, declamador, narrador y actor Rey Francisco Quiñones, ahora se escucha en otra dimensión, en otro espacio, escenario y cabina radial.
Rey falleció en horas de la mañana del pasado 5 de octubre en el Hospital Metropolitano, en el año del centenario del ilustre Abelardo Díaz Alfaro, a cuyo “Josco”, le impartió vida, inmortalizando además en los anales de la radio y televisión de la Nación las memorias del jíbaro “Teyo Gracia”.
Triste, empero, es asistir a la tragedia del olvido al que ha sido relegada esta gloria de la locución puertorriqueña, cuyo deceso inexplicablemente pasó inadvertido por los radiodifusores y lo poco que queda en manos nacionales de la industria de la televisión, con excepción de WIPR Radio y Televisión y el del foro digital de este medio alternativo.
Uno de sus entrañables amigos, el célebre maestro de la décima Joaquín Mouliert supo de la muerte de Rey Francisco precisamente hoy y aun no comprende la crueldad del olvido.
“Conocí bien de cerca a Rey Francisco, que estuvo a la altura de David Ortiz Angleró y a pesar de ser aventajado en años, fue una persona que se elevó tanto al lado de Abelardo Díaz Alfaro. El olvido de no haberle dado la importancia, aunque hubiera sido a medias, me resulta doloroso. No sé si es porque era patriota y a los patriotas no se les da mucho mérito. En el Canal 6 pasaron la noticia, pero no he visto más”, lamentó Mouliert.
Rey Francisco Quiñones grabó seis poemas de El Pitirre de Fajardo para la actividad “Ciudad Jíbara” que presentaron en el Parque Luis Muñoz Marín. Participaron en varios programas en WIPR y en foros de la Asociación de Radiodifusores de Puerto Rico.
“Personas como Rey Francisco son una honra grandiosa para la patria, la cultura, la poesía y la locución puertorriqueña”, afirmó Mouliert.
Sin embargo, a pesar de su elocuencia oral, la expresión más fina del Pitirre trovador es la décima, que le fluye a raudales.
Gratos recuerdos de Rey
Francisco Quiñones guardo.
Cuando con Don Abelardo
Díaz Alfaro en el batey
a la sombra de un jagüey
escuchaban mi cantar.
Jamás podré olvidar
el amor que me ofrendaron
y el día que me dedicaron
el Retablo del Solar.
Rey Francisco Quiñones tenía 87 años y en el último lustro hizo mutis del micrófono que tanto le apasionó por quebrantos de salud y particularmente por el ingrato Alzheimer.
En su biografía, la Fundación Nacional para la Cultura Popular, resalta: “La voz de Rey Francisco Quiñones constituye un símbolo de la época esplendorosa de la radio y la televisión puertorriqueña. Es figura representativa de una estirpe de locutores que ya no se repite, caracterizada por el compromiso hacia la cultura, el respeto al idioma y a la elegancia ante el micrófono. Como actor demostró su valía dentro del género dramático y, como narrador, siempre ha sido el número uno”.
Este periodista, además, tampoco olvida la caballerosidad y simpatía de don Rey, a quien entrevistamos en varias ocasiones, incluso en su casa en Colinas del Yunque en Río Grande, donde habló de su vida y su desarrollo temprano en el arte de la locución y la narración.
Aquella tarde platicamos de sus huellas imborrables en la televisión, la radio y el teatro, expresión cultural a la que aportó su talento actoral en las representaciones de “Emperor Jones”, “La hacienda de los cuatro vientos”, “Las columnas de la sociedad” y “Sancho Panza”, entre otras piezas.
El legendario actor y locutor de 87 años, que por varias décadas animó el programa “Tertulia Poética” por 940 AM y fue la inconfundible voz del “Brindis del Bohemio” y de las historias del personaje “Teyo Gracia” de don Abelardo Díaz Alfaro, se mantuvo activo en el Taller Dramático de WIPR, hasta que su salud se lo permitió.
Voz emblemática de las emisoras del pueblo de Puerto Rico, Rey es considerado uno de los pioneros de la radio, medio al que le dedicó casi 70 años de su vida.
Por eso duele que la muerte de Rey Francisco Quiñones, quien combatió varias enfermedades y fue operado tres veces de la rodilla izquierda, pase inadvertida.
En la página cibernética de WIPR, su hijo, el director de televisión, Arturo Rey Quiñones Morales informó que los restos de su padre estarían expuestos en Marín Funeral Home en Hato Rey. Luego serían incinerados.
A Rey Francisco Quiñones le sobreviven dos hijos, tres nietos y varios bisnietos.
La Monoestrellada ondea a media asta profundo en el corazón de la Patria.
¡Descanse en Paz!