Por Helena Peralta
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
En la encantadora sala de teatro Victoria Espinosa, bajo el concepto y dirección general de Guissepe D Vázquez-Santiago, en una producción de Edfikar Production Inc., Giovanni Haddock Hance y el colectivo teatral Y qué pasó?, se presentó como gala a beneficio de Julia Strong Colon Cancer Awareness Foundation, la obra “Un tranvía llamado Deseo”, del dramaturgo norteamericano Tennessee Williams. Ganadora del premio Pulitzer de teatro en 1948, la representación boricua de la mencionada pieza, en 2016, contiene sin duda todos sus valores y exigencias.

En Estados Unidos, el papel de Stanley Kowalski lo desempeñó el emblemático actor Marlon Brando, imponiendo su estilo “method actor” tanto en Broadway como en cine, en 1951. En Puerto Rico, lo protagonizó Miguel Ángel Suárez junto a Gladys Rodríguez; y, luego, Jorge Luis Ramos junto a Cordelia González, con Luisa de los Ríos como Stella. Ahora, le tocó a Giovanni Haddock caracterizar al rudo, vulgar, a punto de ebullición, Stanley Kowalski, cumpliendo con todas las características que exige este complicado personaje.
En las primeras escenas, nos aflige y hasta nos hace sonreír el profundo gemir alcoholizado de Stanley, cuando éste sale del apartamento como pantera en celo, gritando, lloriqueando y llamando a su esposa Stella -Cristina Sesto- para que regrese con él luego de propinarle una paliza (como si “aquí no ha pasado nada”). Es ahí donde entendemos la entrega total de una Stella que se abandona hipnotizada en los brazos de Stanley, aceptando el asunto como “cosa de todos los días”. Tanto Haddock como Sesto estuvieron a la altura de lo que requieren sus personajes.
La vecina y compinche de Stella, Eunice -Yadilyz Barbosa-, le imparte un “laisse-faire” a la mujer maltratada de rutina; que, a la misma vez, riposta con toda la testosterona que pueda recabar para sobrellevar, de alguna manera, los aplastantes ataques de su marido, Steve, magistralmente interpretado por Doel Arroyo.

Mitch, Steve y Pablo -interpretados por Edgar Cuevas, Doel Arroyo y Pablo Tufiño, en ese orden respectivamente- son los amigos de Stanley, quienes terminan peleándose cuando juegan póker, añadiéndole colorido y realismo a este barrio francés de New Orleans, por donde pasa el “tranvía llamado Deseo”. Y es, precisamente, este tranvía el que trae a Blanche DuBois -María Bertólez- a casa de su hermana Stella, “donde estoy de más y donde me avergüenza estar”.
En la escena con el asombrado muchacho del periódico -Guissepe D. Vázquez-, vemos a una Blanche seductora, hambrienta de amar y que la amen. Ahora bien, fue difícil ver a Bertólez caracterizar a una damisela marchita y ajada, mayor que su hermana Stella, desesperada por conseguir pareja. Tal vez, de aquí a unos cuantos años… Aún así, disfrutamos de su caracterización de Blanche DuBois, con su fragilidad, vulnerabilidad e ingenio para reconstruir -contra viento y marea- lo que estaba acostumbrada en “Belle Reve”, con sus galantes caballeros y refinamiento de clase.
Blanche cifra todas sus esperanzas en Mitch -Edgar Cuevas-, amigo de Stanley, a quien ve como un caballero salvador. Todo luce esperanzador, hasta que Mitch, al enterarse por otras fuentes de la dudosa moral de Blanche, desiste al acto de continuar el cortejo. Cuevas cargó a Mitch de veracidad y oportunismo, impartiéndole el registro de solterón al cuidado de su madre; y del macho cruel con sumas exigencias a la hora de buscar pareja. Esto, en combinación con la cruda agresión de Stanley, para lo cual hasta la botella de cerveza juega un papel importante -diseño de utilería por Guissepe D Vázquez-Santiago-, provoca que sintamos empatía por Blanche al ver cómo obtienen ventaja de ella, sobre todo, hacia el final de este sobrecogedor drama.

El apartamento pequeño, diseño de escenografía de Miguel Rosa, daba la sensación de estrechez, sobre todo, al ver a Stanley rumiando por el mismo, vestido con una camisilla que revelaba brazos y pecho -diseño de vestuario de Abigail Vargas-. Tanto escenografía y vestuario, como la utilería contribuyeron al todo en su punto.
Completan y complementan el elenco Lusiann Iturbe, Carlos Curtis y Maribel Bebe Suárez. Es una excelente oferta para las escuelas superiores, colegios y universidades. Ojalá continúen llevando a la realidad todas las producciones que deseen. ¡Enhorabuena!
Componen la ficha técnica Wendel Agosto y José Luis Gutiérrez, realización de escenografía; Pamela Maldonado, diseño de iluminación; Bryan Villarini, diseño de maquillaje y peluquería; Patricia Suárez, asistente de maquillaje y peluquería; Javier Villar, música original y dirección de sonido; Carlos Curtis, Jorge Armando, Lyzzie Ortíz Meléndez y Antonio Hernández, asistentes de producción.