Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El reverendo Víctor Torres, cuya vida en pandillas sanguinarias, su adicción a la heroína y su redención cristiana inspiraron la película “Víctor”, llegó a Puerto Rico para asistir al estreno del referido filme hollywoodense en las salas Caribbean Cinema del País.

Canzion Films, la compañía del cantautor Marcos Witt, diversifica su oferta de entretenimiento cristiano iniciando un nuevo ciclo de cine evangelizador con la producción de Fox Studios “Víctor”, rodada en Los Ángeles, estelarizada por Patrick Davis, Lisa Vidal, José Zuñiga, Josh Pence y Haley Ramm, bajo la dirección de Brandon Dickerson.
“Me siento bien impactado con esta oportunidad porque es mi historia y la historia de mis padres. Nací en Puerto Rico. Mis padres se fueron de Puerto Rico cuando yo tenía siete años y salieron buscando el sueño americano, como muchos latinos”, dijo Víctor Torres a la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
El sueño, sin embargo, se convirtió en una pesadilla cuando llegaron a Nueva York, estableciéndose en una comunidad pobre del Barrio.
Poco tiempo después, durante su adolescencia, Víctor ingresó a una pandilla que antagonizaba temerariamente con la de Nicky Cruz. “Para la edad de 14 años estaba usando drogas. Me había inyectado la heroína y también me hice miembro de una pandilla bastante grande. Y a los 19 años había caído preso dos veces. Llegué a caer muy profundo en el crimen y las drogas”.

Esa historia, dolorosa en parte, es recreada en el séptimo arte como una representación fidedigna de su calvario y posterior redención. “En mi casa Dios no vivía. No había fe. Pero mi madre tuvo un encuentro con Dios. Trajo una fe determinada y revolucionaria a mi casa. Trajo a Jesús a la casa. Ellos [sus padres] habían agotado todos los medios para conseguir una solución, fue ahí que mi madre comenzó a hablarme de Cristo Jesús”.
Víctor asistió al mismo lugar a donde acudió Nicky Cruz a buscar ayuda: el hogar para pandilleros Teen Challenge. Allí recibió el llamado, luego de humillarse ante Dios. “Tenía 22 años. Ya había atravesado por situaciones en que por poco me muero o me matan en la calle. Cuando entré al centro, me dijeron que tenía que hacerlo a sangre fría. La primera noche me enfermé con escalofríos y fiebre. Lo único que me ofrecían era oración. No entendía eso. Pero a las 72 horas, cuando el cuerpo está curándose de toda la basura, hice una introspección y entré al cuartito que llaman La Capilla y me puse de rodillas y le pedí a Dios que cambiara mi vida. No quería ser adicto y no quería morir en la calle. Y viví un encuentro con Dios donde sentí por primera vez en mi corazón que su amor me estaba alcanzando”.
Ahora, con “Víctor”, comunica un mensaje de esperanza al mundo: solo Cristo ofrece solución a los problemas y esclavitudes humanas.

“Para todas las familias, especialmente para las de Puerto Rico porque esta es la primera película que se hace en Hollywood basada en la vida de una familia puertorriqueña”, afirmó el pastor que es autor de los libros “Why You Need The Holy Spirit” y “Son Of Evil Street”.
Así sintió fe, fuerza y determinación para neutralizar su adicción a la heroína. Ese es su testimonio. Dios lo ha llevado a predicar a más de 40 países. Y en Richmond, Virginia, estableció la organización New Life For Youth’s, que ha impactado más de 20 mil jóvenes adictos.
Además del mensaje esperanzador que durante su proyección en las salas comunica “Víctor”, el reverendo boricua reconoce que el narcotráfico es parte fundamental de la economía informal que sostiene al País, cuyo precio es la destrucción de miles de vidas juveniles.
“El mensaje de esta película es para todas las familias de Puerto Rico, sobre todo las que se destruyen por este problema serio. Es un mensaje de esperanza para el que se siente atrapado por las drogas y es que Dios no nos creó para perdernos o destruirnos, sino que le ha dado propósito a cada uno de nosotros. Ese es el mensaje que trae la película, que tiene música, acción y ese momento de cambio cuando la Luz llega”, testificó Víctor al anunciar que próximamente abrirá en Guaynabo la Casa Misericordia para mujeres usuarias de drogas.
Mientras, “Víctor”, largometraje reconocido con varios galardones de la industria cinematográfica, se exhibe en las salas de Plaza Las Américas, San Patricio, Río Hondo, Plaza del Sol, Escorial, Los Colobos, Fajardo, Las Piedras, Santa Isabel, Ponce Town, Arecibo y Wester Plaza en Mayagüez.