La ‘verdad’ de Pepe Castillo

Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

Articula sus palabras con la cadencia del quinto plenero: abierto, seco, contundente y recio, con buen sentido crítico del ritmo de la vida.

Pepe Castillo 2
“La verdad / (Le lo lai)” es un himno de alerta con el que Pepe Castillo hizo un llamado al corazón patriótico del País. (Foto José Rodríguez)

La verdad es que, contrario a lo pregonado en el clásico “La máquina del tiempo” de Rafael Cortijo, nuestro “lelolai” ya no rueda por el suelo.

Así lo asegura el cantautor Pepe Castillo, quien trabaja desde hace 11 años como intérprete en la sala de familia del Tribunal de Nueva York y quien –a pesar de los altibajos en el circuito del folclor boricua cultivado por la diáspora puertorriqueña en la Babel de Hierro- nunca ha parado de componer.

Pepe, como exponente del folclor, sigue activo, aunque reconoce que la popularidad del rap y el reguetón ha afectado el medio de la salsa. “La bomba, la plena y la música jíbara es otra cosa. El reguetón no nos afecta de la misma manera que afecta a la salsa”.

Como suele hacer desde que se radicó en Nueva York a mediados de la década de 1970, Pepe es un promotor de nuestra cultura en las comunidades hispanas de la Ciudad de los Rascacielos. Entonces eran escasos los grupos de bomba y plena.

“Se podían contar con una mano y sobraban dedos. Estaban Víctor Montañez y los Pleneros de la 110 y Ángel Luis Torruellas. Cuando formamos nuestro grupo de bomba y plena era una rareza para la comunidad boricua, porque antes era salsa, salsa y salsa. Canario estuvo en Nueva York, pero era otra generación. El único que quedaba era Torruellas”.

Una profesora de Hunter College le propuso organizar un taller de percusión y Pepe optó por la música de Puerto Rico, maravillándole la aceptación que obtuvo en el sector cultural.

ENERO 21 2001 Teatro Tapia San Juan Presentacion de PePe Castillo
En enero de 2001 el cantautor se presentó en el Teatro Tapia del Viejo San Juan. (Foto José Rodríguez)

“No había jóvenes que pudieran interpretar nuestra música. Era gente mayor. Y lo veían como una cosa del pasado. Por eso escribí la canción “La verdad”, hablando de que nuestro lelolai rueda por el suelo porque estaba en un ambiente en que nuestro folclor estaba rezagado, dormido y como muriéndose. Hoy día me da una inmensa alegría porque le das una patada a una piedra y sale un grupo de bomba y plena. No solo aquí, sino en Puerto Rico, hay montones de grupos de bomba y plena”, dijo Pepe, que en 1979 acompañó a Bomplené en representación del folclor afroboricua en los Juegos Panamericanos.

“Ahora hay que cantar que nuestro lelolai ya no rueda por el suelo”, reiteró.

La canción “La verdad”, que también interpretó Lucecita en los conciertos “Traigo un pueblo en mi voz” y “En las manos del pueblo”, la estrenó en el disco “La máquina del tiempo”, que compuso, arregló y cantó para Cortijo, editado en 1974 por el sello Coco del judioamericano Harvey Averne.

Pepe y Cortijo se conocieron en la Parada 15 en Santurce, meca del disco. Se lo presentó Fran Ferrer. “Me preguntó qué estaba haciendo. Se le había desbandado el grupo con Jorge Millet y me dijo que iba a organizar el grupo otra vez. Le dije que estaba proyectando otra mentalidad musical. Me invitó a un ensayo. El guitarrista Edgardo Miranda, que era mi socio, me decía que a Rafael no le iba a gustar eso. Pero le gustó, se animó, buscó los músicos y gracias a Dios se pudo lograr “La máquina del tiempo”.

r-2534755-1306437608-jpeg
“La verdad” tuvo su primer asomo discográfico con Cortijo y su “Máquina del tiempo”. (archivo Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Rafael Cortijo se mudó a Nueva York, pero Averne intentó promover el grupo en los clubes de salsa, cuando el concepto se orientaba a una fusión del folclor con el jazz. “Eso era para ir a los sitios donde tocaban Mongo Santamaría y Willie Bobo. Era otra cosa lo que teníamos en mente. No era ir a tocar para que la gente bailara. Nosotros estábamos en las de hacer música y no hacer salsa. Era nuestra inquietud como jóvenes. Gracias al apoyo de Rafael, pude hacer una carrera musical en Nueva York porque cuando empecé con esto era para divertirme y no pensé que iba a ser mi futuro”.

