Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Para entretener a la gente menuda, en cierto modo, hay que sentir y proyectarse como un niño.
Y esa empatía es la base de la cruzada artístico-infantil que David Robles, ex integrante del grupo Karís, emprende con “Nino”, un personaje que promueve valores a través de la música y que este sábado, con sus zapatillas abiertas, su camisa de mangas larga y corta, tirantes y gorrita, se presentará desde la 1:00 p.m. en la Acrópolis de Manatí.

Sus pequeños Valentina y Leandro, que nació con Síndrome de Down, lo motivaron a compartir alegría con la gente menuda. Tras componer su repertorio y diseñar el vestuario de Nino, David se lanzó a una aventura que lo ha colmado de felicidad y un entusiasmo contagioso.
“Cuando estaba en Karís, viví la paternidad con mis dos hijos. Y trabajando con el grupo creé el personaje de Nino, que lo que hace es promover la protección del planeta, una vida saludable y los valores a través de la música”, explicó David al aclarar que, aunque el entrelínea de sus mensajes apela a los padres, su personaje integra a los niños en cada presentación.
“Si no hay niños no puedo hacer el show. Esto lo concebí para que ellos sean parte del espectáculo. Pueden estar conmigo en la tarima; pueden usar el vestuario en un espectáculo musical de mucho colorido”.
Cada letra de “Nino” tiene un significado. N = conservación del Planeta Tierra. I = música. N = deporte y vida activa. O = corazón y valores.
El mensaje enfatiza en la actividad física para paliar la incidencia de obesidad infantil. La idea es que la niñez boricua se desprenda un poco de las consolas de vídeo juegos y, por consiguiente, del sedentarismo que afecta su salud.
“En Puerto Rico hay un problema alarmante de sobrepeso y obesidad en los niños. No es que los aparatos electrónicos sean malos, pero no se puede dejar de escalar una montaña, correr patines y mantenernos activos”, alertó Nino, cuyo disco “Aprendamos cantando y jugando” contiene composiciones como “Gracias” y “Mantenernos alertas”, en una diversidad de géneros musicales que abarca merengues, bachatas, música techno, baladas, rock en español y música típica.

Nino también apela a los niños con necesidades especiales. La condición de su hijo Leandro la interpreta como un llamado de solidaridad y ayuda a la población de educación especial.
“Es como ser un instrumento para llevar el mensaje de no discrimen, de igualdad, respeto y comprensión de una condición que no conocemos. Dios me regaló este angelito para afirmar y reforzar el pensamiento de tratar a los niños con amor y que otros artistas y medios puedan hacer lo mismo”.
La propuesta de Nino trasciende a la vitrina mediática semanas después del triste caso de un sacerdote que privó a un niño autista de la primera comunión por considerar que, a pesar de las semanas de catequesis, no vivía en conexión con Dios. Nino lamentó ese incidente.
“Tenemos que educarnos. Entender las necesidades del niño y respetar las condiciones y el respeto a los demás. Yo me educo y sé cómo tratar a un niño con autismo. Si no conocemos, debemos educarnos”.
Nino también se asoma a la escena del entretenimiento infantil en un momento en que los servicios a los niños de educación especial se afectan por la crisis financiera.
“Hay que poner en prioridad a los niños con necesidades especiales y en general a los niños de Puerto Rico. Un niño en silla de ruedas no nos debe hacer sentir vencidos. Tenemos que buscar que, a pesar de eso, desarrolle sus habilidades”.
Aunque pudiera parecer que Nino nada en contra de la corriente, pues reconoce, según revelan las estadísticas, que alrededor de un 60% de la población infantil es pobre, el artista apuesta a la educación como la clave para superar semejante realidad, a pesar de que cada año cierran más escuelas precisamente por la merma en matrícula.
“Tenemos que intentar rescatar a los padres que se quedaron a mitad del camino porque el niño que ve al papá que no estudió no lo hará, pero si ven lo contrario, estudiarán. Somos fundamentales en la educación de los niños”.

A mediano plazo el personaje que caracteriza David Robles podría incursionar en la pantalla chica con un programa para niños que evocaría el concepto didáctico y de valores que popularizaron Pacheco y Tío Nobel.
“Los niños serán los protagonistas del espectáculo. Los niños con o sin condiciones especiales tendrán la oportunidad de tener un buen espectáculo al que sus padres los puedan acompañar. Sería un programa diferente”, abundó Nino al tampoco descartar una alianza con el Departamento de Educación para que su proyecto llegue a los niños del nivel elemental.
Conforme a su observación, Nino reconoce que un sector de la niñez boricua no ha perdido su inocencia, irrespectivamente de la incidencia en el maltrato infantil, el divorcio y la exposición prematura a contenidos de adultos.
“A eso viene Nino. A recuperar la inocencia. Vamos a bailar y a cantar. Faltan más personas como yo; más música para niños y que papá y mamá compartan más con sus hijos la inocencia del juego. Debemos pintarnos la cara, salir a jugar al campo y colorear un libro. No podemos dejar eso en manos de la tecnología y la televisión”.
El disco de Nino y su Mundo Musical se consigue en las redes sociales y en los portales digitales. También lo pueden ordenar llamando al 939-202-5622.
Para ser feliz, en verdad, solo se necesita mirar la vida con los ojos de un niño.