“La máquina del tiempo” fue un proyecto vanguardista. Hoy figuras como Furito Ríos, William Cepeda, David Sánchez, Papo Vázquez y Miguel Zenón, por mencionar algunas, fusionan el folclor con el lenguaje del jazz. Cortijo y Pepe Castillo fueron los pioneros.

Nace Estampa Criolla

Después del álbum “La máquina del tiempo”, considerado una obra maestra, Pepe Castillo permaneció en Nueva York con Edgardo Miranda. Organizaron el grupo Estampa Criolla, especializándose en la música folclórica puertorriqueña. En 2016 se conmemora el cuadragésimo aniversario de su organización.

pepe-castillo-estampa-criolla-lp-cdr-salsa-500x500
“Estampa criolla” fue editado tanto en vinilo como en disco compacto. (archivo Fundación Nacional para la Cultura Popular)

“La gente pensaba que nosotros no podíamos tocar un seis chorreao o la bomba como la tocaban antes porque pensaban que no sabíamos. Y para demostrar que sí sabíamos hicimos ese taller y grabamos un sinnúmero de bombas, plenas y seises. Hicimos un disco y el Museo del Barrio nos amparó. Y nos puso al frente del departamento de música y nos llevó a muchos festivales folclóricos a través de Estados Unidos y Canadá. Pero la inquietud era combatir el rechazo grande de los productores y la comunidad que nos veían como anormales. Frustrados y acomplejados, decidimos mezclar la bomba y la plena con otros géneros. Fuimos a Canadá y tocamos ‘Giant Steps’ de John Coltrane y nos aplaudieron fuertemente”.

Estampa Criolla plantó el cimiento para que otros grupos se asomaran a la escena del folclor boricua cultivado en Nueva York, como los Pleneros de la 21 de Juango Gutiérrez y Sammy Tanco.

Uno de los discos de avanzada fue “Banana Land”, editado por Budda Records en 1984. La cosecha de Pepe, hoy por hoy, consiste de obras como “Banana Republic”, “Pa’ Cortijo”, “Maví”, “Oda a Canario”, “El cemento” y otras en que se cuidó de no repetir la sofisticación y amplitud armónica del concepto “La máquina del tiempo”.

“Lo hicimos con parte del taller de Estampa Criolla, que originalmente era David Rosario ‘Cortijito’, que tocaba los tambores, Reynaldo Jorge, Donald Lynch, Edgardo y yo. Era un quintetito de acordeón, cuatro, bajo, tambores y trombón. Usamos la base de la bomba y la plena, tergiversando un poquito la melodía, pero sin llevarlo al nivel de “La máquina del tiempo”.

pepe-castillo-banana-land-lp-cdr-salsa-500x500
“Banana Land” es un clásico obligado de su discografía.

“Banana Land”, aunque no es una composición original, entraña una crítica y sátira social fuerte, en contra del colonialismo y la asimilación yanqui. “Lo curioso es que es un número que me dio un americano muy conocido como compositor. El número va de acuerdo a mi filosofía. No lo pensé, pero lo heredé. Es un número que tiene una relación con el Caribe y los norteamericanos que se iban para allá como ‘bichotes’, cuando acá eran una porquería. Mayormente, a donde iban era a México y Colombia. La grabamos en una época en que vimos a un montón de norteamericanos ir a Puerto Rico a hacer lo mismo. Y lo vimos como una crítica social válida en esa época”.

Polarizada la diáspora

A la pregunta de cómo los boricuas de la diáspora perciben la encrucijada histórica que enfrenta Puerto Rico, Pepe aclaró que en Estados Unidos coexisten dos tipos de puertorriqueños: los que aman la Patria y los que se han desvinculado de su terruño.

“Este, el segundo, a veces hasta se avergüenza de ser puertorriqueño. Pero el boricua, boricua, que lo es 100%, es más boricua que los de allá porque se va hasta el meollo para demostrar su patriotismo, organizando eventos para apoyar y se enfrenta al gobierno para intentar ayudar a sus hermanos. Se organizan foros para discutir la problemática de Puerto Rico. Nos apena que después de tanto tiempo, la gente esté hablando de una colonia, cuando siempre lo hemos sido. Ese es el resultado del colonialismo. No hay otra explicación. Cuando se tranca el bolo es problema de nosotros y cuando está la bonita es bien chévere para ellos”.

Castillo no tiene problema en analizar los problemas que enfrenta su Puerto Rico. (Foto suministrada)
Castillo no tiene problema en analizar los problemas que enfrenta su Puerto Rico. (Foto suministrada)

Con la autoridad que le confiere su trabajo de décadas por la comunidad puertorriqueña de la Babel de Hierro, Pepe Castillo no considera que la diáspora realmente sea, de surgir la oportunidad, un factor a favor de la definición del estatus de Puerto Rico y su derecho a la libre determinación, aun cuando hay más boricuas en la banda allá que en la banda acá.

“La diáspora está dividida. Hay una parte de la diáspora que le importa tres pitos Puerto Rico. Muchos están nada más por lo que puedan conseguir. Aquí seguimos siendo como una sarta de jueyes, que cuando uno se va a salir, el de abajo lo tumba. Todavía estamos ante ese mal como comunidad. No somos como los cubanos, como los chinos y los judíos, que se unen y luchan juntos por su bien común. Después que yo esté acomodado y chévere, que se fastidie el vecino. Es la actitud. No sé de qué manera terminará esto. Me rompo la cabeza buscando una solución”.

Pepe Castillo, de 73 años, recordó una anécdota con el congresista de ascendencia boricua José Serrano, quien le motivó a que le escribiera y enviara algunas de sus dibujos al Presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

“La carta decía: ‘Unforgetable moments. Escribí ‘unforgettable’ con una sola ‘t’. El emisario, que era el congresista Serrano, me dijo: ‘¿Tú no sabes escribir? ¿Tú no sabes que ‘unforgettable’ se escribe con dos ‘t’? Y le dije: ‘Mire, yo soy intérprete y fui a la escuela de los curas marialistas de Boston, donde me enseñaron inglés. ¿Sabe por qué lo escribí con una ‘t’? Porque esto es un evento de puertorriqueños y a los puertorriqueños les falta una ‘t’: la de ‘togetherness’. Cuando los puertorriqueños se unan, escribiré ‘unforgettable’ con dos ‘t”. No sé si la carta le llegó al Presidente”.

Nuevos proyectos

Con la combatividad cultural que le distingue, el 29 de septiembre Pepe Castillo amenizará la Gala del Puerto Rico Bar Association en Chelsie Piers, actividad para la que contrató a la orquesta de Tito Puente Jr.

“Este año comencé a desarrollar el Children Hispanic Music Center, la idea es desarrollar una serie de vídeos musicales para los niños y distribuirlos en las escuelas y centros culturales, a través de la red cibernética. Conocí a David Oller, un puertorriqueño que tuvo una de las primeras casas de grabación en Estados Unidos. Espero antes de irme, dejar un catálogo para los niños y los que le interese nuestra cultura en general. El enfoque será educacional más que nada”.

pepe-castillo-2
El cantautor se concentra en la realización de un proyecto musical para niños. (Foto suministrada)

Pepe, cuyo disco más reciente es “Jolope! A Christmas Fiesta”, de un concepto documental-teatral-musical, no graba desde 1999, cuando lo hizo con el grupo Cuatromanía de Yomo Toro. En sus archivos abundan composiciones inéditas que ansía grabar.

“Estoy buscando la forma de grabar. Tengo una colección. Cada vez que voy a hablar con un productor me quieren imponer la música. Y ya estoy muy viejo para eso. Quiero grabar la música que tengo en mi corazón. Tengo 73 años y puedo hacer 10 discos más. Pero quiero aportar musical y socialmente”.

Por último, José ‘Pepe’ Castillo Díaz no ha regresado a San Juan desde que murió su compadre, el poeta Ángel Luis Méndez.

“Solo queda mi hermana, que está muy ocupada. Antes iba tres y cuatro veces al año. También estaba Ramón Muñiz, que era mi compadre y también se fue. El único que me queda en el alma metido es José Enrique ‘Ayoroa’ Santaliz. Ese es mi hermano espiritual y cultural. La única persona por la que, si le pasara algo, correría a Puerto Rico. Siempre hay alguien especial en la vida de uno. Y tengo mucho que agradecerle a Quique Ayoroa”.

A los 73 años, el quinto que repica en el pensamiento crítico de Pepe Castillo no ha perdido su afinación. Su compromiso es con la plena verdad y con la bomba que detona en la conciencia de la diáspora boricua; la presente y la ausente en el sacerdocio de hacer Patria.

Total
19
Shares
Deja un comentario
Noticias relacionadas
Total
20
Share